Los zombis que nos rodean
Otros, como este espa帽ol de quien les hablamos semanas atr谩s, llevan las cosas un poco m谩s lejos y han construido un b煤nker.
La cultura zombi que aparece en c贸mics, series de televisi贸n, pel铆culas, eventos y dem谩s se ha convertido en una fuente inagotable de la industria cultural y ha expandido sus ramas a la naturaleza, la econom铆a y la tecnolog铆a.
Cuando en 1968 George A. Romero present贸 su filme "La noche de los muertos vivientes" poco imaginaba lo que iba a desatar. Romero es considerado el padre cultural de los muertos vivientes, de los zombis.
Filmada con poco m谩s de US$114.000, la pel铆cula en blanco y negro en la que los zombis "se niegan a permanecer muertos", logr贸 recaudar m谩s de US$30 millones.
Adelanten sus relojes 40 a帽os y descubrir谩n que la industria zombi est谩 m谩s pujante que nunca.
Tan s贸lo en EE.UU. el Wall Street Journal estima que en la 煤ltima d茅cada los muertos vivientes y sus amigos han generado unos US$6.000 millones en ganancias.
Las pel铆culas sobre el tema han cosechado poco m谩s del 40% de esa cifra, los videojuegos algo parecido. Los disfraces casi el 10%, la venta de libros por ah铆 del 2% y un 1% los c贸mics y programas de televisi贸n. No es poco si recuerdan que 1% equivale a US$60 millones.
En econom铆a, por ejemplo, se habla de las empresas zombis. Se trata de aquellas que apenas cuentan con el dinero suficiente para pagar los intereses de sus deudas, pero que no tienen m谩s capital para invertir. Viven en un estado de muertos vivientes.
Tan s贸lo en el Reino Unido se calcula que hay m谩s de 146.000 empresas zombi.
Y el concepto tambi茅n se extiende al consumidor con apenas suficiente ingreso para pagar los intereses de la hipoteca o las tarjetas de cr茅dito, pero no el pr茅stamo.
De hecho, algunas investigaciones acad茅micas sugieren que hay una relaci贸n directa entre el estado de la econom铆a y la producci贸n cultural de zombis.
A mayor depresi贸n econ贸mica, dicen, mayor producci贸n de pel铆culas, series de televisi贸n y productos zombi. Al parecer hay paralelos entre el sentimiento de que no hay futuro econ贸mico, con el gusto por el apocalipsis.
En la naturaleza, los zombis tambi茅n abundan. Hay ciertos tipos de avispas que ponen sus huevos en el vientre de ara帽as y cucarachas y las convierten en zombis que ya no responden a otra cosa m谩s que a movimientos mec谩nicos mientras incuban las larvas de las avispas.
Un tipo de hongo tambi茅n infecta a hormigas, alej谩ndolas de su hormiguero y atray茅ndolas a las ramas m谩s altas de un 谩rbol donde mueren y sueltan nuevas esporas del hongo para infectar a m谩s hormigas.
Los muertos vivientes parecen estar por todos lados.
Los zombis se arrastran por las calles incapaces de prestar atenci贸n a otra cosa que no sea el olor a carne humana.
Hay otra especie que hace lo mismo. Miren a trav茅s de su ventana y ver谩n zombis caminando, arrastr谩ndose por las calles incapaces de prestar atenci贸n a otra cosa que no sea la pantalla de sus tel茅fonos inteligentes.
Quiz谩 el concepto zombi se ha extendido tanto que nos estamos volviendo parte de 茅l, sin saberlo.
A fin de cuentas, la tecnolog铆a puede hacernos s煤per humanos o esclavos, zombis.
Parece que despu茅s de todo tener un plan de escape no es una idea tan descabellada.
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ComentariosA帽ada su comentario
En el momento que una persona deja de repetir lo que dicen los medios y piensa por s铆 misma, deja de ser un muerto vivo.
esta ingeniosa la analog铆a
Lo que Romero entregaba en sus pel铆culas no eran los zombies, era expresar la realidad en situaciones de real conflicto, la sociedad sin m谩scaras.
Todos somos zombis frente a la loca carrera de arrasar la naturaleza. La ambici贸n del hombre rebasa la imaginaci贸n del ambientalista mas optimista.
No importan los nacimientos de agua, la biodiversidad, las minas de vida, los bosques, no importa nada, las multinacionales ya est谩n aqu铆 en Colombia desplazando a los anfibios, las mariposas, los manglares, y todo lo que signifique vida. A los pol铆ticos no les importa con tal de que sus cuentas bancarias se llenen.