No más preguntas para Mr. Blair
Si uno quiere ver un programa televisivo en Gran Bretaña, con mucho de drama, una pizca de humor, juegos de palabras y escenas de pasión, no debe esperar hasta la noche, lo mejor es sentarse frente a la pantalla todos los miércoles al mediodía.
No se trata de una telenovela, ni una comedia familiar, sino de Prime Minister Question Time, es decir, la transmisión en vivo de las interpelaciones en el Parlamento que sufre semanal y religiosamente la máxima figura política de este país.
Este miércoles terminó un capítulo histórico en este fabuloso programa al que podríamos llamar Democracia Parlamentaria, el que protagonizó durante diez años el primer ministro Tony Blair, uno de los actores más destacados de este ciclo que lleva décadas en el aire.
Primero se hace necesario explicar cuáles son las reglas de juego de esta maravillosa puesta en escena. Cada miércoles (antes de Blair era cada martes y cada jueves), el líder político del Reino Unido debe asisitir a la en el Parlamento para responder durante media hora preguntas de la oposición y de su propio partido.
A diferencia de muchos otros líderes mundiales, que ensayan discursos o proclaman arengas sin más respuesta que el silencio o el aplauso de las masas, el primer ministro británico se enfrenta cara a cara con decenas de interlocutores que tratan de poner en entredicho las palabras o los actos del gobernante.
Para Matthew Parris, ex parlamentario conservador durante los años de Margaret Thatcher y luego periodista encargado de cubrir los avatares de la Cámara de los Comunes, "es un poco como un match de boxeo, los participantes se conocen de antemano, el protagonista principal es el primer ministro y todos los demás tratan de golpearlo. Si se mantiene parado después de media hora se puede decir que ganó".
Frente al jefe de gobierno se encuentra el líder del principal partido opositor, que está habilitado para repreguntar y tiene asignadas de antemano seis participaciones. El jefe de bancada de la segunda fuerza en importancia puede poner sobre la mesa dos interrogantes o críticas.
¿Qué tal fue el desempeño de Tony Blair en estos trances? Matthew Parris continúa con su metáfora pugilista: "Como boxeador, yo juzgaría a Tony Blair como un pugilista defensivo brillante, él no logró muchos Knock Out, pero nunca fue noqueado, nunca cayó a la lona, fue muy bueno esquivando preguntas, esquivando golpes".
"No creo que haya cambiado la opinión de mucha gente, no creo que haya colaborado con la calidad del debate, ni que haya hecho mucho daño a sus oponentes, pero ellos nunca lo dañaron".
Luego de los lances de los líderes opositores llegan las preguntas de los backbenchers, los legisladores que se sientan en las gradas más altas de la Cámara y no ocupan ningún ministerio ni gabinete en las sombras, como se llama a los asesores más cercanos al líder opositor.
La dinámica del juego dice que los MP (miembros del Parlamento) de la oposición disparan a quemarropa mientras que los miembros del partido gobernante hacen planteos más suaves para darle un respiro al PM (primer ministro) o para que explique alguna de sus políticas, todo esto en medio de exclamaciones y gritos propios de un estadio de fútbol.
Escuche: ¿Qué es Question Time?
Pero a veces las reglas se trastocan, los aliados se vuelven traidores y las puñaladas que más duelen son las que llegan por la espalda. Muchos primer ministros sufrieron motines de sus propios backbenchers, incluyendo Blair y Thatcher, por citar dos de los más famosos contendientes.
El periodista del Times recuerda que Winston Churchill dijo una vez cuando era primer ministro que el partido contrario no era su enemigo: "Frente a mí, los miembros del otro partido son mis oponentes, mis enemigos están detrás mío, es decir, mi propio partido".
Lo curioso es que los parlamentarios no se pueden dirigir entre ellos por el nombre. El primer ministro debe llamar a los miembros de la oposición "el honorable..." o "el honorable miembro del distrito de...", pero para los legisladores de su propio partido la fórmula siempre es "mi honorable amigo", haya o no haya amistad sincera.
"Recuerdo cuando uno de los legisladores del propio partido de Tony Blair le hizo la única pregunta -que yo me acuerde- que lo dejó completamente azorado. El parlamentario simplemente se paró y dijo: "¿Querría decirnos el primer ministro cuál es su filosofía política?". Luego se sentó. Y hubo unos segundos que parecieron minutos donde se produjo un silencio incómodo. Blair no pudo responder sobre su filosofía política y al final terminó recitando una serie de logros del gobierno, pero éste fue un momento muy revelador".
Para que el programa sea entretenido, el líder del gobierno necesita -como en el tango, la salsa y el merengue- una buena pareja con quien salir a bailar. Si el jefe opositor no está a la altura del debate, el juego se vuelve anodino, lo cual también deja una enseñanza: para que haya un buen gobierno hace falta una buena oposición.
Para Parris, Blair fue "suertudo", porque no tuvo contendientes de peso. ¿Cómo noquearía él, entonces -como líder conservador- a su sucesor, Gordon Brown, el ex ministro de Economía laborista?
"La mejor forma de enfrentarlo sería, para el líder de la oposición, en este caso David Cameron, tratar de enojarlo, de provocarlo, reírse de él, burlarse de él. No tendría sentido arrojarle cifras, sumas, estadísticas porque él arrojarla otras tantas contra ti, pero un poco de burla, de sátira, es la mejor forma de llegar a él".
El sistema no es perfecto (la democracia no lo es) y muchas veces, lo que se debate en la Cámara de los Comunes suele tener consecuencias catastróficas para personas que viven a miles de kilómetros de distancia de Londres. Fue en ese escenario y con esos actores que Blair llevó al país a la guerra con Irak, alegando que el gobierno de Saddam Hussein podía atacar intereses británicos en 45 minutos.
Aquel programa especial sentenció a muerte a miles de iraquíes que no tenían ni voz ni voto en esa Democracia Parlamentaria, ni televisor para presenciar como hombres de saco y corbata -respetando las formas y siguiendo el reglamento- los mandaban al cadalso.
Pero yo recuerdo, durante el transcurso de ese debate, que Robin Cook, ex ministro de Relaciones Exteriores de Blair, se paró frente a "su jefe" y sus pares, manifestó su desacuerdo con la invasión a territorio iraquí, renunció a su puesto como jefe de la bancada oficialista y se dirigió hacia las gradas más altas para formar parte de los backbenchers.
Así nos enseñó, a los que estamos mal acostumbrados, que la política es algo más que decir "sí señor" al mandamás de turno, por más que sea el líder de tu partido, el jefe de tu gobierno o el hombre que te paga el sueldo.
Eso es para mí Prime Minister Question Time, una brillante puesta en escena. Y como toda obra teatral que se precie, este drama nos hace creer probables nuestras fantasías: en este caso, que la democracia es posible.
Al menos por media hora...
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Así como nosotros en estas tierras pensamos por un día que la democracia existe y que por primera vez en la historia no ganaría las elecciones presidenciales el candidato que ya se tenía pronosticado. El 5 de febrero del 2006 nos reunimos frente al televisor a ver las cifras de la esperanza, que al final desilusionaron a la mitad del país.
Por lo menos nos dimos la oportunidad de creer en el "sistema". Un Question Time en esta región sería un circo que aburriría a cualquier ciudadano, le interese o no la política.
Bien por los ingleses, cada herramienta con la cultura.
En las pocas ocaciones que ví la media hora de preguntas de la Camara de los Comunes al señor Blair, pensé dos cosas: una que era admirable que tocaran puntos neurálgicos de la vida de un país y ésto se dé en medio de risas y expresiones elegantes de molestia, y aparentemente todo ésto era en serio pero a la vez no volaban cenicerazos ni corría sangre de las narices.
Dos, que éso en mi país sería imposible, pues somos tan inmaduros políticamente y tan impulsivos.
Como conclusión, para conseguir reirse o enojarse elegantemente mientras se usa una estrategia para "moverle el piso" al señor Ministro y que él responda con igual capacidad se necesitan de muchos elementos que no todos los países reunimos y Gran Bretaña sí.
¡Qué suerte! al menos ahi tienen media hora =P
La designación del señor Blair como enviado para el Medio Oriente, parece una burla a la comunidad internacional. ¿Cómo puede ayudar a establecer la paz un hombre que invadió a uno de los países más golpeados por el conflico, como es Irak. El apelativo de "perrito faldero" del Presidente Bush que bien se ganó Blair, es una franca verdad. Blair es parte del lado más sórdido de la historia sangrienta del Medio Oriente. Su figura puede más bien generar problemas. ¿Lo que se quiere es que siga ayudando a Bush?
PREVARICAR
Significa algo así,"..Como mentir a sabienda..".
Estimo que no es motivo de cortesias y risas acordes.., esa media hora, cuando se sabe que el saldo decidido, es: "..la muerte de miles de inocentes..".
Pienso que la DEMÓCRACIA TIENE UN FALLO MUY GRANDE :"...No cabe en el SENTIDO COMÚN, que una persona y sus asociados -llamese Primer Ministro/Presidente/Lider o defensor de los Intereses de pocos, TENGAN EN SUS MANOS LA VIDA / EL SUFRIMIENTO / O LA MUERTE DE INOCENTES, QUE SON CONGÉNERES NUESTROS CON ILUSIONES Y ESPERANZAS COMUNES...;.Debe EXISTIR un MÉCANISMO de CONSULTA GENERAL VINCULANTE, que ponga FRENO AL DESPRECIO DE LA VIDA HUMANA...,POR PARTES DE MINÚSCULAS MINORIAS; QUE TAMBIEN SON SERES HUMANOS -Tan sólo MEJORES POSECIONADOS, por un nacimiento ALEATORIO en este Mundo de todos -".
¡..POR FAVOR, EL EJE DEL CORAZÓN HUMANO, DEBE PASAR POR EL HOMBRE COMO GÉNERO Y NO COMO UNA CUANTIFICACIÓN DE OFERTA - DEMANDA, QUE SE ESTIQUETE COMO BLANCO DE LA CUALIFICACIÓN DE LOS ILUMINADOS..DE TURNO ..!.
........¿ ÚTOPIA ?.....
TRABAJO PARA LOS FILOSÓFOS E ILUSTRADOS ACÁDEMICOS DEL FUTURO, QUE TENGAN LA RESPONSABILIDAD DE INSTRUMENTAR LAS DOCTRINAS, QUE MARQUEN EL DERROTERO DE LA SOCIEDAD HUMANA.
Matias: Mi opiñon sobre el Premier saliente Tony Blair, es que dejo una Inglaterra, con cuentas claras, ordenada, Irlanda comprometida para el crecimiento. Todos tenemos errores, pero quizas en alguna ocación necesarios o estas con el mundo o no sos nadie. El estaba con el mundo y facilito que su gestión sea un aporte a nivel Internacional. Felicitaciones por el deber cumplido. Si ocupa algun otro cargo será porque cuenta con un nivel intelectual diferente. Un beso para la familia desde Argentina Matilde.
Estupendo, ya quisiera ver por aquí en Ecuador algún programa así, y no el monólogo que nos tiene acostumbrado el presidente, donde solo el tiene la razón y el resto esta equivocado. Pero con la prepotencia de nuestro presidente lo más probable es que abandonaría abruptamente la sala antes que tener que enfrentar una respuesta difícil; o menoscabaría al contrincante esquivando la pregunta. En fin me parece un buen ejercicio democrático.
O sea que la democracia es una utopia, no me digas eso!. Y ahora quien podra defendernos?...
Es una buena forma de entender a los ingleses, humor negro sin perder la elegancia. Muy divertido. No me perdía este programa, como reality show sería un éxito.