El peor momento del Liverpool en medio siglo
En la séptima fecha de la Premier League, el equipo está en el vagón de cola, con seis puntos ganados, fruto de una victoria y tres empates. No es consuelo que el West Ham y el Wolverhampton Wanderers estén un punto por debajo.
Ayer sufrió en Anfield la tercera derrota (un 2-1 ante el modestÃsimo Blackpool) y el público adicto ya no pudo soportar la humillación: "¡Dalglish!, ¡Dalglish!, ¡Dalglish!..." cantaba, pidiendo el retorno del gran caudillo, siempre presente con su atisbo de sonrisa y su aspecto de gnomo, de guardián de los trofeos.
Este es el peor comienzo de temporada del club desde 1953-54, cuando terminó en última posición y languideció en la segunda división durante ocho años.
El club no tendrá con el flamante técnico, Roy Hodgson, las contemplaciones que tuvo con el entrenador de aquellos dÃas, Don Welsh, quien siguió al frente del equipo durante esa temporada funesta y la posterior, ya relegado.
Dalglish es sinónimo de éxito para el público de Anfield. Sus logros son fabulosos.
El legendario Bob Paisley trajo al pequeño escocés (1.73m, no mucho más alto que Messi) en 1977. Con él como principal animador, el Liverpool ganó siete tÃtulos de liga, tres Copas de Europa y cinco copas locales.
Luego, entre 1985 y 1991, ya como entrenador, ganó tres tÃtulos más de liga y dos Copas Inglesas.
Esa es la tradición que la gente de Anfield quiere recuperar, aunque la realidad deportiva y económica del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô actual ya está instalada en otra dimensión.
En la época de oro, Bob Paisley pudo decir, un poco en broma y otro poco en serio: "Yo también he tenido malos momentos en este club... una vez llegamos segundos."
Pero este es el momento de los ricos; la tradición y la camiseta ya no bastan.
Persiste, claro, la historia, con el misterioso lazo entre la institución y su público.
Es singular, la comunión del hincha con su club.
La pasión por el Liverpool ha obrado el milagro de reemplazar al cricket en la imaginación de mi vecino hindú.
Y todo este fervor, del polaco y el hindú, a pesar de ser extranjeros, de vivir en Londres y de haber crecido en una época de vacas flacas para el club del norte.
Es más fácil saber por qué alguien no es hincha de un equipo que determinar por qué lo es de otro.
El polaco, por ejemplo, según me dijo un dÃa, no podrÃa simpatizar nunca con el Chelsea, el club "de un ruso".
Pero el Chelsea es el club que ahora gana y que seguirá ganando, a juzgar por la facilidad quirúrgica con que ayer destruyó al Arsenal, 2-0.
El club "del ruso" ya tiene una ventaja de cuatro puntos sobre el otro ricachón, el Manchester City, cinco puntos sobre el gran equipo de los últimos tiempos, el Man United, y siete sobre sus grandes rivales de Londres, el Arsenal y el Spurs.
Al Liverpool le ha sacado doce puntos; los agoreros hablan de una posible diferencia de veinte o treinta a fin de la temporada.
Lo que tal vez no pueda lograr el Chelsea es un apoyo significativo fuera de su área de influencia en Londres, o por lo menos tan grande como el que logró el Liverpool durante los años en que "a veces llegaba segundo".
La afinidad con el Liverpool, para millones de simpatizantes alrededor del mundo, nace de un momento mágico en que alguna hazaña del equipo o de algún jugador, Dalglish tal vez, atiza la imaginación del aficionado.
El problema es que esos momentos son cada vez más raros.
Hasta Fernando Torres parece resignado a sus lesiones y al mal momento de su equipo. Ayer se lesionó en los primeros minutos y ya no parece el hombre clave, capaz de lanzar a su equipo en un salto de calidad y rendimiento.
La tristeza y la resignación de Torres y Gerrard no auguran nada bueno.
Los fieles seguirán acompañando al equipo, como prometen en la famosa canción, pero en la tribuna se está incubando un estallido contra los dirigentes y los propietarios, que han cerrado las puertas a la renovación y la esperanza.
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TenÃas razón al llamar "quebratahuesos" a De Jong en tu comentario sobre la final del Mundial de Sudáfrica. Ayer tuvo ocasión de demostrar de nuevo sus "cualidades" rompiéndole la pierna a un contrario. Y este individuo sigue jugando al futbol... Por supuesto, los árbitros ciegos. Espero que no se lo encuentre Messi y sus muchachos, volverán a casa en ambulancia.
Saludos.
Estimado Godo,
Si, es incorregible, aunque algunos alegan que en esta ocasion la jugada de De Jong no es tan grotesca como la que tu mencionas del Mundial. Dicen que hay un elemento de mala suerte del jugador del Newcastle, que De Jong va fuerte, claro, pero la pierna del adversario queda enganchada entre la suya y el piso. De cualquier modo, la predisposicion del holandes es la del quebrantahuesos y su accion es innecesaria. Ahora acaba de ser separado por el seleccionador holandes. Uno de los problemas con estos jugadores es que son prisioneros de su propia fama y les cuesta levantar el pie del acelerador. Cordialmente, RFB
Estimado Sr Binda.
Es una pena lo que sucede con el equipo mas glorioso del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô ingles. TodavÃa me quedan frescas aquellas imágenes de la gran final que ganaron al Milán en Estambul, nunca vi un partido tan emocionante. Toda esta mala racha es producto de varios errores dirigenciales, empezando de haber vendido el club a inversionistas que entienden poco de "Soccer", amen de haber dejado ir a Benitez, transferido a jugadores como Mascherano, Reina esta mas irregular que nunca, Torres permanentemente lesionado y Gerrard se ve muy solo para liderar el equipo. En resumen, el equipo ha perdido la mÃstica y hambre de gloria que le caracterizaron en los años 80s. Para rematar, el club mas endeudado que nunca. Puedo pecar de nostálgico, por mi afición al ´Úú³Ù²ú´Ç±ô clásico, pues yo nunca simpatizarÃa con el Manchester United o el Chelsea, por ejemplo, tal como sus vecinos extranjeros, siento lo mismo.Me encantó su articulo sobre la belleza perdida del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô, "la belleza sera convulsiva o no será" (en palabras de Breton) y se aplica tambien a este maravilloso deporte.
Estimado Jose,
Muchas gracias por la frase de Breton sobre la belleza. Es una de las observaciones mas agudas sobre el tema. El languidecimiento del Liverpool es una de las tragedias del futbol moderno. Ojala que el desenlace no sea como muchos temen, y que pueda recuperarse o por lo menos mantenerse en un nivel discreto. El problema es que el atolladero en el que esta metido es a prueba de remolques: sin jugadores, sin motivacion, sin dinero, sin conductores, los propietarios lejos y obcecados, tratando de arrancar dolares de las piedras... Pobre Liverpool. Cordialmente, RFB
Estimado Lalo:
No sé si será el peor momento dentro y fuera del club, pero lo que si entiendo es que una crisis como esta es de la que se diria: "Sólo le pasa al Liverpool"
Tengo la idea de que el club está pagando el ir en contra del "EspÃritu de Shankly", aún cuando lo hizo contra su propia voluntad.
Digo, hablamos del equipo que instaló el "socialismo" en el ´Úú³Ù²ú´Ç±ô: aquél en el que todos juegan para todos, en el que sufren y disfutan juntos jugadores, cuerpo tecnico y afición.
Pero con la llegada de la inversión de los Estadounidenses (o mejor dicho el empeño del club) pasó de ser equipo identificado con el pueblo a convertirse en otra marca más del mercado global del entretenimiento.
Eso sÃ, una marca muy bien vendida, pero tambien se dirá que mal gestionada.
El Liverpool es de esos clubes a los que la fortuna (buena y mala) llega con cierta regularidad en situaciones dentro y fuera de la cancha: Heysel (1985), Hillsborugh (1989), Cardiff (2006), Estambul (2005) y Atenas (2007) por citar algunos momentos.
Esa recurrencia en lugar de alejar a la base de aficionados la galvaniza y la acrecenta.
No es club que busque tiempo de "contruccion" o "consolidacion": los "kopites" están acostumbrados a momentos sublimes y extremos, en el exito y en el fracaso de su equipo, aunque a veces esos aficionados sean relegados y considerados sólo como "el mercado", no como parte integral de un todo.
También es cierto que "el sÃndrome Termópilas" y el "sindrome phoenix" están instalados en el ADN del club de Anfield: los seguidores saben que la pasarán muy pero muy mal, pero tambien saben que resurgirán para volar de nuevo.
Por lo pronto se trata de sobrevivir, y la contratación de Roy Hogson apuntaló el mensaje de la directiva: "estaremos en manos seguras" (al menos hasta la venta del negocio). Este mensaje fue captado y repetido por los "sabiondos" del futbol, que pronosticaron un tiempo de estabilidad, sobre todo por las magnificas credenciales (nuevas y pasadas) del técnico.
Error!!!
Se les olvido que en el Liverpool no hay medias tintas: están celebrando o están en crisis.
Un saludo.
Estimado Ignacio,
Tu comentario no tiene desperdicio. Lo recomiendo a quienes no lo hayan leido. Tienes razon, la gente del Liverpool esta acostumbrada a los extremos, no hay emociones superficiales en Anfield. Cordial saludo de RFB