El retiro (¿prematuro?) de Lorena Ochoa
Hoy nos toca hablar de una mujer.
No, señor, lamento defraudarlo. No se trata de Zahia Dejar, la estrella del momento, prostituta favorita de Les Bleus, o al menos de Ribéry, Govou y Benzema.
Tampoco es Tora Uppstrom Berg, la jugadora de handball que sedujo al novio de la princesa sueca Madeleine, ni la modelo especializada en jugadores del Chelsea, ni las camareras de Tiger, ni siquiera de su esposa Elin, de quien, vaya uno a saber por qué, siempre se agrega en los informes su condición de rubia y su antecedente de niñera.
No; en un blog de deportes, tenemos la temeridad de hablar de una deportista.
Es que la mexicana Lorena Ochoa se retira.
La mejor golfista de su generación (y varias otras) se retira en su plenitud, a los 28 años, y como escribió Larry Dorman, en The New York Times, lo hace con "gracia y humildad, del mismo modo en que llegó".
El deporte moderno es espectáculo, ya se sabe, y el espectáculo tiene reglas poco deportivas. Pocas mujeres logran destacarse (o mejor dicho logran el reconocimiento que se merecen) en el deporte/espectáculo.
El caso del tenis parece la excepción que confirma la regla, porque muchas tenistas y comentaristas rechinan los dientes ante el énfasis de la cobertura en los atributos fÃsicos de las jugadoras, además de los deportivos (que a veces ni se mencionan).