Mi otro yo
A m铆 me gusta quien soy yo. Hay cosas que me gustar铆a cambiar de m铆, pero que no me esfuerzo en modificar. Hay otras que me gustan y me concentro en retener. Y existen tambi茅n rasgos de mi personalidad que me desagradan, pero que est谩n pegados a mi persona como . Pero al final del d铆a, al irme a la cama estoy satisfecho conmigo mismo.
Eso, sin embargo, no me ha impedido experimentar de vez en cuando con una personalidad alterna en un mundo virtual. Me ha dado la oportunidad de jugar a ser otra persona que toma otras decisiones y la experiencia ha sido muy divertida. He sido cocinero, polic铆a y pol铆tico, entre otros oficios y profesiones. He faltado a mi trabajo para organizar una fiesta matutina en un barrio imaginario a la que acuden muchos invitados que, supongo, tampoco fueron a trabajar. He adoptado un peque帽o demonio como mascota. He volado entre Londres y Barcelona y he decidido la suerte de una naci贸n ficticia llamada Supremo.
Los mundos virtuales abundan en internet y est谩n creciendo. Todos (o casi todos) hemos o铆do hablar de , pero no es el 煤nico sitio. Los hay para todos los gustos: ni帽os, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad. Hoy cont茅 los m谩s conocidos y sumaban m谩s de 60.
Hay quienes los critican porque consideran que producen un efecto de aislamiento en sus usuarios. Quienes defienden esta idea suelen argumentar que al crear una personalidad alterna en un mundo virtual las personas se olvidan del mundo real y se sumergen en una fantas铆a que los absorbe hasta aislarlos de la sociedad. Yo no dudo que esto le haya ocurrido a alguien, pero me suena m谩s a sensacionalismo que a realidad.
Por el contrario, me inclino m谩s a respaldar a quienes piensan que el uso racional de estas realidades alternas ayuda a mejorar las habilidades sociales. , autora del libro , me dijo hace unos d铆as que contrario a lo que se cree hay estudios que indican que los ni帽os que se comunican con otros amigos, v铆a herramientas de internet, muestran mayor capacidad de comunicaci贸n fuera de la red.
"Internet fomenta la socializaci贸n", me dijo, aunque tambi茅n advirti贸 que no debe permitirse que los ni帽os se "autoeduquen" con la tecnolog铆a.
Esta tesis tambi茅n fue respaldada hace unas semanas por La conclusi贸n de los investigadores de la "los mundos virtuales pueden ser una alternativa m谩s poderosa y atractiva que otros medios de comunicaci贸n pasivos".
En mi experiencia personal el entusiasmo por un mundo virtual en particular tiene un periodo de vida de entre uno y tres meses. Durante ese lapso se puede jugar por varias horas en lo que se descubren todas las posibilidades que ofrece el juego virtual, pero conforme se adquieren todas las habilidades necesarias el entusiasmo decae y los usuarios dejan de utilizarlo. Puede ocurrir adem谩s un periodo de descanso de un mes antes de adentrarse en un nuevo juego de realidad alterna o en otro mundo virtual.
Pero ese tiempo es suficiente para interactuar, conocer y explorar. Y todo eso es interactivo, as铆 que alg煤n aprendizaje aporta. Y si no me creen los invito a que exploren el mundo virtual de su elecci贸n y despu茅s compartan aqu铆 sus experiencias.
ComentariosA帽ada su comentario
Estoy completamente de acuerdo contigo. A m铆 me encantan los mundos virtuales y creo que uno aprende mas cosas, que sirven y no atontan. ademas suigo con mi vida normal tambien.
Me parece que como bien dicen es mas el sensacionalismo basado en premisas falsas que en la realidad lo que genera tanto alboroto alrededor de los mundos virtuales. Al fin y al cabo no hay una realidad mas virtual que la literatura...