El príncipe y el mendigo
Mancini dijo sentirse agraviado por la conducta de Tévez y prometió que "nunca más" jugaría en su equipo.
Como futbolista, haciendo lo suyo, es de los mejores: hábil, generoso, trabajador, con raptos de genio. Las hinchadas de sus equipos lo adoran... ejem, hasta que dejan de quererlo, porque también tiene su lado oscuro, que a veces pesa más que el claro.
El hombre dice lo que se le cruza por la cabeza, desconfía de la autoridad, tiene malos modales, no reconoce que los contratos sean para ser respetados (salvo por la otra parte, que siempre debe cumplir lo estipulado), no habla ni lee inglés a pesar de vivir y trabajar en Inglaterra, conduce sin licencia, detesta Manchester...
Y ahora habría cometido uno de los peores pecados para los fariseos de la prensa británica: negarse a jugar al llamado de su técnico, cuando el Man City caía 0-2 en campo del Bayern Munich.
Él lo niega; dice que sólo se negó a repetir el calentamiento, pero muy pocos le creen, por las imágenes de televisión (que no son tan concluyentes como creen muchos) y en especial por una declaración suya al terminar el partido, que llegó a través de un intérprete.
Traduttore, traditore, como dicen los italianos.
"¿Por qué fariseos?" se preguntarán algunos lectores. ¿Acaso no es lo peor de lo peor, la máxima cobardía, negarse a socorrer a los compañeros en apuros, al equipo, que es la empresa común?
A esto digamos que los "fariseos" son muchos periodistas que se escandalizan, no los aficionados del City, cuya indignación nos parece natural y legítima: meterse en la relación amor-odio de una hinchada y un futbolista es como terciar en una disputa matrimonial.
Como la que supuestamente bulle en uno de los matrimonios más encumbrados de Inglaterra.
Mike Tindall, subcapitán del seleccionado inglés de rugby
A nadie se le ocurre que mostrarse amistoso con una buena rubia (dejar que ella nos bese la calva, por ejemplo) sea una transgresión muy seria... pero da la casualidad de que Tindall es el flamante esposo de Zara Phillips, nieta de la reina de Inglaterra, décimo tercera en la lista de sucesión a la corona.
Caramba, dice el subconsciente de nuestros colegas, esta historia tiene jugo, y la exprimiremos, pero al mismo tiempo seremos discretos, porque cabe la remota posibilidad de que Tindall sea... no el rey, pero sí el consorte de la próxima reina de Inglaterra.
Si el matrimonio sobrevive esta experiencia, claro.
Y así, entre el escándalo y la deferencia, se ha alcanzado una nueva altura en el tratamiento hipócrita de asuntos que tienen que ver con la responsabilidad de los deportistas.
En el caso de Tévez, un oscuro egresado de la escuela de la vida en Fuerte Apache, un barrio bravo de Buenos Aires, la deferencia no es un obstáculo para pedir la cabeza del acusado.
Las dos historias se cruzan en una, como las vidas del príncipe y el mendigo en el inolvidable relato de Mark Twain.
Las rebeldías no son tan raras como se cree. Lo que ocurrió, esta vez, es que las cámaras mostraron la escena, el técnico proclamó a los cuatro vientos que se sentía agraviado, acusó públicamente a Tévez de algo muy grave y prometió que "nunca más" jugaría en su equipo.
De esta forma puso en un brete a su club, que debe velar por sus propios intereses, y no únicamente por la vanidad herida de Mancini.
¿Qué pasaría, por ejemplo, si el club suspende en forma indefinida a Tévez, o lo hace entrenar por separado?
Bueno, que el jugador seguiría cobrando alrededor de 17 millones de dólares por año hasta la finalización de su contrato, cuando se marcharía a otro club sin que el City recibiera un centavo.
Como futbolista, Tévez es hábil, generoso, trabajador, con raptos de genio. Pero también tiene su lado oscuro.
Paul Scholes, una de las figuras más respetadas en el santoral inglés, dio la cara y dijo que "entendía" lo que había hecho Tévez, ya que él también se había negado a jugar una vez... pero no hubo cámaras.
Fue en 2001. Alex Ferguson lo incluyó en el equipo que luego perdió ante el Arsenal, después de haberlo dejado en el banquillo en un partido ante el Liverpool.
Y Scholes se negó. Ferguson supo de inmediato que había tensado demasiado la cuerda y el asunto terminó finalmente en una tregua.
Una tregua que Scholes purgó con una semana de suspensión y el silencio hostil de su entrenador por un par de meses.
La diferencia es que Scholes admitió que había cometido un error y se disculpó, mientras que Tévez niega todo y es evidente que le importa un pepino lo que diga o sienta Roberto Mancini.
Sea como fuere, tanto Mancini como Tévez salen de esto con menos crédito: muy pocos seguirán creyendo en el jugador y el técnico.
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En mi opinion Mancini ya no lo queria desde el principio de la temporada por el hecho de que Tevez quiso salir del equipo, entonces sabiendo del caracter de Tevez le fue facil tensar la cuerda hasta hacerlo explotar y justo ante las camaras. Un buen tecnico debería buscar la forma de llevar su equipo al campeonato y dejar de lado el orgullo, si le tiene al jugador mejor pagado de la liga (por algo será) lo tiene que aprovechar, si Tevez no se siente a gusto en el equipo, lo tiene que motivar. Los jugadores como Tevez son diferentes en todos los sentidos, son como los artistas caprichosos no son simples empleados con salario, el técnico no tiene derecho a tratarlo como un empleado suyo a no ser que sea Mouriño por supuesto.
Estamos aquí otra vez, don Lalo, ante los tejemanejes de las relaciones de poder, agravados cuando se trata de los que se ha dado en llamar " personajes mediáticos". Si bien existen evidentes, paralelos, es mucha la diferencia entre un capitán de empresa que zanja en privado sus desavenencias con un integrante del equipo de trabajo y digamos, un personaje que, además de hacer su tarea, debe enviarle un mensaje al público haciendo equilibrio entre las expectativas de este y sus propios intereses. Es evidente que, con todo y su mala leche, Tevez se gana a punta de goles, quizá no el cariño- no es el tipo de persona que se esfuerce en " hacerse querer", si el respeto de un sector bastante numeroso de la hinchada, así que juega con eso, sobre todo si su entrenador está en la cresta baja de la popularidad. De manera que a este último le corresponde resolver sobre la marcha esa encrucijada, en una decisión bastante espinosa : de cualquier manera perderá poco o mucho de su autoridad.
Lo mas irònico de el caso de Tevez es que en sus declaraciones, se pudo revelar su caracter egocentrico como persona y como jugador(haciendo alarde de su logro como goleador en la temporada anterior), ademas dice ser "profecional", aun cuando no ejerce su trabajo que es remunerado de una manera exagerada, no hay dudas de que se debe trabajar duro para que la confianza entre jugador-entrenador y jugador - compañeros de equipo mejore (por que a mi no me gustaria jugar con alguien como Tevez), es lo que en mi opinion mas le conviene al Manchester City. En conclusion un buen jugador debe demostrar ser un excelente jugador de manera integral, en sus actitudes, y sentido de responsabilidad para con su equipo.
Estimados Juan, Gustavo y Frank,
-Mancini actúa como el nuevo rico que sale de compras y siempre pide “lo mejor”, sin saber si le viene bien. Es por eso que termina vestido de mamarracho.
-Como sugieres, Gustavo, se trata de ámbitos con algunas semejanzas pero al mismo tiempo diferencias evidentes: una, que el mandamás de una empresa convencional sólo debe responder a su propio mundo, la junta de accionistas o el directorio, que suele tener controlado, mientras que en el mundo del úٲDZ también debe tener en cuenta la reacción del público, los medios, todos los factores que pueden malograr su inversión; otra, que el empleado o contratado de una empresa convencional puede ser despedido con relativa facilidad y bajo costo, mientras que en el úٲDZ profesional la falta grave es difícil de probar, el jugador puede retirar su colaboración… en fin, que al club de Tévez le conviene llegar a un acuerdo con él si no quiere perder muchos millones. Aqui, el individuo tiene una posición de fuerza frente a la empresa… pero esto, que superficialmente parece algo positivo, también conspira contra el interés de los aficionados, que es el interés público. Y esto ya no es bueno.
-Tévez es un típico producto del gueto, de los barrios bravos. Descree de la autoridad, sólo tiene lealtad a un puñado de amigos y antepone sus intereses a los del grupo. Siempre ha sido así, todos lo saben; los del Man City también deberían saberlo.
Al ver el resumen del encuentro del City con el B.Rovers,por un momento crei ver al Barça, incredulo por ese recital de goles y sus jugadores menudos haciendo de las suyas en el area rival y cómo no por su rojiza casaca alterna. ¡Y todo eso sin Aguero, sin Tevez! La última frase del post es un excelente corolario, todos salen perdiendo: no sé si Mancini es mas tonto por su incapacidad de gestionar su vestuario (recordemos que tambien ha tenido sus desaveniencias con Ballotelli) o lo es Tevez por negarse a jugar, en un jugador tan batallador como él, que se ha ganado el respeto de muchos aficionados por su espiritu de lucha y sacrificio, es por lo menos reprochable y preocupante, y considerando el dineral que el Apache cobra, es incomprensible. A esto podria añadirse que el gran perdedor sería el City como institucion, no sé si es miopía o caprichos de sus dueños, ¿por qué no transfirieron a tiempo a Tevez, considerando que él no estaba a gusto desde hace mucho y fichando a otros estelares como Aguero y Nasri? Pues ha quedado muy claro que el Apache ya no es indispensable para el equipo. Con estos antecedentes, ¿qué equipo europeo se va a arriesgar a contratarlo, a menos que sea a precio regalado?
Acabo de revisar la tabla del Calcio, y cuesta creer que el Inter y el Milan estén bordeando el descenso (a pesar de los pocos partidos) y curiosamente, los dos Burros esten volando alto: los "burros celestes" y los insignificantes "burros voladores" (valga la redundancia). Lo de los conjuntos milaneses seguro que da para algun debate, me permito sugerir. Saludos.
Estimado José,
El problema de los clubes que contratan por catálogo, como el City, es que disminuyen al entrenador, al que reservan el papel del mensajero en las películas románticas clásicas, el que entrega a la bella protagonista el abrigo de visón que le envía el millonario. El sistema lo convierte en un sirviente sin autoridad. Si el hombre lo tolera y se deja ningunear, pasan las cosas que pasan en el City. Interesante tu observación sobre la Serie A. Pero recordemos que hace una o dos semanas, la Liga española, famoso torneo de 2, como dicen ahora, estaba encabezada por el Real Betis, seguido por el Málaga y el Levante. Y ahora mismo el Levante tiene el mismo puntaje que el Barça, y el Málaga el mismo que el Real Madrid. Habrá que dar un vistazo dentro de un par de meses para ver cómo se normaliza la cosa. Pero en Italia está ocurriendo algo más interesante.
qué asco de jugador, es indignante que haya gente que gane tanto dinero como este tipo y para colmo sea tan engreído; todo esto gracias al monstruo FIFA quien vive de todo el mundo pero que poco o nada retorna a la gente necesitada que, de cualquier manera, aunque sea con un televisor anticuado, sigue los partidos de este deporte.
Para comenzar, una aclaracion sobre mi oficio, que no es el de consejero matrimonial, como sugerias (ver comentarios en la entrada anterior del blog), sino empleado de biblioteca. Y sobre este blog, el de Tevez, cabe decir que lo de Principe y Mendigo, de Mark Twain, les cae muy bien al Apache argentino y al subcapitan ingles, principe consorte de la soberana, de mediar una epidemia de gripe aviar que acabe con las doce personas que preceden a Zara en la lista de sucesion. Aclaro, sin embargo, que el City no puede suspender en forma indefinida a Tevez, con o sin buena razon. Eso seria un abuso de las normas laborales. Saludos.
Estimado Angel, admirable ocupación, en una biblioteca. ¿Sabías que uno de los compañeros de trabajo de Borges en una biblioteca se le acercó y le mostró un artículo con elogios a la obra de un tal Jorge Luis Borges y le dijo “qué coincidencia, se llama igual que vos”? Tienes razón sobre lo de Tévez, lo que quise o debí decir, pero yo no soy Borges, es que si el club quería dar por terminado el contrato, invocando cosas terribles… etc. Gracias y hasta pronto, amparados por Mark Twain.