Cómo medir el valor de Rooney, CR9 y otros
Elena di Cioccio, la intrépida reportera italiana, se ajustó su grueso guante amarillo y palpó la aparentemente abultada billetera del empresario Stan Kroenke.
"Non è così piccola come il pacco di David Beckham", dijo a los camarógrafos que estaban registrando la escena. "Questo è un vero uomo, abbastanza ricco per comprare il Arsenal", concluyó entre los aplausos de los testigos circundantes.
Como es sabido, Di Ciocco, una de las animadoras del programa satÃrico La Hiena, se acercó hace unos dÃas a David Beckham y tras palpar sus genitales pregonó a los cuatro vientos que la evidencia no se correspondÃa con las fotografÃas de Beckham publicitando calzoncillos Armani, tarea en la que ahora ha sido relevado por Cristiano Ronaldo.
En una época en que los galácticos ya no venden camisetas sino calzoncillos, y los periodistas, en vez de preguntarse sobre la capacidad futbolÃstica de los jugadores, prefieren calcular las dimensiones de sus genitales, no es de extrañar que la capacidad de la billetera de Kroenke haya sido examinada por los expertos.
Kroenke es un millonario estadounidense que posee 29,9% de las acciones del Arsenal inglés: sólo le faltan (o le faltaban hace unos dÃas) 17 acciones para completar el 30%, porcentaje que lo obligará a hacer una oferta por el resto del paquete accionario, según las normas vigentes en la Premier League inglesa.
El Arsenal es uno de los pocos clubes bien administrados en el ´Úú³Ù²ú´Ç±ô internacional, si por "bien administrado" entendemos un control más o menos racional de ingresos y egresos, con una planificación por lo menos discreta de los recursos humanos.
Mucho se ha escrito y hablado sobre las verdaderas intenciones del empresario. Se dice, por ejemplo, que un personaje tan ducho como él no tendrÃa tanto dinero invertido en el extranjero si su intención no fuera el control de la operación.
Otros dicen que el olfato de Kroenke le permite detectar que su inversión en el Arsenal es una de las más seguras del mundo, porque el club está saneado y bien conducido, tanto en el plano empresarial como el deportivo.
Ese 30% vale el doble que un porcentaje similar en una operación más riesgosa, como la de los clubes de Manchester u otros de Londres, creen algunos analistas.
Estamos ante uno de los empresarios deportivos más importantes del mundo, propietario en su paÃs del Denver Nuggets (baloncesto), Colorado Avalanche (hockey) y Colorado Rapids (´Úú³Ù²ú´Ç±ô soccer).
También tiene importantes participaciones en otros clubes, en particular un 40% en el St. Louis Rams, del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô americano, y su paquete en el Arsenal, un club al que la revista Forbes evaluó, hace un par de años, en 1.200 millones de dólares (el tercero en el mundo según esta estimación, después del Man U y el Real Madrid).
Es posible aplicar la técnica patentada por Elena Di Cioccio a otros personajes y situaciones del deporte internacional.
El genio de esta italiana consiste en haber descubierto el verdadero sistema en que se basa el análisis de las cualidades de los personajes en el deporte profesional.
Es obvio que el valor de mercado de Wayne Rooney, por ejemplo, que acaba de marcar los cuatro goles del Man U en la victoria ante el Hull City, seguramente se ha disparado.
Esos cuatro goles "pesan" más que un reconocimiento meditado de los méritos que este excepcional futbolista ha mostrado durante varias temporadas en el primer nivel.
Hace unos dÃas mencionamos que se hablaba del presunto interés del Barcelona por
sus servicios, con una oferta de nueve millones netos por año.
Hoy el Times dice que Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, habrÃa ordenado a sus colaboradores que compren a Rooney a cualquier precio, para repetir en el Bernabéu la pareja que tantas alegrÃas provocó entre los parroquianos de Old Trafford.
¿Cuatro goles? Entonces debe ser muy bueno, habrán dicho en Madrid.
Es una reacción instintiva, como la de palpar la intimidad de un hombre para medir su valor: al parecer, Cristiano Ronaldo, sucesor de Beckham en el Real Madrid y en la Casa Armani, necesitarÃa a Wayne Rooney para rendir en forma equilibrada.
En el partido de ayer ante el Málaga, en el que marcó los dos goles de su equipo, CR9 fue "ángel y demonio": sublime a la hora de los goles, pero descontrolado cuando lastimó con un codazo a un adversario que lo sujetaba.
"Vio la roja por golpear con el brazo en la cara a un rival provocándole una hemorragia, por lo que (el jugador del Málaga) tuvo que ser sustituido", escribió el árbitro del partido.
En vez de aceptar esto, el portugués protestó con gestos ampulosos y dijo que "cualquier persona que entienda de ´Úú³Ù²ú´Ç±ô" sabrÃa que su expulsión habÃa sido injusta.
Al mismo tiempo, compensó esta muestra de arbitrariedad con el buen gusto de visitar el vestuario del Málaga para disculparse con Patrick Mtiliga.
Lo que llama la atención es que CR9 no atina a encontrar un equilibrio entre su lado positivo, deslumbrante, y su costado negativo, que tanto irrita a sus adversarios.
Según el rumor (¿canapé o salchicha?) recogido por el Times, el Real Madrid necesitarÃa a Wayne Rooney para restablecer ese equilibrio perdido.
A esto cabe preguntarse: ¿y qué harÃan con Benzema y/o HiguaÃn? ¿Y Kaká no se discute?
Pero, ya se sabe, en el ´Úú³Ù²ú´Ç±ô moderno la calidad se mide con un guante amarillo, sopesando la virilidad de los personajes, en vez de un análisis y evaluación de sus virtudes.
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Efectivamente es lamentable que para fichar un jugador se base sólo en esos detalles banales en vez de un buen análisis. Ahora resulta que rooney es más atractivo que nunca, un jugador que siempre ha sido excepcional y hoy en dÃa lo está demostrando al cargarse en el hombro al equipo, y al demostrar que puede llenar el vacÃo ofensivo que dejó CR9. Pero en el ´Úú³Ù²ú´Ç±ô moderno basta con que unos diarios te pongan de moda tras realizar un hat-trick, para que de la noche a la mañana uno de los grandes equipos tengan un enorme interés en ficharte.