El orgullo nacional
Todos los atletas que acuden a una cita ol铆mpica vienen con el sue帽o de poder subirse al podio. Pero m谩s all谩 de la gloria personal, en un evento como 茅ste la verdadera recompensa est谩 en tratar poner en lo m谩s alto el nombre de su pa铆s.
El sentimiento, sin embargo, no es exclusivo s贸lo para los medallistas, ni siquiera para los atletas. Se contagia a todos, a ustedes, a m铆, a mis colegas periodistas, t茅cnicos, directivos y por supuesto al p煤blico local.
Todos sufrimos y nos emocionamos con la actuaci贸n de quienes representan a nuestros pa铆ses, en cualquier parte del mundo.
En Pek铆n es igual, el orgullo por hospedar los juegos se respira en cada esquina. Y ese sentimiento es mayor cuando se trata de apoyar a sus atletas.
La ciudad est谩 vestida de fiesta. Hay pancartas en todos lados con el lema de "un mundo, un sue帽o" a donde voltees. Pek铆n 2008 por aqu铆, bienvenidos por all谩. Un impresionante despliegue mostrado por el Comit茅 Organizador. Pero la verdadera celebraci贸n estaba en el rostro de la gente, en la de lo ni帽os especialmente.
En el metro compart铆 un buen trayecto con uno que se ve铆a hab铆a estado en el ceremonia de apertura. Estaba aferrado a su antorcha de juguete, esa que repartieron para dar vida a las gradas del nido. Y brincaba, re铆a, y no dejaba que nadie, ni su pap谩 le sostuviera su antorcha por apenas un segundo. Lo hubieran visto tratando de amarrarse los zapatos.
Aprovechando que es fin de semana la gente se lanz贸 a la calle en una muestra de absoluta alegr铆a. Bandanas, pa帽uelos y cintas rojas en la cabeza, camisetas con el mapa del pa铆s, con palabras de apoyo e incluso m谩s de un "I Love China" escrito en ellas.
En los alrededores de la Plaza de Tiananmen no dej茅 de ver a cada paso caritas pintadas con la bandera y un ej茅rcito de vendedores a cada salida del metro ofreciendo las de verdad, en diversos tama帽os y formatos.
Rectangulares, grandes y peque帽as, en forma de coraz贸n y de un rojo intenso, con sus estrellas blancas en una esquina, para dejar en claro que ese latido es por la madre patria.
La gente vino de todos los rincones del pa铆s para ser parte la emoci贸n. Los ve铆a como yo, tratando de entender el metro de la capital, pidiendo direcciones, preguntando c贸mo llegar a tal o cual estadio.
Y dentro del complejo ol铆mpico, aquellos que pose铆an las muy codiciadas entradas para alguno de los eventos saltaban de gusto, estallaban de alegr铆a, pensando que ver铆an a alguno de sus deportistas y que iban a poder auparlos desde las gradas, al grito de vamos China.
Supongo que ustedes sentir铆an lo mismo si tuvieran la oportunidad de ver a uno de sus deportistas en vivo. Pero estoy seguro que igual los apoyan desde la pantalla de su televisor. A fin de cuentas su gloria tambi茅n es nuestra. 驴Est谩n de acuerdo?
ComentariosA帽ada su comentario
Si a trav茅s del televisor ayer casi a las 2 am (hora local Caracas, Venezuela) mis amigos y yo desbord谩bamos de alegr铆a saltando y gritando cuando empatamos en el 4to set de volleiball frente a los campeones mundiales, no puedo imaginar lo emocionante que debe ser presenciar en persona un juego ol铆mpico donde el equipo o el atleta de tu propio pa铆s est茅 participando... Debe ser algo indescriptible... fascinante! Me encant贸 tu nota Fucho, sigue ayud谩ndonos a seguir las olimp铆adas con estos detalles tan emocionantes a trav茅s de tus palabras desde Pekin. Un abrazo desde Caracas.