Todo por mi hombro derecho
Hace muy poco tiempo me lesioné el hombro derecho haciendo ejercicios sin previo calentamiento. El médico me diagnosticó tendinitis y me recetó calmantes, antiinflamatorios y fisioterapia.
Esperando que me recomendara algún hospital especializado, le pregunté donde podÃa realizar la fisioterapia. Sin saber mi direccion me respondió muy naturalmente que fuera al policlÃnico de mi barrio.
Con su remisión y sin muchas esperanzas de encontrar lo necesario, me dirigà al policlÃnico del Casino Deportivo, donde me trasladaron al ala de fisioterapia, una construcción nueva al fondo del local.
Entrar allà fue como cambiar de paÃs: el local está limpio, huele bien, la luz y el aire entra por todas sus ventanas y por si esto fuera poco el personal atiende a los pacientes con gran amabilidad.
La sensación extraña se incrementa cuando veo la cola avanzar muy rápido y tras una breve espera me hacen pasar de uno a otro cubÃculo para recibir el tratamiento recetado por el médico.
La sala cuenta con todo lo que hace falta: aparatos de calor infrarrojo, magneto, estÃmulo eléctrico, láser, ultrasonido y diatermia, además de salón de masajes, gimnasio, podologÃa y consulta de medicina tradicional.
100% cubano
La mayorÃa de los técnicos son jóvenes, te atienden en un ambiente muy cubano, con bromas, risas, la pequeña radio china con música y comentando entre ellos del último capÃtulo de la telenovela o de la serie Prision Break.
Pero no todas son sonrisas entre el personal del policlÃnico de mi barrio. Un dÃa llegué al mediodÃa y encontré un grupo de fisioterapeutas discutiendo acaloradamente, tanto que no notaron mi presencia.
Se quejaban de que no habÃa llegado el almuerzo, "encima de que es una basura, la mitad de los dÃas no lo traen", dice uno y otro recalca que "de todas formas lo que traen de proteÃna no alcanza ni para un diente".
Pensé que ese dÃa no tendrÃa mi tratamiento pero me equivoqué. Cuando se calmaron los ánimos hicieron una colecta y mandaron a comprar pizzas (cada una cuesta casi un dÃa de salario) y nos dijeron amablemente: "pase el próximo".
Realidades y sueños
Poco a poco fui haciendo amistad con ellos, interesándome por sus vidas, tratando de descubrir qué los mueve a trabajar 8 horas por un salario de 20 dólares, que podrÃan duplicar vendiendo dulces caseros en la calle.
"No se rÃa, que algunos tenemos que vender dulces después del trabajo para sobrevivir", me explicó una joven, mientras un técnico respondió que "me gusta lo que hago" y una mujer agregaba que "es bonito ayudar a curar a una persona".
La mayorÃa de ellos están estudiando y muy pronto serán graduados universitarios, uno de sus sueños, el otro es "ir a alguna misión en el extranjero", esa es la meca para muchos de ellos.
Sin duda ayudar a los demás pueblos está entre sus proyectos pero también es la única forma en que estos trabajadores pueden salir de la estrechez y acceder a la divisa de forma legal, sin caer en actos delictivos.
Trabajar fuera del paÃs les permite recibir un salario mÃnimo pero en dólares, traer electrodomésticos, comprar automóviles y hasta una casa, todos sueños inalcanzables para quienes trabajan en la salud pública dentro de la isla.
Es además la única forma de viajar porque el gobierno no le permite a los médicos y demás personal de salud salir del paÃs de vacaciones y cuando quieren emigrar los hacen esperar años para obtener un permiso de salida.
No hable mal de Cuba
No sabÃa cómo agradecerles todo lo que hacÃan por mi hombro derecho asà que le pregunté a un médico amigo qué podÃa regalarles y me respondió que habÃa algo que todo trabajador de la salud agradece.
Al dÃa siguiente me aparecà con un termo que recibieron encantados y repartieron entre todos con mucha equidad, salvo la recepcionista, que a pesar de ser diabética se sirvió mucho más que el resto porque "yo soy enferma al café".
Antes de hacer esta nota les dije que era periodista y que iba a escribir sobre ellos, me pidieron que hablara bien de su trabajo porque "hay mucha gente que siempre habla mal de todo lo de Cuba".
Les aseguré que no tenÃan de qué preocuparse: mi intención no era hablar mal o bien de su paÃs sino simplemente hablar de Cuba, de los cubanos, de sus vidas, sus aspiraciones, sus frustraciones y sus sueños.
Por cierto, mi hombro ya está mucho mejor, tengo bastante más movilidad, pronto tendré que dejar de ir por el policlÃnico de mi barrio y no sé por qué sospecho que voy a extrañar a estos cubanos.
ComentariosAñada su comentario
Me encanto la forma en que abordaste el tema, y más que todo el hecho de que permitas a los no cubanos como yo, ver la otra cara de la moneda, no solo lo malo, sino tambien lo bueno que existen cubanos que pese a lo que digan los exiliados de Miami, aman a cuba por encima de todas las cosas.
Ojala y se levante el bloqueo y cuba tenga oportunidad de surgir como la gran nación que deberÃa ser.
gracias.
por la visión imparcial.
por el otro lado.
por la sinceridad.
y por la poética.
Fernando, me encantan tus crónicas de Cuba. Sabes captar perfectamente las contradicciones que se suceden allà en la vida diaria. Los servicios que en ocasiones emulan al primer mundo con insuficiencias y prohibiciones que parecen del cuarto mundo. Gracias por tus crónicas...Ojalá ayuden a que las cosas mejoren. Un cubano.
Para mà los cubanos son la mejor gente del mundo. La más amable y desinteresada, salvo algunos que suspiran por la vida de Miami. Desde luego, si la productividad del paÃs crece fuertemente (lo que parece que ocurrirá) empezarán a tener salarios más altos y accederán a la sociedad de consumo como la que tenemos en Europa. Espero que eso no cambie mucho su talante amable y solidario.
Me gustó mucho el comentario, ilustra de forma bastante sincera la realidad del Cubano de todos los dÃas.
Me encantarÃa que escribieras algo acerca de la tradición de las religiones traidas de Africa.
Saludos
Ese periodista estaba borracho o en otro pais.
No creo que eso pase en Cuba.
Yo le Creo solamente a la prensa de mi pais.
......Admiro a Cuba Soberana.
Dios quiera que el Señor Raúl Castro tenga consideración por todo su pueblo y pueda darles la libertad polÃtica, religiosa, económica y de movimiento a los ciudadanos de su paÃs.
Deseo de corazón que el Señor Castro pueda ser el Gorbachov o el Yeltsin de su paÃs y traer una mayor felicidad al pueblo de Cuba, sin necesidad de perder las cosas buenas como el cuidado por la salud.
Espero que tengan la grandeza necesaria para darse cuenta de que debe cambiar de rumbo en muchas cosas de forma clara y contundente.
Julio, el del comentario #7. No mezclan el cambio a lo Gorbachov&Yeltsin con el no perder lo logrado en Cuba. Esas cosas son irreconciliables.
No obstante, estoy de acuerdo contigo en que Raul y la dirigencia del pais han de tomar medidas de calado, pero es mejor que lo hagan poco a poco. La mejora de Cuba ha de ser a la tin-marin-de-dos-pingue:
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Me parece un comentario imparcia y tal cual son las cosas en Cuba, y creo que es la forma como deben actuar los periodistas. Por lo que he leido y escuchado, Cuba tiene en la educación y salud dos sistemas completamente avanzados, bien por los ciudadaanos cubanos, permitanme saludar a las autoridades por haber logrado todo esto, asi mismo esperamos que poco a poco se vayan abriendo las puertas a la libertad, para beneplácito de todos los ciudados cubanos y del mundo.
Yo estoy fuera de Cuba hace mucho rato, pero puedo dar fe que lo que relata el periodista en los años 80s era cierto en algunos casos aunque no en la mayorÃa. El Casino Deportivo puede considerarse una zona privilegiada de la Habana. No hay que olvidar el resto del paÃs.
Mis amigos en Cuba me dicen que la cosa sigue igual o peor y no comparten el optimismo por los cambios prometidos. Muchos prefieren someterse a la debacle de Gorbachov y la inseguridad de un capitalismo despiadado antes de seguir eternamente con esta miseria garantizada.
Saludos,
Bueno,aveces hay verdades que son mentiras y mentiras que son verdades,veremos para que hablar del embargo si Cuba puede comercial con el mundo entero y porque quere comercial con el enemigo,bien el embargo lo tiene el gobierno con su pueblo,dejenlo trabajar, pensar, crear no en una sociedad cerrada eso no he permitido.gracias