Mourinho Superstar despide al Chelsea
En Inglaterra hablan de . 鈥淕oodbye Mourinho鈥, , en letras m谩s grandes que el anuncio hace unos d铆as de la desaparici贸n de Luciano Pavarotti.
Tal es la importancia del entrenador portugu茅s como figura medi谩tica, como manipulador de la emoci贸n popular a trav茅s de los medios de comunicaci贸n.
En ese 鈥済oodbye鈥 del Times se est谩 reconociendo la partida de un personaje singular, tan acostumbrado a escribir su propio libreto que hasta dio la sensaci贸n de que 茅l desped铆a al Chelsea y a su propietario, ese ingrato.
No estamos hablando de un mero t茅cnico de f煤tbol, sino de uno de esos protagonistas de la realidad que moldean la percepci贸n de esa realidad, deform谩ndola, claro, porque ese es el verdadero significado de 鈥渕oldear鈥.
Los t茅cnicos convencionales asisten a una conferencia de prensa como una obligaci贸n, casi siempre penosa, para contestar preguntas de ignorantes o impertinentes. En el caso de Mourinho es una oportunidad para alcanzar sus propios objetivos: dictar los titulares, distorsionar los hechos inc贸modos, ridiculizar al t茅cnico del rival y reforzar la moral de sus propios jugadores.
Y todo esto, que en un pol铆tico nos parece repugnante, en Mourinho lo encontramos hasta natural, porque 茅l nos confirma que el f煤tbol es un pasatiempo, un teatro al aire libre, un juego de luces y sombras.
Mourinho siempre ta帽e varias campanas a la vez y se hace respetar por diferentes audiencias: los periodistas, porque les da material para sus cr贸nicas y columnas; los futbolistas, porque asume toda la responsabilidad; los dirigentes, porque les da trofeos; y el p煤blico, porque lo entretiene.
Su especialidad es la puesta en escena.
Cuando su Oporto gan贸 la Liga de Campeones, 茅l 鈥渞ob贸鈥 la escena al estilo de los actores de teatro, desprendi茅ndose de su medalla y apart谩ndose de los festejos, como si le repugnaran. A煤n ahora, cuando la televisi贸n rememora esa ocasi贸n, muestra a Mourinho arranc谩ndose la medalla.
Despu茅s explic贸 que su familia estaba amenazada, pero lo cierto es que 茅l nunca reacciona en una forma convencional y previsible: siempre ofrece una nueva toma, el 鈥溍gulo Mourinho鈥, diferente y m谩s entretenido.
Como el d铆a en que explic贸 que su perro estaba amenazado. (Se recordar谩 que las autoridades brit谩nicas quisieron 鈥渋nternar鈥 al perrito faldero de la familia, pero Mourinho lo hizo desaparecer bajo las narices de los polic铆as.)
S铆, Mourinho es un ilusionista, un prestidigitador, un manipulador de la verdad, pero tambi茅n es un entrenador excepcional.
Le basta llegar a un club para imponer en un par de semanas lo que a otros entrenadores les cuesta a帽os: disciplina, esp铆ritu de sacrificio, ambici贸n.
Los t茅cnicos convencionales comienzan a trabajar y durante los primeros meses piden paciencia, porque 鈥渆st谩n trabajando鈥. Luego, un a帽o despu茅s, piden refuerzos y un poco m谩s de paciencia, para 鈥渞ecoger lo sembrado鈥.
Mourinho siembra y recoge en la misma temporada. John Terry, su capit谩n en el Chelsea, suele decir que el plantel sab铆a el catecismo desde su primera pretemporada: el portugu茅s les exigi贸 memorizar todos los movimientos y variantes, porque durante la temporada no habr铆a tiempo suficiente para revisar la t谩ctica. Los que se olvidaban de algo importante鈥 al banquillo.
El resultado de su f茅rrea disciplina era un f煤tbol sensato, s贸lido, de vuelo bajo pero seguro. En el Chelsea, Mourinho encend铆a las chispas con sus declaraciones y sus jugadores les echaban la manta encima con su juego.
Su gesti贸n fue revolucionaria, porque convirti贸 a un club de perdedores en el m谩s poderoso de Inglaterra. Esta transformaci贸n radical se debe m谩s a 茅l que a los millones de Roman Abramovich.
Un millonario puede sanear una empresa comercial y tambi茅n contratar a buenos profesionales para aspirar al triunfo en el plano deportivo, pero nunca podr谩 inspirar ese triunfo: s贸lo lo podr谩 pagar. Y no hablemos de un f煤tbol de alto vuelo, como ahora quiere Abramovich.
El oligarca ruso est谩 acostumbrado a que le digan que s铆. Y tambi茅n quiere lo mejor. El t铆tulo de la Premier League (en realidad dos t铆tulos) ya le parece poco, ahora quiere dos Ligas de Campeones en una d茅cada (ya se le han ido cuatro a帽os) y un juego comparable al Real Madrid de Di Stefano.
Una personalidad como la de Mourinho se reserva todo el brillo y no admite competencia de sus jugadores ni de los dirigentes. Para 茅l, los jugadores son como las cartas en una mano de p贸ker.
No le gustan las estrellas, salvo las que reflejan su propio brillo. En el Chelsea, bajo su gu铆a, John Terry y Frank Lampard se convirtieron en grandes figuras internacionales. Otros llegaron de su mano.
El problema comenz贸 en el verano de 2006, cuando Abramovich, celoso del protagonismo de su entrenador, forz贸 la contrataci贸n de dos cracks en decadencia, Andrij Schevchenko y Michael Ballack.
Mourinho se resisti贸 a reconocer los m茅ritos del ucraniano y el alem谩n, con lo cual ofendi贸 a su patr贸n, quien comenz贸 a preguntarse por qu茅 Mourinho ahogaba el talento. Y no s贸lo de sus preferidos, sino tambi茅n de jugadores como Joe Cole, Arjen Robben y Shaun Wright-Phillips.
Herido en su amor propio, Abramovich reaccion贸 con una de las armas predilectas de los millonarios: se guard贸 la libreta de cheques, asfixiando el proyecto futbol铆stico de su entrenador.
El flojo comienzo del Chelsea esta temporada es una consecuencia de esa presi贸n, y ahora Mourinho ha dado el portazo, dejando al equipo sin conductor en el peor momento, porque no hay reemplazante a la vista.
El propietario del Chelsea quiere un equipo que adem谩s de ganar lo llene de orgullo, por la calidad de su juego de ataque. 驴Pero qui茅n tiene la piedra filosofal?
Avram Grant, el director de f煤tbol y entrenador interino, no tiene la envergadura m铆nima requerida.
Nos dicen que Guus Hiddink es 鈥溍璶timo鈥 de Abramovich, pero a 茅ste le costar铆a mucho obligar al holand茅s a dejar el tim贸n del seleccionado ruso, con la clasificaci贸n para la Eurocopa 2008 todav铆a en duda.
Juande Ramos, el t茅cnico del Sevilla, aprende ingl茅s a marchas forzadas, pero su incorporaci贸n a esta altura de la temporada tropezar谩 con la terca resistencia de Jos茅 del Nido, el presidente del club andaluz, que hace unas semanas ahog贸 en la cuna el pase de Daniel Alves al club londinense.
Tambi茅n est谩n Fabio Capello (un probado ganador, pero ya despedido del Real Madrid justamente por no garantizar un juego bonito), Jurgen Klinsmann (cuya experiencia es m铆nima y ya rechaz贸 el ofrecimiento) y Didier Deschamps, ex entrenador de Juventud y ex jugador del Chelsea.
Jos茅 Mourinho no estar谩 mucho tiempo sin empleo.
Su trabajo en el Chelsea ha sido un modelo de eficiencia. Lo fundamental es la transformaci贸n de la cultura del club, de gran perdedor a gran ganador.
Ahora nos llover谩n los rumores. Nos dir谩n que Bernd Schuster no est谩 a gusto en el Real Madrid, que Rijkaard tiene los d铆as contados en el Barcelona, que a Berlusconi nunca le gust贸 Ancelotti para el M铆lan, que Moratti ya ha perdido la paciencia con Mancini en el Inter. Y as铆.
Pero que nadie se llame a enga帽o: en los equipos de Jos茅 Mourinho la 煤nica estrella es 茅l.
En el club que lo contrate no habr谩 espacio para cracks aburguesados ni presidentes con delirios de grandeza.
El 煤nico megal贸mano en el club ser谩 Jos茅 Mourinho, entrenador y superstar.
ComentariosA帽ada su comentario
Creo que los rumores sobre posibles destinos del Mou, s贸n m谩s debidos a las ganas de verle dirigiendo uno de esos clubs, tanto de periodistas y de aficionados (aunque luego le cuestionen) que a la t铆pica rumorolog铆a.
驴Qui茅n no quiere saber que har铆a en el banquillo acomodado cul茅? 驴Impregnar铆a de ambici贸n a las estrellas, le dar铆a el peso del equipo a Deco y Puyol, haci茅ndolos a煤n m谩s grandes que antes? Sentar铆a a Ronaldinho hasta venderlo, quiz谩s.
O en el R. Madrid, visto lo visto, el 煤nico equipo que en consumo iguala al magnate ruso, pero con un historial donde solo se conoce la victoria, tanto sobre el papel, como en el alma.
Incluso podr铆a augmentar la inteligencia del Mil谩n, despu茅s de quitarse de encima a Ronaldo y dar una segunda joventud a jugadores como Nesta o Pippo, y una tercera a Maldini y otros.
Mourinho desata hipot茅sis, sue帽os, quiz谩s sea eso lo que le hace grande.
Gracias a Dios que se va... o "lo fueron".
Mourinho, no importa las analog铆as que le regale Lalo, no importa la justificaci贸n o sentidos ocultos que se le quieran dar a su estilo de juego horrible, a su m谩s horrible e impresentable personalidad. Es una verruga en el f煤tbol, una fea y llamativa verruga, por lo destacada, que no tiene cabida ni justificaci贸n.
Esto es deporte, no es pol铆tica ni el turbio mundo de los factores de poder, por lo tanto es un espect谩culo que tiene como principal objetivo el entretener, y su premio debe ser el triunfo, no lo que est谩 ocrriendo ahora con mourinhos, capellos y beniteces.
Adi贸s Mourinho, el f煤tbol agradece tu marcha. L谩stima que seguramente sea por poco tiempo.
Mourinho es el tecnico ideal para dirigir en estos momentos de zozobra e indefinici贸n a un club grande que lleva 10 a帽os con el "rumbo errado" (sic. calamaro). El Atletico de Madrid cumple hoy casi todos los requisitos que expone el Sr. Fain Binda.
Piensenlo detenidamente.
Quisiera escribir sobre el comentario # 2 (de JogoBonito). A juzgar por tu nic, eres un gran fan del futbol como espect谩culo: toques de pelota, ataque, piruetas. Y por eso no te gusta Mourinho. Voy a ser sincero. Nunca me gusto Joao. Ni con el Oporto ni con el Chelsea. Pero sin embargo... recuerdo que en la pelicula Gladiador, alguien le dice al personaje de Russel Crowe: "Eres muy bueno. Pero eso no basta en Roma. Debes dar el espect谩culo. Hacer que la afici贸n se desviva por ti". Mourinho no juega al futbol. NO tiene un estilo particularmente bonito de juego. Pero gana. Y eso, al final, es lo que cuenta. Solemos decir "el equipo X mereci贸 ganar". Pues no. El equipo que gana un partido es quien fue mas apto. Aprovech贸 mejor las oportunidades. No importa que tan "bonito" sea el juego del otro. Simplemente, es supervivencia: no importa ser mas r谩pido, mas bonito, mas fuerte o mas inteligente. Es como mejor combines tus habilidades y aproveches las oportunidades. Y en eso, Joao Mourinho, es excelente.
Hay que dar cr茅dito al que lo merece.Mourinho lo merece. Y si no vean lo que hizo con el Oporto. Y despu茅s con el Chelsea, casi invencible.
que em perdonen los sabelotodos, mou es arrogante y quiere ser el centro d la atencion es cierto pero es un GANADOR lo demostro con el oporto un equipo de bajo presupuesto comparado con los grandes equipos de europa, en cuanto a su estilo de juego sinceramente es un futbol moderno hay esta el Real madrid con su JogoBonito pero mediocre.
sin lugar a a dudas un gran tecnico q impone disciplina, no creo q tarde mucho sin trabajo yo apostaria por el para el barca ya q rijkaard es muy blando.
Excelente articulo. Vale destacar que la hipotesis de mourinho ilusionista tiene muchos argumentos a su favor.
Uno de ellos es la evidente contradiccion entre su desquiciante personalidad para con los rivales, y la tremenda devocion que le rinden sus jugadores.
La pregunta es: 驴quien conoce al verdadero mourinho?
驴su perro? :)
gran director tecnico ganando tantos eventos con chelsea