"Me enferma ver letreros en espa帽ol en las tiendas", dec铆a hace poco una se帽ora de Iowa que acababa de participar en un mitin electoral de un precandidato republicano.
El sentimiento no es exclusivo de esa se帽ora, sino de muchos otros aqu铆 en Estados Unidos, que vinculan nuestro idioma con la supuesta llegada masiva de inmigrantes indocumentados.
Si se mantiene la feroz campa帽a contra los inmigrantes y los aspirantes presidenciales siguen sacando r茅ditos de su ret贸rica contra los inmigrantes, se puede prever que el a帽o que hoy empieza no ser谩 f谩cil para este idioma.
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Los lectores de 大象传媒Mundo.com, nuestro sitio de Internet, votaron para seleccionar al mejor deportista iberoamericano de 2007. La votaci贸n ya est谩 cerrada y el resultado ser谩 anunciado pr贸ximamente. La 煤ltima vez que miramos, al mediod铆a del lunes 31, el marchista ecuatoriano Jefferson P茅rez encabezaba la votaci贸n por un amplio margen.
Bravo, Jefferson, eres un gran atleta, pero yo me quedo con Lorena Ochoa. Y que conste que no soy mexicano.
El ecuatoriano tiene una extensa trayectoria y en 2007 gan贸 su tercer t铆tulo de campe贸n mundial de los 20 kil贸metros. La IAAF, Asociaci贸n Internacional de Atletismo Amateur, lo considera 鈥渦no de los mejores atletas sudamericanos de la historia鈥.
Es un gran deportista, no cabe duda, pero cabe preguntarse si su calidad justifica una abrumadora ventaja sobre los otros nueve candidatos, que enumeramos en orden decreciente: Lorena Ochoa, Kak谩, Irving Saladino, Los Pumas, Juan Pablo Montoya, Marta, Rafael Nadal, David Nalbandian y 脕ngel Cabrera.
La gran diferencia se debe a que medios ecuatorianos pusieron en marcha una campa帽a de apoyo que se convirti贸 en una masiva demostraci贸n del fervor popular que el marchista inspira en sus compatriotas.
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La ilusi贸n de que algo termina y algo comienza nos permite pensar en la posibilidad de cambio. Y este a帽o no es distinto de otros que han terminado y han comenzado sin conceder un 谩pice a los sue帽os, agobiados por la realidad que todos conocemos.
La realidad que todos conocemos es que el mundo no es m谩s seguro como prometieron George Bush y Tony Blair y quienes los siguieron en la aventura irresponsable de una guerra que ya no tiene final.
Y ahora c贸mo entonces uno -cuyo oficio es hacer preguntas- pregunta qu茅 sigue, y sigue sin encontrar respuestas.
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En la hay muchos futbolistas extranjeros, pero ning煤n gal谩ctico ni fant谩stico, esos p谩jaros de colores tan decorativos pero m谩s o menos in煤tiles que adornan otras ligas rivales.
Esta realidad se hace m谩s evidente durante las fiestas de fin de a帽o, cuando el f煤tbol ingl茅s (o mejor, brit谩nico, no olvidemos a Escocia) es virtualmente el 煤nico que sigue llenando uno de sus objetivos originales, que es entretener al p煤blico.
(En otros pa铆ses se tiene la impresi贸n de que la funci贸n del f煤tbol es dar empleo a los futbolistas; en Inglaterra todav铆a no se ha invertido el orden.)
Cristiano Ronaldo, el mejor jugador de la Premier League, ha marcado 15 goles en sus 煤ltimos 13 partidos. Ayer convirti贸 dos veces en la victoria de (4-0) y si el t茅cnico no lo hubiera sustituido a los 10 minutos del segundo tiempo, habr铆a aumentado la cuenta.
Fernando Torres ha revolucionado el juego de ataque del Liverpool: ayer, en (2-1), convirti贸 su s茅ptimo gol en otros tantos partidos. Y otro crack, Steven Gerrard, sac贸 de la galera el segundo gol del Liverpool, cuando todos (salvo 茅l) se hab铆an resignado a un empate.
Es notable comprobar c贸mo la vitalidad del f煤tbol ingl茅s inyecta generosidad y esfuerzo a tantos extranjeros que en sus pa铆ses se pasar铆an estas fiestas panza arriba, o moviendo el esqueleto en las discotecas
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Tiempo atr谩s en el servicio en espa帽ol de la 大象传媒, el periodista Claudio Rojas sol铆a juntar todos los errores cometidos por nosotros, sus colegas, y los editaba cada diciembre con m煤sica y relatos ir贸nicos de su autor铆a.
As铆 termin谩bamos el a帽o en 大象传媒 Mundo, exorcisando entre carcajadas y rostros sonrojados por la culpa las verg眉enzas propias y ajenas de tantas equivocaciones, producto de transmisiones en vivo, entrevistas conseguidas a toda prisa y salidas al aire con noticias de 煤ltimo minuto.
El otro d铆a mientras visitaba las ruinas de , donde se encuentra la abuela de todas las pir谩mides de Egipto, me acord茅 de aquellas tardes de errores compartidos cuando comprend铆 que en una de mis cr贸nicas de 2007 me hab铆a equivocado en un dato por 1.500 a帽os.
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"Me falta la yuca y los tostones", le dice el cliente a la dependienta en la secci贸n de rotiser铆a del supermercado.
"Ya te completo el pedido, coraz贸n", responde ella entre coqueta y apurada.
En el mostrador de vidrio, una monta帽a de perniles de cerdo asados, con el cuero sequito y crujiente, desaparece en dos minutosy en seguida la reemplaza otra monta帽a igual.
Esta noche es Nochebuena en Jayal铆a. O Hialeah, como se escribe en ingl茅s.
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El Real Madrid gana en el Camp Nou, 1-0, extiende a siete puntos su ventaja sobre el Barcelona y da la impresi贸n de tener a su disposici贸n el t铆tulo. Ya pueden borrar a la Liga espa帽ola de la lista de incertidumbres cautivadoras.
El Inter de Mil谩n gana al AC Milan, 2-1, extiende a 25 puntos (s铆, veinticinco) su ventaja sobre el cl谩sico rival (siete puntos sobre AS Roma, ocho sobre Juventus) y nada parece amenazar su marcha hacia otro t铆tulo. Hace tiempo que el calcio no ofrece sensaciones fuertes, aparte de las policiales.
Francia est谩 recuperando la normalidad, tras un excitante comienzo de temporada, que vio al modest铆simo Nancy, del entrenador uruguayo Pablo Correa, convertirse en la gran revelaci贸n. A煤n ahora, sin ganar en el 煤ltimo mes, est谩 segundo a cuatro puntos del Lyons. El equipo est谩 acusando el esfuerzo, que ha sido tit谩nico, teniendo en cuenta la falta de recursos.
La Premier League es la m谩s interesante, con Arsenal y Manchester United separados por un solo punto, aunque los otros dos grandes se retrasan: el Chelsea est谩 a cinco y el Liverpool a once, si bien con un partido menos.
Llama la atenci贸n la falta de forma de Barcelona, Milan y Liverpool.
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M谩s all谩 del lenguaje de asamblea, de la enumeraci贸n rigurosa de atribuciones, del listado completo de obligaciones y supremac铆as en ciento sesenta y ocho art铆culos minuciosos, cuartilla tras cuartilla se lee la gana de quedarse a solas.
Santa Cruz quiere autonom铆a. Lo primero que uno piensa es que Bolivia corre el riesgo de desintegrarse.
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El presidente y el entrenador del Valencia F煤tbol Club se est谩n cargando a medio equipo, con una brutalidad que los emparienta con Catalina de M茅dicis, la reina madre de Francia en el siglo XVI, durante el reinado de Carlos IX, que mand贸 matar a los hugonotes la Noche de San Bartolom茅*.
Ya han ca铆do ; tambi茅n corren rumores sobre el inminente sacrificio de .
Tambi茅n se dice que la degollina habr铆a espantado a David Villa, quien se plantea la posibilidad de marcharse a su reino de Navarra... bueno, no confundamos al austuriano con el bearn茅s que lleg贸 a ser Enrique IV de Francia.
Como en el caso de la matanza de los protestantes franceses, la responsabilidad de este exterminio de futbolistas no est谩 en claro. Algunos creen que todo es obra de Ronald Koeman, otros suponen que la orden provino del presidente Juan Bautista Soler. Lo m谩s probable es que la degollina convenga a ambos, como fue el caso de Catalina y su hijo el rey.
No confundamos arbitrariedad con energ铆a. Normalmente, cuando una reacci贸n es tan dr谩stica, las medidas no reflejan fuerza, sino debilidad.
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Yo nunca he sido un fan谩tico de la Navidad. Desde el 25 de diciembre de 1984, cuando a la edad de 12 a帽os abr铆 mis regalos y en lugar de juguetes encontr茅 un par de medias, esta fiesta siempre me recuerda la p茅rdida de mi infancia.
Pero mi mujer no, ella es de arbolitos iluminados, familia unida abriendo regalos y cena especial de Nochebuena. Por eso, desde octubre ya estaba preocupada pensando d贸nde 铆bamos a encontrar un 谩rbol, unas lucecitas y unas guirnaldas en El Cairo.
Y hete aqu铆 que para sorpresa m铆a y alivio de ella, mi barrio cairota parece este diciembre un vecindario de Helsinky. Por donde paso encuentro a , me rodean
naturales y de pl谩stico, para colgar en las puertas y hasta nieve artificial en tiendas, hoteles y supermercados.
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La primera vez que viv铆 en Londres, entre 1998 y 1999, recib铆 durante unos meses a un amigo que quer铆a -necesitaba- aprender ingl茅s.
Visit贸 academias, compar贸 m茅todos y consult贸 precios con una rigurosidad de matem谩tico de Harvard, tratando de dar con el lugar en el que iba a aprender m谩s ingl茅s en el menor tiempo y al mejor precio.
Estando a煤n en el proceso de reflexi贸n, fue a visitar en Edimburgo a una de sus hermanas, que pocos a帽os antes se hab铆a casado con un escoc茅s.
Estando all谩, les cont贸 el resultado de sus pesquisas y las dificultades que ten铆a para tomar una decisi贸n.
"Yo necesito un lugar donde tenga que hablar ingl茅s todo el tiempo y que me cueste poco dinero", dijo.
"Jail! (隆la c谩rcel!)", le respondi贸 su cu帽ado como un latigazo.
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鈥淐辞苍尘颈驳辞, del mundo鈥, dice . 鈥淐辞苍尘颈驳辞, del mundo鈥, dice .
驴Por qu茅 lo dicen? Normalmente, los t茅cnicos se cuidan de hacer este tipo de pron贸sticos. Un entrenador de club no dice, por ejemplo, 鈥渉oy ganar茅 por goleada鈥, que es el equivalente inmediato, en el plano cotidiano, del 鈥渟er茅 campe贸n del mundo鈥 de estos seleccionadores de equipos nacionales.
驴Son, simplemente, vanidosos, arrogantes (o 鈥済anador鈥, como se define modestamente S谩nchez), o tienen otras razones, ajenas a su personalidad?
En ambos casos, los entrenadores tratan de corregir un problema psicol贸gico que detectan en sus pupilos: en el caso de S谩nchez, la falta de ambici贸n, que supuestamente inhibe a los jugadores; y en el caso de Capello, el apoltronamiento, la abulia, que sofoca el fuego vital de sus hombres.
Tanto el mexicano como el italiano creen que se trata de un bloqueo mental, que impide a los jugadores mostrar toda su val铆a.
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Tome usted un pa铆s agobiado por el desorden y su prima la corrupci贸n, la inflaci贸n y su hija la pobreza, su hermana la guerrilla, y su madrina el narcotr谩fico. Tome usted una sociedad cansada de un estilo de gobernar y de todo el establishment pol铆tico, integrado por una 茅lite semejante a todas las 茅lites gobernantes. Proponga honradez, tecnolog铆a y trabajo.
En tres a帽os haga crecer la econom铆a, atraiga la inversi贸n, aplaste a la guerrilla o al enemigo en turno, enfr谩squese en una guerra con el pa铆s vecino, convoque a nuevas elecciones. Ganar谩 de nuevo. Y tarde y temprano se convertir谩 en la persona que destruy贸 un sistema para terminar construyendo el suyo. Cuando llegue el momento env铆e su renuncia por fax. Un d铆a lo sentenciar谩n a seis a帽os de c谩rcel.
Eso le pas贸 a Alberto Fujimori.
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Con el t铆tulo 鈥淔abio Capello, an Apology鈥, he recibido un comunicado del Centro Brit谩nico de Periodistas Deportivos, cuya traducci贸n transcribo a continuaci贸n.
鈥淧or razones que se nos escapan, el p煤blico se ha formado la impresi贸n de que los comentaristas deportivos de estas islas ten铆amos una p茅sima opini贸n de Fabio Capello: que lo consider谩bamos un t茅cnico mediocre, anticuado, arbitrario, obcecado, indigno de consideraci贸n para cargos de importancia.
鈥淨ueremos dejar constancia de que, por el contrario, los comentaristas brit谩nicos, a diferencia de los espa帽oles, estamos ahora convencidos de que FC es un t茅cnico superlativo, moderno, justo, flexible, el m谩s indicado para un cargo de tanta importancia como seleccionador de Inglaterra.
鈥淓l malentendido alcanz贸 a otras caracter铆sticas fundamentales de este pr贸cer del deporte contempor谩neo:
鈥淨ue era un hombre hosco, hura帽o, sin amigos, por ejemplo. Nada m谩s lejos de la verdad: sostenemos ahora que Capello es un hombre afable, un conversador formidable y un amigo fiel de numerosos artistas y otras personas refinadas.
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Dos a帽os atr谩s, cuando llegu茅 a Egipto como turista, vine a visitar a mi amigo y corresponsal por entonces del servicio brasile帽o de la 大象传媒 Paulo Cabral.
Lo primero que hizo Paulo cuando pis茅 la capital egipcia fue poner a mi disposici贸n su "taxi personal". En un primer momento pens茅 que se trataba de una extravagancia de mi colega... nunca me imagin茅 que en el futuro yo tendr铆a mi propio taxista en esta ciudad.
Si uno como extranjero vive en El Cairo y no tiene autom贸vil, es m谩s que recomendable tener un taxista de confianza por razones que expondr茅 a continuaci贸n. Yo conoc铆 a Sad una tarde de s谩bado en el barrio copto y no hubiera podido sobrevivir estos cuatro meses sin 茅l.
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Nos preguntaban hace unas semanas si, con tantos hispanohablantes en este pa铆s (30 millones), hay una modalidad de nuestro idioma que pueda considerarse estadounidense, como pasa con el espa帽ol de M茅xico o de Argentina.
Lo primero que habr铆a que decir es que hay una modalidad del idioma que ya estaba en este territorio cuando se convirti贸 en Estados Unidos de Am茅rica.
Se trata de las comunidades fundadas por los espa帽oles en el siglo XVI en el sur del pa铆s, donde hoy est谩, por ejemplo, el estado de Louisiana.
Despu茅s, est谩n los territorios en los que se habl贸 espa帽ol durante m谩s de 300 a帽os hasta que fueron anexados por la fuerza a la uni贸n americana. Es decir, California, Texas, Nuevo M茅xico y otros.
Finalmente, est谩 el espa帽ol que se habla en los lugares de gran presencia de inmigrantes donde, obviamente, tiene las caracter铆sticas que trae la comunidad dominante.
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En los pr贸ximos d铆as, tal vez horas, sabremos si realmente quiere ser el pr贸ximo seleccionador de Inglaterra o se ha estado burlando de la Asociaci贸n Inglesa de F煤tbol (FA), d谩ndole esperanzas de nupcias al tiempo que celaba a su pretendiente preferido, .
Jos茅 me llam贸 esta ma帽ana, para consultarme sobre sus opciones*.
鈥溌縌u茅 puedo aconsejarte yo, que de f煤tbol no entiendo nada?鈥, le dije.
鈥淧ero t煤 entiendes de remuneraciones, o sea de motivaci贸n: tengo entendido que has rechazado ofrecimientos muy importantes para seguir recibiendo un salario鈥 bueno, un salario鈥︹
鈥淓n escala humana, en escala humana鈥︹ le interrump铆. 鈥淰amos, Jos茅, que mi sueldo no es el tema. 驴Qu茅 quieres saber?鈥
鈥淓s simple鈥, dijo. 鈥淨uiero que me digas si a mi edad, 44 a帽os, y con mi trayectoria, ya tengo el derecho a hacerme rico sin trabajar, o si debo seguir gan谩ndome la vida con el sudor de mi frente, como aconsejaba mi padre.鈥
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Uno lee las ocho p谩ginas y no sabe qu茅 pensar porque no todos los d铆as tiene acceso a un documento as铆.
En la portada, el escudo de la oficina del director de Inteligencia Nacional y el sello del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos garantizan que lo que uno va a leer es confiable y es 煤til para entender la realidad.
Uno est谩 a punto de leer las conclusiones del an谩lisis de expertos y esp铆as, militares y civiles, in situ o de academia, de antes y de ahora, de aqu铆 y de otras partes.
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El tema puede ser presentado de dos maneras.
1) Los viejos flatulentos del f煤tbol italiano, desesperados ante la creciente intolerancia y brutalidad en los estadios, quieren imponer la virtud por la fuerza, decretando , con los jugadores aplaudi茅ndose mutuamente al finalizar el partido y compartiendo luego un refrigerio, como los chicos del rugby.
2) Los dirigentes del calcio, en un raro momento de inspiraci贸n, quieren introducir un nuevo elemento en el c贸digo de conducta de los futbolistas, dando un ejemplo de caballerosidad y tolerancia al p煤blico de las tribunas.
La primera versi贸n sugiere que estos viejos est谩n jugando a ser Mois茅s, cuando baj贸 de la monta帽a con los mandamientos grabados en una piedra.
La segunda presentaci贸n pretende que estos se帽ores tienen un cabal sentido de la responsabilidad social del juego y quieren aportar algo positivo.
Me gustar铆a mucho estar de acuerdo con el segundo punto de vista, pero la naturaleza de las cosas parece indicar que el acto de obligar a los jugadores a saludarse y felicitarse equivale a poner la carreta delante del buey.
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Cuando mis colegas Jos茅 Baig y Carlos Ceresole se lanzaron por las carreteras del sur de Estados Unidos con el prop贸sito de unir Miami con Los 脕ngeles
hablando s贸lo espa帽ol, algunos lectores alegaron que ese no era un gran desaf铆o, que desaf铆o hubiera sido viajar por el centro o el norte del pa铆s.
Inspirado por esos amantes de las emociones fuertes, yo propuse a la 大象传媒 hacer un "驴Habl谩s Espa帽ol?" en el Medio Oriente, partiendo desde Egipto hasta Jordania, pasando por Siria e Irak y terminando en Ir谩n. Mis jefes, inexplicablemente, dijeron que no.
Yo atribu铆 la negativa a la falta de presupuesto y sal铆 entonces a buscar gente que hablara espa帽ol en El Cairo. Aunque no lo crean, encontr茅 m谩s de los que ustedes piensan, pero lo interesante no es tanto el n煤mero como las motivaciones detr谩s del aprendizaje de esta lengua.
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Menos de la cuarta parte de los inmigrantes latinos son capaces de comunicarse eficientemente en ingl茅s.
Esta es, tal vez, la principal conclusi贸n de un estudio que acaba de publicar el , una organizaci贸n no gubernamental de estudios latinos.
La investigaci贸n confirma, adem谩s, lo que ya han dicho algunos especialistas sobre el tema, en el sentido de que con el paso de las generaciones, el ingl茅s va ganando terreno frente al espa帽ol.
Es decir, si solo 22% de los latinos habla ingl茅s al llegar a este pa铆s, 88% de sus hijos nacidos aqu铆 lo dominar谩n y conservar谩n algo del espa帽ol que escucharon en casa y 94% de sus nietos se comunicar谩n 煤nicamente en ingl茅s.
O, al menos, eso dice el estudio de Pew Hispanic Center.
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El sorteo de la depar贸, como siempre en estas ocasiones, un Grupo de la Muerte, con equipos poderosos y antiguos ajustes de cuenta.
, nada menos.
Ustedes se preguntar谩n c贸mo es posible que se encuentren nuevamente, repitiendo sus enfrentamientos del Mundial y del grupo de clasificaci贸n para esta Eurocopa. Los jugadores se conocen tanto que ya no intercambian camisetas: ahora est谩n en la etapa de los calzoncillos.
Los genios que idearon el sistema del sorteo pusieron en la primera urna a Suiza, Austria, Grecia y Holanda; en la segunda quedaron Croacia, Italia, Rep煤blica Checa y Suecia.
El segundo cuarteto parec铆a m谩s s贸lido que el primero, claro.
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