La normalidad, en el mundo del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô, se caracteriza por los abruptos cambios de dirección y fortuna, los altibajos, las sorpresas, casi todo eso que en otros ámbitos serÃa "anormal".
En el corto plazo es fácil ver las sorpresas y fluctuaciones, mientras que la normalidad se percibe claramente si enfocamos un periodo más extenso.
Hace un par de dÃas, el patadura de Fernando Torres no era capaz de embocar la pelota sin ayuda de un portero lisiado y un árbitro complaciente. Ahora los mete de a tres (en el Chelsea 6-1 QPR). Como antes, claro.
No hace mucho, Guardiola se disponÃa a anunciar la extensión de su contrato con el Barcelona FC... Y ya vimos lo que pasó. Sobre esto hemos opinado en otro espacio de ´óÏó´«Ã½Mundo.
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¿Por qué admiramos a determinados atletas aunque no sean compatriotas nuestros, ni nos interese el deporte que practican, ni seamos de la misma raza, sexo u orientación sexual, ni de las mismas convicciones ±è´Ç±ôóپ±³¦²¹s o religiosas?
¿Cuál es el misterioso elemento que cautiva por encima de todas estas diferencias? ¿Es la calidad el elemento decisivo, o apenas un requisito imprescindible?
¿Es la clave la moralidad, la posesión de una integridad intachable? ¿O el carisma sexual?
¿O, simplemente, se trata de un reflejo de la publicidad, de las técnicas de mercado, de la hipnosis producida por la televisión?
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Mucha gente, de todo pelaje, no acaba de entender por qué la Fórmula 1, que acaba de revivir la gloria de Mercedes Benz (triunfo de Nico Rosberg en Shanghai, ayer, con ecos de la victoria de Fangio en Monza, 1955), se dispone a
llevar su circo a Bahréin, el próximo fin de semana.
Esa misma gente, o una elevada proporción de ella, no termina de entender por qué el mundo del turf, que tanto dice amar a los caballos, insiste en espectáculos como el Grand National, la célebre carrera con obstáculos que el sábado costó la vida de otros dos animales, entre ellos el favorito.
Los informes periodÃsticos y de organizaciones internacionales insisten en que la situación de seguridad y las violaciones de los derechos humanos en Bahréin no ha cambiado en forma fundamental desde el año pasado, cuando la carrera fue suspendida debido a los desórdenes.
Los organizadores, por su parte, han inventado (o comprado) un eslogan de lo más ingenioso para reflejar la importancia que el reino otorga a la carrera: "UniF1cada, una Nación en Celebración".
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PodrÃamos hablar de muchos temas, pero prestamos atención a la marginación de las mujeres por parte de una de las instituciones más influyentes del mundo del golf.
Todo artÃculo periodÃstico requiere del autor y del lector una elección entre lo que es importante y lo que no lo es: normalmente, el punto de desacuerdo no se centra en el tema básico, sino en la conclusión y los argumentos del autor.
Pero en este caso es difÃcil determinar qué es lo más importante. A ver si coincidimos, usted y yo.
Un tema puede ser que el Real Madrid, tras su empate sin goles en el Bernabéu ante el Valencia, ve reducida su ventaja a 4 puntos sobre el Barça, que un dÃa antes habÃa ganado 4-1 al Zaragoza. De repente, se reabre la Liga.
Otro puede ser que el Manchester United, ganador 2-0 en su campo ante el Queens Park Rangers, ya es el virtual ganador del tÃtulo, ya que la caÃda del Manchester City 0-1 en el estadio del Arsenal abre una brecha de ocho puntos entre ambos.
También se puede alegar que lo realmente importante es que la derrota del AC Milan 1-2 ante el Fiorentina, como local, permitió al Juventus (ganador 0-2 en campo del Palermo) aventajarlo por un punto en la tabla de posiciones.
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Es "
squeaky bum time" en la Premier League, en las inmortales palabras de Alex Ferguson.
"Bum" es trasero (posaderas) y "squeak" significa chirrido, de modo que el "momento del trasero chirriante" es cuando (para tomar el significado más potable) la tensión es tan grande que los espectadores se mueven inquietos en sus asientos, a la espera de la definición del campeonato.
(El otro significado, el que muchos de ustedes interpretaron, también está en la imaginación de los aficionados ingleses, y esta ambigüedad es justamente lo que garantiza la perennidad de la frase.)
Esto de "squeaky bum time" es una de las grandes invenciones de un reconocido maestro en los duelos psicológicos con sus adversarios, en los momentos decisivos de un campeonato.
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