Sarkozy, La Marsellesa y Carla Bruni
El presidente de Francia quiere suspender los partidos del seleccionado de úٲDZ cuando la afición silbe y abuchee el himno nacional.
¿Es éste un problema social, político o deportivo? ¿O las tres cosas al mismo tiempo?
El tema tiene su miga, porque en Francia el himno que la afición local suele abuchear es La Marsellesa, en vez del himno nacional del equipo visitante.
(Supongo que a Sarkozy no le parecería del todo mal que la afición francesa abuchee el himno nacional de otro país: sería malo, pero menos malo.)
El asunto también tiene importancia en relación con la campaña de otro francés, Michel Platini, el presidente de la UEFA, para proteger los intereses de su país en el ámbito del úٲDZ europeo.
Los españoles creen que esta es la verdadera motivación en la decisión de la UEFA de sancionar al Atlético de Madrid por lo sucedido en ocasión de la visita del Marsella, en un partido válido por la Liga de Campeones.
Y los ingleses creen que la protección de la débil liga francesa de úٲDZ es la verdadera motivación de la campaña de Platini en contra de los intereses de la Premier League (y de paso contra otras ligas grandes, como la española).
El presidente Sarkozy llegó tarde al partido Francia-Túnez, el martes, seguramente para ahorrarse el disgusto de escuchar a buena parte de la afición local, de origen tunecino y de otros países del Magreb, expresar su desaprobación cuando el cantante Laam (francés de origen tunecino) entonó el himno nacional.
Sarkozy sabía que eso ocurriría, porque se ha hecho casi una norma cuando el equipo nacional enfrenta a seleccionados de países del Norte de África.
Llegando tarde, Sarkozy no debía tragar ese sapo. Pero el problema surgió nuevamente durante el partido, porque la afición también abucheó a jugadores franceses de origen magrebí, en particular a Hatem Ben Arfa.
Al pobre Ben Arfa, nacido en Francia de padres tunecinos, se la tienen jurada porque no quiso aceptar el ofrecimiento de la Federación Tunecina de Fútbol de jugar en su seleccionado, prefiriendo hacerlo para Les Blues.
(El chico no se da por ofendido: sabe que es algo pasajero.)
La ira de Sarkozy aumentó cuando muchos espectadores abandonaron el estadio, desilusionados ante el marcador, que era favorable 3-1 al local.
Al día siguiente, el ministerio de Salud y Deportes anunció que "cualquier partido en que el himno nacional sea abucheado será suspendido de inmediato y los miembros del gobierno presentes dejarán el estadio".
Esto sería inconcebible en otros países, donde el gobierno no es la autoridad encargada de suspender los partidos de úٲDZ.
El presidente de la federación de úٲDZ, más sereno, dejó en claro que él no se responsabilizaba de lo que pudieran hacer 50.000 fanáticos encolerizados en las calles, a lo que Sarkozy replicó que el Estado se haría responsable.
¿Responsable? ¿Y cómo? ¿Apaleando a los aficionados?
Una posible solución sería que la seductora cantante Carla Bruni (una chica inmigrante, nacida en Italia) diera un concierto ligera de ropas en la Plaza de la Bastilla.
El problema (del abucheo, no de Carla Bruni) ha sido exagerado por razones DZíپs.
En realidad, el himno es abucheado y silbado justamente porque a gente como Sarkozy le fastidia tanto.
El establishment francés venera de tal modo a La Marsellesa que es natural que sectores anti-establishment recojan el guante y expresen su desagrado.
La mayoría de quienes abuchean son muy jóvenes, adolescentes, y por consiguiente franceses de nacimiento.
Los ingleses tienen experiencia en esto, aunque sus conclusiones son diferentes.
Durante el gobierno de Margaret Tahtcher, uno de sus ministros, Norman Tebbit, un pilar de la derecha del templo, muy conocido porque instaba a los desocupados a montar en sus bicicletas y buscar trabajo, había dado con una peculiar prueba de nacionalidad: eran ingleses los espectadores de cricket que aplaudían al seleccionado inglés; los otros eran extranjeros.
En aquella época, de frecuentes roces sociales y étnicos, la población inglesa originaria de las Antillas solía fastidiar a sus compatriotas blancos aplaudiendo al equipo caribeño de cricket, por entonces muy poderoso.
El presidente Sarkozy ha adoptado la célebre "prueba de nacionalidad" de Norman Tebbit, 20 años después.
¿Se atreverán a cancelar un partido porque un sector de la afición abuchee el himno?
Habrá que verlo. Avisen a Carla.
ComentariosAñada su comentario
Me causo gracia, eso de Carla Bruni en pelota cantando para calmar a las fieras. Sobre el tema de fondo, bueno, los chicos magrebies se estan burlando de quienes los marginan y humillan fuera del estadio, en el trabajo (o falta de el). Y Sarkozy reacciona exactamente como ellos quieren.
Sorprendente a los extremos a los que pueden llegar los politicos, pense que cosas asi de ridiculas solo pasaban en America Latina....Sarkozy deberia ocuparse de solucionar los problemas de marginacion y pobreza que acosan a esos jovenes, en lugar de buscar protagonismo en los medios con declaraciones ridiculas
Estoy de acuerdo con Esteban. Sobre las Elecciones 2010 Colombia, hay un portal llamado elecciones.com.co dedicado a proveer información relevante sobre las próximas elecciones en Colombia, los presidenciables y los candidatos al congreso que harán parte de estas, es muy interesante. También se discuten temas similares al de este blog.