A 20 años de una hazaña sospechosa
Este miércoles se cumplirá el 20º aniversario del llanos, que dejó en 10s49', una marca maldita si las hay.
Este aniversario reactualiza las propuestas para eliminar del canon las plusmarcas mundiales y reanudar el registro a partir de determinado año, tal vez el 2000.
La de Griffith Joyner es una de las plusmarcas más sospechosas, y no sólo porque muchos historiadores coinciden en que Florence se dopaba, sino también porque los testigos recuerdan que el viento a favor era muy fuerte en esas pruebas de clasificación en Estados Unidos para los juegos de Seúl.
(Todos recordamos otra marca maldita de esos juegos, la de Ben Johnson.)
El aparato que medÃa la velocidad del viento dio "cero", una lectura ridÃcula pero que nadie pudo desmentir, a pesar de que otro anemómetro cercano,
en la pista de salto en largo, daba una lectura de 2,9m por segundo.
De modo que la marca fue oficializada.
¡Diez segundos 49'! En que vemos en YouTube, uno de los comentaristas afirma, escandalizado, que "nadie puede correr tan rápido".
Su sorpresa se debÃa a la gran diferencia entre el nuevo récord y el viejo, fijado cuatro años antes, en 10s76', por Evelyn Ashford.
Las sospechas sobre el dopaje de la atleta están bien documentadas.
Logró su gran hazaña en 1988, a los 28 años, una edad relativamente avanzada para una velocista. Durante ese año, además, su cuerpo cambió en forma notable, con un marcado crecimiento de músculos, casi tan rápidamente como su mejorÃa en el desempeño.
Antes de ese año milagroso, el mejor tiempo de la atleta habÃa sido 10s96', apenas discreto para alguien con pretensiones de récord.
Su mejorÃa, en pocos meses, fue de casi medio segundo, una diferencia enorme en la distancia de 100 metros.
Ninguna atleta ha logrado acercarse a ese récord en los últimos 20 años. Hasta Marion Jones, con el beneficio del dopaje, sólo pudo marcar 10,65.
En los 200 metros (la distancia en la que Griffith Joyner se sentÃa más cómoda), la mejorÃa también fue enorme en 1988: 67 centésimas.
La tercera marca de todos los tiempos en 100 metros corresponde a la francesa Christine Arron, con 10s73', que serÃa récord mundial si descartamos los registros de Griffith Joyner y Jones.
Arron detesta a Jones, que la marginó durante su carrera deportiva: se considera la verdadera plusmarquista y está resentida porque nadie se lo reconoce.
Es por eso que las propuestas para eliminar del registro los récords mundiales tienen partidarios en muchos sectores.
Lo que nadie encuentra es una fórmula satisfactoria.
¿Qué hacer?
¿Dejar de clasificar oficialmente las marcas?
¿O elegir un Año Cero, tal vez el 2000 (por eso de "cero", claro), recomenzar y "borrar" todos los récords anteriores?
Esta propuesta acaba de ser planteada por , una revista deportiva de reciente aparición, que entrevistó a numerosas personalidades del atletismo.
Una de las objeciones es que si se elige el año 2000, entonces el récord mundial de los 100m serÃa de Marion Jones.
De modo que una tramposa tendrÃa el récord mundial, mientras que Arron, supuestamente (nunca se sabe) una atleta limpia, no figurarÃa, porque ella logró su marca en 1998.
Nos llama la atención uno de los comentarios de los entrevistados por Spikes.
Renaldo Nehemiah, ex plusmarquista de los 110metros con vallas, dice que el registro de tiempos ha destruido el deporte y que en realidad su valor popular es Ãnfimo, ya que al público lo que realmente le interesa es quienes ganan oro, plata y bronce.
Sostiene que se tiene que privilegiar la competición, en vez del desempeño, como en la época dorada del deporte.
Dice Nehemiah:
"Tan pronto como los atletas adviertan que ya no están incentivados por el desempeño, volverá la antigua ética. En realidad, el desempeño está en la competición, no en el reloj".
Sea como fuere, la encuesta de Spikes permite una comprobación: la desconfianza y la insatisfacción con el registro de plusmarcas mundiales no se limita al público, también alcanza a muchos deportistas y dirigentes.
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Hola Lalo!
Me hago yo una pregunta: tiene igual valor un record, aunque lo haya conseguido un tramposo? Recuerdo el caso que se dió en la Major League Baseball, cuando Samuel Sosa, Mark McGuire y mas recientemente, Barry Bonds, pulverizaron las marcas de jonrones de una temporada y de por vida... para luego caer en los ±ð²õ³¦Ã¡²Ô»å²¹±ô´Ç²õ de BALCO por sustancias ilegales. Aunque la marca actual es de 77 cuadrangulares de Barry Bonds, seguidos de los 71 de McGuire y los 66 de Sosa, la mayorÃa de los fans consideran estos records "sucios" y como tal, suelen escribirse con alguna aclaratoria para diferenciarlos de los records anteriores: 61 cuadrangulares de Roger Maris y 60 del mÃtico Babe Ruth (quien verdaderamente competÃa por amor al juego: ebrio, fumando habanos, hasta bien entrado en edad.. pero jugando con todo lo que tenÃa).
Me parece interesante la propuesta de volver a premiar la competencia (oro, plata, bronce). Obviamente se necesita medir el rendimiento para que sean los mejores los que vayan a las grandes competencias, pero ya este es un primer avance: competir por ver quien es mejor, sin importar un tiempo que pudo haber tenido viento a favor (o en contra). POdremos ver algo similar en otros deportes?
Ese récord de Flo Jo es tan estratosférico como ilegal. Su muerte fue muy clarificadora al respecto. Curiosamente la atleta que más se ha acercado a esa marca, Marion Jones, es también una tramposa. Aunque más vale tarde que nunca de nada servirÃa revocar ese récord veinte años después. Mejor mirar al futuro, mas esperanzador aunque a veces den ganas de empezar de cero otra vez o borrar algunos capÃtulos de la historia del deporte.
Que historia! Y cuantas lecciones! Por algo sera que el atletismo ya no prvoca tanta pasion como hace unos anios.
La ruptura de cualquier marca es injusta para el deportista que la tenÃa originalmente. Como lo dice Daniel, es imposible comparar el beisbol que jugaba Babe Ruth con el que juega Sammy Sosa. Los avances tecnológicos actuales influyen notablemente en el rendimiento de los atletas y eso sin duda no es justo para los que en su época realizaron grandes logros.