Viernes sin hurac谩n
Un lunes de octubre hace diecinueve a帽os comenz贸 la semana del hurac谩n grande que cruz贸 Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Belice y Guatemala llev谩ndose cosechas, casas, cerros y todo lo dem谩s que encontr贸 a su paso. Murieron veinte mil personas y qui茅n sabe cu谩ntos animales.
Desde entonces han pasado diecisiete huracanes cuyos nombres s贸lo recuerdan quienes perdieron alguien o algo en el viento, en el agua o en el lodo, porque la memoria colectiva es corta, cuantim谩s ante la desgracia.
Pero parte del trabajo del periodista es conservar el recuerdo de lo que otros olvidaron y contrastarlo con el presente para ver si se aprendieron las lecciones de la historia.
La casa que vol贸
Yo nac铆 un a帽o de hurac谩n grande, cuando el ventarr贸n dobl贸 las palmeras del parque de mi pueblo en Veracruz sin troncharlas, y la lluvia no ca铆a de arriba a abajo sino de lado, y pasaba de largo de aqu铆 para all谩 como si fuera la misma r谩faga enloquecida que en esos d铆as destruy贸 Chetumal.
Dicen los que lo vieron que la furia del cicl贸n levant贸 por el aire una casa con veinticinco personas dentro y la hizo volar m谩s de trescientos metros, aunque uno no crea esa historia cuando ve la construcci贸n de madera que alguna vez fue amarilla y que tal vez sigue en pie en la esquina donde la posaron las fuerzas del meteoro.
La leyenda cuenta que tres a帽os antes del hurac谩n 鈥搎ue se llam贸 Janet- Chetumal se llen贸 de moscos bobos que dejaban manchas verdes en todas partes y se convirtieron en una plaga en varios sentidos. Pero nadie prest贸 atenci贸n.
Eso pasa cada a帽o
A estas alturas pocos pueden dudar que el clima est谩 cambiando 鈥搚a sea por acci贸n del hombre o porque as铆 nos tocaba-, y que esos cambios implican condiciones cada vez m谩s extremas.
Y todos, hasta quienes viven en otras partes del mundo, saben que cada a帽o hay una temporada de huracanes en el Mar Caribe, en el Golfo de M茅xico, en el Oc茅ano Pac铆fico.
Por eso todos, y principalmente los gobiernos de la regi贸n, deber铆an estar preparados para hacer frente a lo que traen agosto, septiembre y octubre. No todos pueden.
No es poca cosa
Estar preparado para lo peor es caro. Hay cosas que pasan cuando nadie lo espera, como los terremotos, y hay cosas que no se pueden evitar, como los huracanes.
En casos as铆 hay que llevar comida, agua, ropa seca y cobijo, m茅dicos y medicinas, seguridad y servicios, desplazar camiones y helic贸pteros y aviones y mulas, organizar el rescate, promover la solidaridad, restaurar las comunicaciones, supervisar la reconstrucci贸n, rehacer la industria y el comercio, apoyar la recuperaci贸n econ贸mica y etc茅tera. Y mantener el resto del pa铆s funcionando m谩s o menos como si no pasara nada.
No es poca cosa. Adem谩s de mucho dinero se necesita mucha disciplina pol铆tica y un gran sentido de servicio social, o al menos uno de las tres.
Cuba tiene uno de los mejores sistemas de emergencia civil del mundo. Hace seis a帽os Michelle destruy贸 parte de la isla y mat贸 s贸lo a cinco personas gracias a la oportunidad con que se organiz贸 la evacuaci贸n de casi tres cuartos de mill贸n de cubanos.
Guatemala evit贸 p茅rdidas econ贸micas importantes porque tuvo la previsi贸n de proteger sus plantaciones de banano con bardas y bordes. Y en Belice la gente se prepar贸 sin p谩nico para lo que iba a venir, que no fue excesivo.
La prensa
La prensa, sobre todo la de Am茅rica Latina, hace un recuento de lo que sucedi贸, m谩s all谩 de la triste estad铆stica de la muerte y del destrozo.
La prensa de Honduras reporta que el gobierno prefiere adoptar una visi贸n optimista ante la desgracia que produjo el hurac谩n F茅lix.
En Nicaragua, la prensa informa que Estados Unidos envi贸 doscientos mil d贸lares con la advertencia de que se trata de ayuda al pueblo nicarag眉ense y no al gobierno que ese pueblo eligi贸 democr谩ticamente. La suma equivale a lo que Washington gasta en tres minutos en Irak.
En El Salvador, la prensa advierte que once por ciento del pa铆s corre el riesgo de sufrir deslaves. Los pescadores salvadore帽os 鈥搎ue llevaban tres d铆as sin salir al mar- no esperaron a que el gobierno levantara la prohibici贸n y zarparon en busca de aguas revueltas.
En Guatemala, que se prepara para elegir presidente, los peri贸dicos se帽alan que las inundaciones afectaron a cientos de familias pero al parecer no causaron da帽os mayores.
La prensa de Costa Rica revisa lo que ha pasado en otros pa铆ses de la regi贸n.
Un instante
Sabr谩 dios, dice el bolero: uno no sabe nunca nada. Hac铆a fr铆o en Londres la madrugada del jueves y se muri贸 Pavarotti.
Por un instante la atenci贸n del mundo se distrajo de v铆ctimas y huracanes y destrozos, y uno se dio cuenta de que todos perdimos algo, y poco tiempo despu茅s uno volvi贸 a pensar en lo que perdieron algunos.
Y viene otro hurac谩n que por el momento es brisa que ser谩 viento que se volver谩 ventarr贸n, y m谩s temprano que tarde tormenta tropical y despu茅s qui茅n sabe.
ComentariosA帽ada su comentario
Amigo Miguel,a esta altura casi un cuate,tanto hace que leo sus impresiones y reflexiones,dice un antig眉o refr谩n"El hombre es el 煤nico animal que tropieza dos veces con la misma piedra",algunos gobiernos en el mundo tienen claro que lo primero y m谩s importante es su pueblo y tratan razonablemente de protegerlo,otros la mayor铆a, est谩n muy ocupados atendiendose a si mismos y sus miserables intereses pol铆ticos y electoreros.Un cercano y lamentable ejemplo,el terrible resultado de Kathrina en EEUU,donde a las perdidas materiales se agregaron perdidas culturales invaluables,principalmente de la comunidad negra y su enorme legado M煤sico-cultural,mientras el mundo observaba con estupor la indiferencia del gobierno del sr.Bush ante la tragedia.Y ciertamente hoy el clima est谩 mal y el sentido com煤n nos dice que ma帽ana estar谩 peor, y,si nos tocaba ,como usted dice,los paises m谩s importantes se encargan de que s茅a a煤n peor,negandose a reducir la contaminaci贸n que genera su actividad.En f铆n ,reciba mi saludo y p谩selo ud.bien Mario
Amigo Miguel: Yo nac矛 y me hice hombre en una isla del Caribe, y conozco bien de huracanes, destrozos y muertes; y conozco tambi茅n de dictaduras, gobiernos e ideolog矛as; pero sobre todo conozco de gobiernos que practican el humanismo d谩ndole protecci貌n a su poblaci貌n, y de otros que no tienen dinero para ello o no les interesa mucho. Su menci貌n a la muerte del bar矛tono Pavarotti es correcta y me agrad貌; porque Luciano Pavarotti fue un buen mensajero de la m霉sica y la paz en medio de un mundo convulso. Descanse en Paz. Gracias amigo Miguel.