El tóxico en pasillos del Real Madrid
Algo debe haber en los pasillos del Real Madrid. Un veneno insidioso, una sustancia que poco a poco obnubila a quienes la respiran, confundiendo el entendimiento y precipitando decisiones espectacularmente erróneas.
Rafael Calderón, presidente de turno, ha metido la pata varias veces. En esto no se distingue de sus predecesores.
Un error particularmente irritante ha sido el ofrecimiento al plantel de una jugosa bonificación si gana los próximos partidos.
¿Es que los pobres chicos necesitan más dinero para mejorar su rendimiento? ¿En esta situación económica y financiera? ¿En qué mundo vive esta gente?
En realidad, esto es un insulto a los profesionales, que se lo tragan porque ninguno de ellos es hombre de rechazar el dinero que cae del cielo.
Y ahora, acorralado por "la crisis", como se la llama, Calderón habrÃa "decidido" que Arsene Wenger será su entrenador la próxima temporada, en reemplazo de Bernardo Schuster, que hace unos meses era un genio y ahora es un burro.