En ´Úú³Ù²ú´Ç±ô y tenis, una conjura contra España
Cedemos este blog, en reconocimiento a una larga trayectoria, al afamado comentarista Alberto Paranoicus, quien propone una teorÃa tan atinada como cualquier otra sobre dos hechos de la actualidad deportiva.
Lo que hemos visto en ´Úú³Ù²ú´Ç±ô y tenis es tan loco, tan poco "natural", que lo mismo vale contarlo como realidad o como una deformación del tiempo y el espacio, una conspiración en perjuicio de... , ya que estamos.
SÃ, por qué no. Estamos ante una conjura, que siempre tiene un destinatario.
En ´Úú³Ù²ú´Ç±ô, y gana 3 a 2. El lateral Lahm, que jugó un pésimo partido, marca un gol descojonante y entonces le coronan como el mejor jugador del partido, a expensas de la justicia y de algún turco.
En tenis, hace varios años, despierta de repente y apabulla a Novak Djokovic, el número tres del mundo y el único capaz de disputar la hegemonÃa de Roger Federer y Rafael Nadal.
No me digan que estos dos episodios no forman una conjura antiespañola.
Está visto que el destino habÃa dispuesto ciertas alteraciones en el tiempo y el espacio.
Los suplentes turcos, borrachos de patriotismo, dieron una lección de dignidad a los dioses teutones, pero no pudieron arrebatarles su derecho natural a una final de ´Úú³Ù²ú´Ç±ô, derecho consagrado por el oráculo Lineker.
TurquÃa mereció la final más que Alemania. Si lo hubiera logrado (¿cómo es posible que estos alemanes marquen con cada pelota que envÃan al arco?), todos habrÃamos recordado que Grecia, el gran adversario histórico de TurquÃa, también llegó a esta instancia hace cuatro años y ganó el tÃtulo.
Es más, estoy convencido de que en realidad TurquÃa ganó el partido y que el destino, algún dios caprichoso, alteró el resultado.
¿No me creen?
Vamos, que esa tormenta en Viena, Austria, que interrumpió las imágenes del partido jugado en Basilea, Suiza, a centenares de kilómetros, fue una cortina de humo.
¡Si hasta escuchamos el relato de un gol antes de verlo en la pantalla!
De modo que está claro: un par de goles turcos fueron marcados en esos nueve minutos sin imágenes, pero la UEFA escamoteó el verdadero resultado, que fue TurquÃa 4-3 Alemania.
Todo, para impedir que un equipo diezmado por el agotamiento enfrentara a España. En su lugar estará Alemania, que gana fuerzas con cada partido.
Una injusticia evidente, coronada con ese gesto de burla, consagrando como mejor jugador a uno de los peores del peor equipo en la cancha.
El otro elemento de la conjura es más claro aun.
El único rival de enjundia que debÃa enfrentar Roger Federer en este torneo de Wimbledon, antes de su final con Rafael Nadal, era el serbio Djokovic.
El destino habÃa previsto que Djokovic venciera a Federer en semis y que luego enfrentara a Nadal en la final, con la carga psicológica de su evidente inferioridad cuando enfrentó al español en césped hace unos dÃas.
Federer también fue derribado por el brazo de Nadal, pero fue en Roland Garros, mientras que el suizo considera a Wimbledon como su propia casa.
Safin, número 75 del mundo, no podrÃa ganarle a Djokovic fuera de una playstation, pero en el Central Court de Wimbledon fue tan superior que todos nos pellizcábamos para cerciorarnos de que no era una visión.
Y créanme: mientras más me pellizcaba, menos dolor sentÃa.
De modo que esto también debe contarse como una conspiración contra Nadal y los intereses españoles.
Asà como los alemanes marcan con cada disparo, esta vez el ruso Marat Safin ganó su segundo partido consecutivo por segunda vez este año.
El primer sorprendido fue el vencedor. ¡Ni siquiera sabÃa el nombre de su adversario en tercera ronda y tenÃa pasaje de regreso a Moscú para esa misma noche!
Aquà también hubo una alteración en el tiempo, porque el Safin que vimos en Wimbledon no es el que conocemos, sino el de hace ocho años, cuando ganó el Abierto de Estados Unidos con tal autoridad, ante un Pete Sampras atónito, que todos pensamos que marcarÃa una época.
Tan alto llegó entonces Marat Safin, que necesitó varios años para descender tan bajo como se lo ve ahora.
Y este hombre de repente juega como un dios, como hace ocho años, para eliminar al único rival peligroso de Federer antes de Nadal.
DÃganme si esto no es una conjura, otra conspiración contra España.
Hasta aquÃ, el texto de Alberto Paranoicus. Mientras lo preparábamos para editarlo, nos llamó la esposa del eminente periodista, para decirnos que se lo llevaron unos hombres vestidos de blanco, al grito de "Que viva España".
ComentariosAñada su comentario
Muy acertado el comentario final de Lalo.. Lo que se vio sobre el cesped (y lo dice alguien que estuvo en el estadio, y que evidentemente no vio nada de 4-3 ;) ) fue que claramente Turquia domino el partido, en una mala noche de los alemanes.. Sin embargo Alemania se crece en los momentos mas dificiles, y con una genialidad de alguno te pueden resolver el partido, como ya se vio.
!Que viva España! Y crucemos los dedos con estos alemanes aguafiestas...
Anda que... 24 años después llegamos a la final de una Eurocopa y todavÃa tenemos la vergüenza de quejarnos del rival...
Ya lo dice el dicho, el Futbol es un juego de once contra once donde siempre gana Alemania... que se le va a hacer! si que saben meter goles los hijos de Germania esos. Pero recuerden que España llego a la final de 1984 ganando en Semis a los teutones, que en aquella oportunidad habian jugado mejor que los españoles, pero el ya abuelo Arconada (que mantenia en el banco al joven Zubizarreta) se le ocurrio levantarse con amnesia ese dia y se olvido quien era el rival y no hubo Briegel, ni Litvarski, ni Rumenigue ni nada que pudiera con aquel muro en el arco español. Vamos a ver si la economia del gol alemana puede con el "gato" Iker
por lo que se refiere al tenis creo que fue al contrario. Safin jugò a favor de España, es decir a favor de Nadal, pues Djokovic era el ùnico que podrìa haber vencido a Nadal en la final. Y esto lo digo a pesar mìo, porque me apena que Federer haya disminuido tanto su calidad de juego que es casi seguro que Nadal lo vencerà en la final de Wimbledon, si antes Federer no ha sido eliminado.