África, entre el sueño y la pesadilla
Pierdes 4 a 0, como visitante, con quince minutos por jugarse, y terminas 4-4.
Este cuadro de fantasía, de sueño del pibe, sólo puede darse en la Copa Africana, el último torneo romántico, donde cabe esperar todo, de lo bueno y de lo malo.
Los analistas nos dirán que un resultado como el de Angola-Mali, en la inauguración de la Copa, demuestra incompetencia técnica, revela más errores que virtudes.
Tal vez sea así en el primer mundo, el reino de lo previsible, donde todo está bajo control. Pero suena a tontería en el mundo de la fantasía, de los sueños, donde el úٲDZ es para los aficionados y no los analistas.
En otro espacio de ý Mundo decíamos que África es el continente más futbolístico de todos, porque en América y Europa otros deportes comparten y diluyen la atención de los aficionados.
Mucho se ha criticado a la Fifa y a su presidente, Sepp Blatter, pero en la lista de los aciertos seguramente hemos de anotar su apuesta por África, más allá de las razones DZíپs que también habrán tenido mucho que ver.
Menos elogiable, por supuesto, es la mansa aceptación de garantías de seguridad en zonas donde las ascuas de la guerra todavía están encendidas.
No hace falta ser un experto para reconocer a Cabinda como una región donde es muy difícil garantizar la seguridad. El gobierno de Angola, por razones DZíپs, decidió que allí debía desarrollarse el programa de uno de los grupos de la Copa, y la Fifa y la CAF (Confederación Africana), también por razones DZíپs, lo aceptaron.
No nos engañemos: el ataque contra la delegación de Togo, que provocó tres muertos y varios heridos, pudo terminar en algo mucho pero mucho más grave.
Los atacantes concentraron sus disparos sobre el primer ómnibus del convoy, que llevaba el equipaje y el equipo. Los jugadores viajaban en el segundo ómnibus.
Ahora abundan las expresiones de preocupación sobre la seguridad en el Campeonato Mundial de Sudáfrica. Si ha ocurrido en Angola, se dice, también puede ocurrir en Sudáfrica... ¿acaso no es el mismo continente?
Este razonamiento es superficial, en el mejor de los casos.
Sudáfrica no está emergiendo de una guerra civil, como Angola. Sus problemas de seguridad tienen que ver con la delincuencia, como también es el caso de Brasil, que organizará, para satisfacción general, un mundial de úٲDZ y los juegos olímpicos.
La seguridad es un problema general y las amenazas asoman su fea cabeza en cualquier sitio. Matar gente es muy fácil, basta con dispararle.
Los expertos en seguridad, o al menos los expertos que no se ganan la vida exagerando los riesgos de la seguridad, nos dicen que la seguridad total no existe.
Dicho esto, también es cierto que no conviene jugar con fuego, como han hecho Angola y la CAF al arriesgar la seguridad de cuatro delegaciones (Togo, Costa de Marfil, Burkina Faso y Ghana) para demostrar que Cabinda está "pacificada".
Sea como fuere, el alboroto desencadenado por el ataque contra la delegación de Togo ha puesto nuevamente el énfasis en el tema de la seguridad y lo que podría ocurrir si un plantel o un jugador de los "gordos" son atacados.
Francamente, todos estamos horrorizados por lo que le acaba de ocurrir a Togo, pero si les pasara a Brasil o Inglaterra en un mundial nos arrojaríamos a un precipicio.
(En esto de la repercusión periodística y popular de los hechos, no hay igualdad: imaginen las diferentes reacciones si en sendos accidentes se lastimaran Angelina Jolie y una actriz menos famosa, casada con un señor menos festejado que Brad Pitt.)
Dirigentes de países que han gestionado amistosos y/o campos de entrenamiento en países africanos antes del mundial están revisando sus planes, para asegurarse (como si esto fuera posible) de que todo esté bajo control.
En esto la "sensatez" tiene muy poco que ver.
Los dirigentes sudafricanos dicen que la comparación entre Sudáfrica y Angola refleja un punto de vista neocolonial, con tintes racistas, la actitud de menosprecio de blancos que no creen en la competencia de los negros.
A esto, mucha gente de buena fe replica que no se trata de la competencia de los negros, sino de la agresividad e ingenio de algunos grupos interesados en espolear la sensación de inseguridad que se percibe actualmente en el plano internacional.
La diferencia entre Angola y Sudáfrica es significativa, sin embargo.
Los sudafricanos señalan su mayor experiencia en la organización de eventos internacionales (más de 150 desde la transición del apartheid al régimen actual) sin graves problemas de seguridad.
El último de ellos, la Copa Confederaciones, de la Fifa, sólo requirió el arresto de 39 personas dentro o fuera de un estadio.
En el país, además, no existen movimientos separatistas ni otros grupos sediciosos.
Pero al mismo tiempo, si escuchamos a ciertas voces en la fraternidad de los "expertos en seguridad", llama la atención que en setiembre pasado una amenaza no identificada provocara el cierre temporal de la embajada de Estados Unidos en Pretoria y los consulados en el resto del país.
En opinión de Neil Thompson, director de operaciones de red24, una empresa de seguridad británica, citado hoy por The Guardian, las fronteras son vastas y mal vigiladas ("porosas" es la palabra que usa el experto), el acceso a armas, explosivos y refugios es fácil y los servicios de seguridad no han sido puestos a prueba por un grupo terrorista internacional.
Pero en esto también podemos acotar que lo mismo se puede decir de Brasil... y ya nadie habla de los problemas de seguridad en el país sudamericano.
Ya se hablará, cuando llegue el momento, porque la seguridad, o mejor dicho la inseguridad, es el gran tema de nuestra época.
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Creo que hay bastante diferencia entre Sudçafrica y Angola, asçi como con Brasil. Este pais ha progresado mucho y estoy seguro que organizarça una copa en 2014 que serça inolvidable.
Muy buen análisis,
Y claro que hay diferencias entre todos los paises y continentes, pero los problemas particulares no se pueden utilizar como escusa para el menosprecio de sus sociedades. Ayer tuve que soportar en el programa de los manolos que un impresentable dijese lo siguiente: "no se puede comparar Angola con Sudáfrica, porque Sudáfrica es el país más EUROPEO de África". Como si todo lo relacionado con europa está bien y el resto del mundo mal... Parece que todavía vivimos en la época de la colonia, y esto efectivamente me suena a racismo y xenofóbia; así que no creo en las explicaciones y justificaciones de esta actitud por parte de los buenos samaritanos.
Que nunca se nos olvide que África fue un continente EQUILIBRADO y AUTOSUFICIENTE antes de la colonia y que esa raza negra que tanto despreciamos ha sido capaz de liberarse de los cientos de yugos impuestos por los fantásticos países europeos a pesar de las desigualdades técnológicas y numéricas... Así que sigue siendo y será el maravilloso continente de los sueños incluyendo los sueños futbolísticos...
Un saludo
Sinceramente, he visto dos o trespartidos de la copa Africa y me han parecido mediocres...Creo que muchos de los elogios que leo por alli son de blanquitos con culpa, que quieren elogiar a los jugodres africanos para limpiar la conciencia.