¡No se paren del lado equivocado!
Más de tres años atrás, ý Mundo comenzó la publicación de una serie de columnas sobre la capital británica, llamada , en la que todos los colegas del servicio colaboramos con al menos una entrega semanal.
Esos textos describieron barrios, costumbres y leyendas urbanas de esta ciudad con objetividad de periodistas y subjetividad de bloggers, por lo que no tendría sentido volver a escribir en este espacio ideas ya elaboradas en aquel. Por suerte, compruebo que en ese tiempo nadie habló con detalle del metro londinense.
Esto me permite ahora escribir sobre este monstruo subterráneo que traga y escupe tres millones de personas por día. De paso, les cuento cuál es el peor pecado que uno puede cometer en la capital británica.
Cuando yo aterricé por primera vez en Londres, allá por 1999, tuve la certidumbre que jamás podría conocerla del todo, abarcarla, colocarla en la palma de mi mano. Me sentí como un turista de vacaciones, que trata de captar paisajes pantagruélicos con cámaras de fotos liliputienses.
Para empezar, me vi superado por las denominaciones de las calles, que sólo pudo descifrar de la A a la Z el empeño de una mujer llamada . Aquí, una calle puede tener cien veces el mismo nombre y diferenciarse de otras gracias a "su apellido": street, avenue, road, way, square, close.
Después caí en la telaraña que divide esta urbe en zonas, anillos en un lago tras la caída de un piedra, y determina cuánto pagamos de renta y cuánto nos cuesta viajar en autobuses y subterráneos.
Mi desorientación duró hasta el día que un alma caritativa me entregó la llave de la ciudad, la clave del criptograma, la combinación de la cerradura... el colorido mapa del metro, llamado también underground o tube.
El primer subterráneo del mundo se construyó en esta ciudad en 1863. Se trataba de un tren a vapor que recorría seis kilómetros por debajo de la tierra entre Paddington y Farringdon Street. En la actualidad, el sistema de subterráneos cuenta con 275 estaciones y se despliega sobre 408 kilómetros de vías.
Si el alma de esta ciudad son sus museos, sus teatros y sus parques, las doce líneas del tube (literalmente tubo) son las venas por donde corre la sangre y el oxígeno de Londres. Nada existiría en la superficie si no fuera por esos túneles oscuros donde conviven humanos, trenes y ratas.
Para los que creen que exagero, les recomiendo intentar trasladarse por la capital británica un día de huelga de los trabajadores del metro, una verdadera pesadilla urbana.
Durante esas jornadas de protesta sub-terrestre, los londinenses inundan las calles como zombis de una película clase B. Todos se tambalean en dirección a sus trabajos con los ojos en blanco de quien no tuvo tiempo para tomar un café y la quijada desencajada de quien no ha visto la luz matinal por décadas.
Pero la relación entre los que habitamos esta ciudad y sus profundidades no es sencilla. Es raro que pase un día sin que se escuche una queja del calor en los túneles, del "aroma" en los vagones, de la congestión en los pasillos. Si vienen a Londres, les sugiero vivir esta experiencia, con la única condición de que no cometan el peor de todos los pecados.
En Londres uno puede hacer "casi" todo. Vestirse de forma tal que los dioses de la moda se caigan de su Olimpo, emborracharse en un pub con diez pintas de cerveza y dormirse en un parque, incluso burlarse de lo más sagrado de esta sociedad como la monarquía, los sombreros de los guardias del palacio y los teatrales debates parlamentarios...
Pero nunca, nunca jamás en la vida, se paren del lado equivocado en una escalera mecánica del metro.
Si quieren ir rápido, bajen o suban caminando por el lado izquierdo, si están cansados o simplemente quieren disfrutar de la vista, quédense quietos del lado derecho y dejen que la escalera los lleve. ¡Pero no se queden como estatuas en el sector izquierdo!
Con 150.000 personas ingresando por hora a las estaciones de subterráneo en los días laborables, entorpecer el paso, detener por segundos ese flujo constante de energía, implica un tren que no se alcanza, el fracaso de una combinación entre dos líneas planeada con precisión militar, la llegada tarde a una cita o a un trabajo.
Yo jamás he visto a un británico perder tanto su flema como en una escalera mecánica de metro, impotente, indignado, preso de su propio apuro, mirando la nuca de un turista que baja o sube por el lado izquierdo pétreo, inmóvil, contemplando los afiches de los estrenos en el West End sobre las paredes de la estación.
La escalera mecánica más corta de todo el underground tiene sólo nueve metros (estación de Chancery Lane), pero imagínense esta escena en Angel, que cuenta con una escalera de 60 metros. ¿Saben cuántos insultos en la lengua de Shakespeare entran en 60 metros?
Por eso jamás se paren del lado equivocado del escalator, so pena de encierro en la Torre de Londres, decapitación en la plaza de Farringdon, y arrojo de los restos en la ribera del Thames.
Por lo demás no se preocupen, sigan las señales en los túneles, viajen siempre con su mapa en la mano, párense detrás de la línea amarilla en los andenes y disfruten de su viaje... si pueden.
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Al final no entendí... ¿ se puede estar quieto del lado derecho, entonces? Y correr, siempre correr por el lado izquierdo.
Curiosidades culturales. Imagino que tengo algo de londinense. Los buses de mi casa no salen muy seguido. Entonces siempre paso haciendo cálculos de cuanto debo durar en una tienda para comprar y llegar a tiempo a un bus para luego llegar a otro. Mis amigos me miran raro: ¿cómo es que tu bus siempre pasa rápido cuando lo esperas? No es que pase rápido, es que distribuí mi tiempo para estar en el momento en que podría pasar.
Saludos, qué dicha que ya tenés las reglas del juego a mano!!
Interesante
Qué pasó Ѳí? Porqué se calienta el Británico mirando la nuca de quien, de acuerdo a tu relato, baja o sube por la izquierda. Será que querías decir " un turista parado en el lado izquierdo"? Todas las grandes ciudades tienen su metro, su tren, su tranvía,aún quedan algunos, y su gente corriendo. Una vez, hace un mundo de tiempo, en Buenos Aires seguimos a un tipo que salía todos los días a la misma hora de su casa, bajaba corriendo las escaleras del metro (subte) en Palermo, subía al primer tren, bajaba en, creo, Carlos Pellegrini, no miraba hacia ningún lugar, compraba La Prensa, entraba a un café y se sentaba a leer, tranquilo y sin prisa. Lo hicimos dos veces y se repitió como un calco del anterior. Porqué caminaba tan rápido ? porqué ese apuro?, solo para leer? o quizá para leer algo importante mientras tomaba su cafecito antes de ir a trabajar? El ser humano es impredecible, o un animal de costumbre? Yo bajaba en Facultad, el seguía....... Saludos cordiales
Mi esposa y yo hemos estado varias veces en Londres y viajado docenas de
veces en el subte. Es totalmente cierto lo del lado equivocado.Por pararse inmovil sobre el lado izquierdo se puede ligar no solo insultos, sino algun bruto empujon, en especial a las
horas pico (de 8.30 a 10 a.m.y de 6 a 8 pm)
Y debe tenerse muy especial cuidado en
no tomar la linea equivocada, porque
queriendo ir a Oxford Street pueden
terminar en Richmond o en el aeropuerto
Bienvenido a Londres Ѳí, por más que se ha vivido en esa ciudad por algún tiempo, siempre que uno regresa se encuentra con que le llaman la atención esos "detalles" londinenses, que para muchos pueden parecer extravagancias, pero cuando uno ya es parte de ella se da cuenta que sin esas reglas naturales la ciudad no funionaría al ritmo que viene marcándose generación tras generación en una forma envidiable; porque pienso que allí nadie enseña a nadie sino que inconcientemente uno se adapta, y como cuando hay reglas fijas es más facil la adaptación, he ahí que cuando uno está de regreso a casa a su ciudad caótica como ya es la mía, extraña las ventajas del ser ordenado y considerado, especialmente cuando se intenta cruzar una calle y tiene que torear al tráfico porque nadie le cede el paso; como se aprecia el que toda una hilera de autos se detenga y le permitan pasar al peatón y hasta con una sonrisa; éso sólo he visto en Londres.
es interesante conocer lo de otras culturas, yo creo que un londinense no podria conducir enmi pais El Salvador en la capital,debido a que ellos conducen por el lado izquierdo
Ѳí,
Me sentí muy identificada con tu crónica. Cuando me paré por primera vez en la estación Grand Central en la Ciudad de Nueva York, sentí que un miedo me crispaba los huesos:jamás podría yo aprender a navegar por ese laberinto. Esa fue una imagen impresionante, tanto que hoy 16 años más tarde puedo recrearla de una manera muy vívida en mi memoria. Pero estaba equivocada, y en poco tiempo aprendí a navegar. Sin embargo, tu crónica llegó muy tarde para mí. Resulta que aquí existe la misma regla del "pararse del lado equivocado," el problema es que nadie me avisó. El único aviso que recibí, fue el enojo e insultos en "lengua de Shakespeare" -como bien dices.Me pregunto, ¿por qué no pondrán avisos indicando tan importante regla? Los nuevos residentes de la ciudad y los turistas estarían eternamente agradecidos. así es que descuida que ya sabré exactamente que hacer cuando vaya a Londrés, jajajaja.
Un abrazo,
PD. Gracias por tan lindo comentario el otro día. La tertulia salió bien. El susto se me pasó rapidísimo, jajaja. ¿Cómo trata Londrés al pequeño Joaquín?
Esto es increíblemente cierto, he estado en varias oportunidades en Londres, incluso viví unos meses y la primera vez fue terrible, porque además todavía no entendía muy bien el inglés británico. Pero estoy segura que los insultos que ya no recuerdo, debieron ser grotescos, por las caras de la gente, hasta que un día un amigo me dijo, NUNCA TE PARES DEL LADO IZQUIERDO de las escaleras mecánicas, es una norma de cortesía. Claro después entedí que el asunto de las normas en Londres o bueno en Inglaterra son más allá de estructuras normativas, son, una forma de vida, de respeto e individualismo que además son inquebrantables. Y eso es muy bueno.
Ahora, pensar que esa norma se podría implementar en países latinoamericanos, supongo, tendría la misma reacción de los Londinenses pero de forma contraria, es decir entrar al metro y tomar una escalera mecánica es toda una proeza y cuando logras hacerlo es sólo un cúmulo de gente inmóvil de lado y lado, dejándose llevar por la acción mecánica del aparato, terrible, pero no oses pedir permiso para pasar...porque las caras o los no dimensionados insultos podrían hacerte pasar un mal rato.
me encanto.hace dos años visitamos esa inolvidable ciudad y la descubrimos en verdad gracias al subte como decimos los argentinos.
Conozco Londres desde 1994, y no solo me gusto el sistema de las escaleras, sino que en la ciudad de mexico, me desespero cada que alguien se para de lado izquierdo y entonces todo se para. En esta ciudad caotica se empieza a utilizar este sistema, aunque claro, siempre hay personas a quienes no le importan los demas. El otro comportamiento ingles que me gusto fue el del ceder el paso a los conductores, siempre que alguien hacia esto, el proximo lo repetia y parecia una ciudad amable, claro no siempre ocurre y entonces la selva urbana comienza.
Siempre he querido conocer Londres, creo que viviría muy a gusto allá con todas esas "reglas no escritas".
Saludos a todos!
Matias!! me muero...doce lineas de subte hay?????
Aca con 4 hacen huelga y Explota todo!!! por dios...necesitamos mas subtes.
En un punto me alegra saber q los olores, apretones y demas cosas son iguales aca q en el Primer Mundo (q horrible decirlo), y nosotros q pensamos q estamos taaan jodidos.
De todas manera, todavia nos queda la posibilidad de pararte del lado izquierdo y hacerte el dolobuuuu jajaja
El lado izquierdo del subte debe ser una de esas normas universales...pero esto es argentina!!!!
Besooos desde Baires.
LauRiTa
Hola Ѳí, con tu relato me pusiste a pensar en los contrastes que hay en los países y culturas, en la ciudad que vivo (Ibarra, Ecuador) todo parece trasncurrir muy tranquilamente pero a las horas pico siempre hay más de un loco apurado que 07h00 va a dejar a sus niños a la escuela, a su esposa y a su trabajo, pero como va atrasado, no respeta a nadie ni señales de tránsito y en más de una ocasión se han colisonado más de un auto.
El resto del tiempo es muuuuy traaanquiilooooo. Ja ja Saludos
Que monstruo de ciudad!, me cuesta visualizar la ciudad de Londres pues con tantos trenes no imagino esas venas que se atasquen en una huelga, eso debe ser como un derrame de trafico, convulsion y paralisis con secuela y todo.
Y mas de algun cristiano se frustra en una ciudad tan grande, tengo conocidos que no van a New York desde Boston porque les da terror caminar y no saber como comprender un mapa de trenes subterraneos . Ahora en un ciudad londinense, creo que se pondrian a llorar esperando por el rescate.
Interesante Ѳí lo que estamos conociendo de Londres los que estamos de este lado del mundo.
Desde Costa Rica te envio un abrazo!
pero eso solo se aprende con el tiempo, deberían poner ese tipo de cosas en los folletos turísticos, en todo caso gracias por la recomendación, tomo nota ^_^
Se nota que la precisión es indispensable en la vida de todo londinense. Que bien...
Por cierto, Ѳí, sí me gusta ser explicativo, ante todo. Para liberar conjeturas, para abrirles las mentes a los demás, para que otros se queden sin dudas.
Querido Matias: En tu país Argentina, se hizo el cambio de mano el 10 de Junio de 1943, costo acostumbrarnos, pero lo logramos, a pesar de los 21 muertos en accidentes de transito por día .Un beso para todos de tu compatriota Matilde
Linda experiencia las que nos trae los trenes viejos de vapor.
Me encantaria conocer Londres
Bueno, a mi Habana le falta el metro que esta a medio empezar pero tenemos el "metro bus" y sugiero que se persignen aun sin haberlo visto porque es una experiencia unica en el mundo subirse a un bus que puede cargar hasta 300 personas en una cuña de 10 metros de largo por dos de ancho. Y con los calores y colores del tropico se imaginaran tanto caracter descompuesto entre la espera del bus(que puede tardar una media hora o mas en la hora pico), y la incomocidad de la apretazon. Puede suceder cualquier cosa.
Ah y el lugar equivocado aqui es quedarse atravesado en el medio del pasillo y no avanzar al fondo. Ese es un pecado mortal. Los improperios llueven desde fuera del omnibus, que bueno, en Cuba le llamamos guagua y a este en particular "Camello".
Ѳí, describes Londres de tal manera que definitivamente es una tentación querer conocerlo.
Un beso.
Qué sabroso poder recordar tantas anécdotas tan "british" que se viven en Londres, donde estuve estudiando un año y sobretodo disfrutando de todo lo que comentas, como siempre, con tanta lucidez. La vida que existe en el "tubo", y es que con ese nombre todo puede pasar, es inmensa desde grupos musicales, sesiones masiva de lectura, estatuas vivas... y el famosísimo "gap", que considero el protagonista de la zona. "Mind the gap" da para todo, franelas, gorrar, avisos en el piso y por los parlantes de las estaciones más turísticas. Como decía uno de mis profesores, "en muchos países advierten a los turistas: cuidado con los robos, el clima o cualquier otra cosa, y en Londres decimos ¡Cuidado con EL GAP! Qué cosas, ¿no?
El dr. Livingstone supongo,
elemental mi querido Watson.
Estaba buscando en google sistemas de trenes y apareciste vos!! somos vecinos yo tambien vivo en Londres....por donde vivis? y mas improtante aun..QUIEN TE PROVEE DE MATE??!!!! saludos!!
Ѳí
Es muy cierto lo que contás, porque lo he visto en persona, pero no habría que mirarlo desde nuestra caótica perspectiva sudamericana, lejísimo de su para nada aburrido y hasta insoportable orden, sino como una más de sus costumbres a la que seguramente han llegado, como en todos lados, después de haberse peleado mucho. Cada lugar en el mundo tiene sus códigos y ese es uno que los caracteriza, como también lo son el ceder gentilmente el paso al peatón en los cruces de calles, o no llevarse los periódicos que en forma gratuita las empresas de subte deposita diariamente en los trenes, o, para mi total asombro, dejar en los molinetes de las estaciones el pasaje utilizado y que tiene vigencia hasta la medianoche para que otro pueda usarlo!!!!
Están muy lejos de nosotros en muchos aspectos y, sin la intención de abrir juicios de valor, así es como ellos viven mejor.
Saludos.