Las calles de Rangún
Las calles de Rangún, que era la capital de Birmania, se llenaron de monjes budistas que marchan en silencio, protegidos y acompañados por cadenas de personas, para expresar su inconformidad con lo que pasa en el país y su determinación de cambiar las cosas.
Las imágenes de los monjes, de las personas que los acompañan, y de los operativos militares y policíacos que los enfrentan, le han dado la vuelta a un mundo que a su vez está dando vuelta y nos presenta ante un enfrentamiento que hasta hace poco era impensable.
Pero uno podría decir que llegó el momento de que el mundo occidental descubra otra de las grandes religiones.
Otros temas
La muerte de Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI permitieron al mundo occidental reflexionar sobre la función de la iglesia católica en nuestro siglo, y sobre temas nuevos y viejos que tienen que ver con la vida, la procreación, el sexo y la orientación sexual, la ética, la liturgia, la fe misma y las vocaciones y otras cosas del reino de este mundo y del otro.
Tuvieron que suceder desgracias y tragedias para que el mundo occidental se diera cuenta de que el Islam es una forma de vida que aloja tanto a piadosos como a extremistas, y para que muchos se detuvieran a pensar qué significa la religión en nuestro tiempo, pero al mismo tiempo reflexionaran sobre las cosas que se han impuesto al mundo musulmán.
Los debates entre católicos y entre musulmanes, como entre los fieles de cualquier otra congregación, son importantes para muchos y por lo mismo deberían ser interesantes para todos los demás.
Póngase en su lugar
Póngase usted en su lugar. Quítese la ropa, córtese el pelo al rape, eche a un lado los zapatos, guarde el reloj, esconda el iPod, olvide el frío y la lluvia y lo que uno siente cuando camina sin dudarlo hacia una fila de soldados con escudos antimotines y bastones contra lo que se les venga encima, sobre todo si lo que se les viene encima es usted y sólo lleva una túnica de color azafrán y la mirada limpia para protegerlo.
La imparcialidad me hace pensar en los generales que gobiernan Birmania desde hace cuarenta años, o más o menos, y que construyen ciudades a las que nadie puede entrar sin permiso.
Uno de ellos fue primer ministro y retiró de la circulación los billetes de todas las denominaciones de kyat, menos los de cuarenta y cinco y los de noventa porque eran divisibles por nueve, su número de la suerte hasta que dejó de ser primer ministro y se le acabó la suerte.
En 1988 la junta militar respondió con fuego una protesta de los estudiantes que se alzaron en el Instituto de Tecnología. Hubo miles de muertos.
Los generales dicen ahora que hay fuerzas internas y externas empeñadas en echar abajo al gobierno, uno de los más corruptos del mundo.
Uno se pregunta por qué, y echa a andar bajo la lluvia de Rangún con el cuenco boca abajo para advertir que uno no necesita la comida que puede ofrecer el ejército en vez de balas.
Líderes excepcionales
Uno confirma, ahora más que nunca, que en la política como en la religión como en todas las actividades que valen la pena quienes dirigen no tienen por qué ser como las masas que los siguen.
Los líderes son excepcionales. En las protestas de Birmania todos son líderes porque todos son excepcionales, hasta las personas comunes y corrientes que van por la calles y se detienen y toman la mano del que está junto y se unen a la marcha sin más arma que sus convicciones.
Pero la de Birmania está lejos de ser una tragedia como la de Sudán, donde han muerto tantos y tantísimos han tenido que huir.
La importancia de este movimiento que se gesta ante nuestros occidentales ojos es que muestra una opción a lo que pueden hacer las religiones de nuestro tiempo.
Todo es complicado
Cómo cambiar y para qué, qué preguntas. En la política la forma es el fondo y la manera del cambio tiene lecturas diferentes en lectores diferentes.
Qué hacer con los generales, qué dilema. En una sociedad mayoritariamente budista la oposición cesa cuando cesa lo que causa el dolor y el mundo es nuevamente de todos. Pero los monjes no van a gobernar.
Compartir el poder, como dicen en los sitios de mensajes por internet, es una noción optimista y equivocada, como si se pudiera compartir el poder con quienes lo han tenido en el último medio siglo.
Se baraja la idea de un diálogo imposible entre quienes no han sido escuchados y quienes se han negado a escuchar.
Y prevalece un aire cínico cuando se habla de la comunidad internacional, esa buena voluntad que somos todos y nadie, porque al final la comunidad no es nadie y casi nunca pasa de las palabras a los actos.
Pero de todos modos muchos piden que sigan las presiones, que se haga algo aunque sea de manera simbólica, que intervenga un ejército de los muchos que hay, que todo cambie.
Y por ahora nadie se pregunta y nadie se atreve a pensar qué pasará cuando todo haya pasado.
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espero que un dia aprendamos los que es verdadero y lo que no, la fuerza espiritual es inmensa no importando de que religion seas, nada puede contra ella una vez que se levanta, gracias por esa fuerza de amor demostrada siempre por los pueblos budistas.
Es insolito que este sucediedo estos atropellos contra los monjes, pues se supone que habitamos con seguridad porque nos autoprotegemos por los derechos humanos, el sistema mundial es garante institucional de la salvaguarda de todas las personas sin ninguna distinciòn, todos somos garantes institucionales y no podemos dejar que esto ocurra sin por lo menos manifestarnos.
Las protestas se irán reduciendo inexorablemente.
Y cuando la gente se haya ido a sus casas y los monjes vuelvan a sus monasterios, comenzará la peor de todas las represiones. Decenas de miles de personas serán apresadas, torturadas y con suerte, asesinadas.
Y volverá a llover en Yangon.
Los generales se asegurarán con contratos multimillonarios de venta de gas natural, mientras el Tatmadaw (ejército) hace el trabajo sucio en las ciudades y en las zonas étnicas de la frontera.
En los campamentos de refugiados también volverá a llover. Y todo seguirá igual.
Que el Dios de los Monjes de Birmania
los acompañe en su dolor y pena!
Pobre Humanidad tan cerca del infierno y tan lejos de Dios!
Comparto con usted que esta protesta es una forma muy limpia de decir hasta aquì, basta, tambièn lo que admiro de la misma es que la inician personas que no ansia compartir poder.
Si difiero en "que intervenga un ejercito de los muchos que hay ", ahì si verà usted el ansia de rapiña que se desatarà, personalmente creo que ayer, hoy y mañana, los problemas de los birmanos,iranìes , cubanos etc son problemas que deben resolver ellos mismos, ningùn ejercito va ir a liberarlos y regresar a su casita , siempre se quedarìan de gendarmes cuidando "su verdad absoluta"
y sus intereses que empezarìan a crecer geometricamente
saludos
la lola
Excepcionales son los ejemplos que el pueblo y los monjes están dando a la comunidad internacional, sin que ese sea su objetivo principal, en la lucha por la democracia y por hacer valer sus derechos, que son nuestros también por formar parte de la humanidad.
No creo que las protestas terminen hasta que el régimen sea derrocado; pensar en un gobierno de coalición sigue siendo ingenuo e improbable.
EL futuro de Birmania tiene un nombre y una voz: Aung San Suu Kyi.
Amigo Miguel: Usted, como siempre, profundizando en las cosas que ya de por sì son profundas. Y es que todo ésto contiene una dicotomìa difìcil de separar. Por una parte, admiro a los monjes Budistas por su accionar a favor de la libertad del pueblo, a toda costa y a todo costo; y por el reverso de la misma moneda pregunto: Si los monjes de cualquier religiòn representan un mundo espiritual, Es lògico qué intervengan en la polìtica de los paìses??. No olvido el mandato de Jesùs de Nazareth: "Dadle al César lo que es del César, y dadle a Diòs lo que es de Diòs". Gracias amigo Miguel.
Adelante monjes, ojalá otra gente se le una, porque las luchas las hacen pocos. pero muchos se benefician. y si ya la empezaron, que sea para terminarla. Suerte y Dios los acompañe.
Hermanos terrestres ya es hora que el despertar de nuestra conciencia se alinie con la paz y el amor, no es necesario luchar físicamente, reaccionando de la misma manera del agresor solo traerá más sufrimiento y pérdidas carnales, la verdad absoluta del camino evolutivo de nuestra especie está en tu corazón, en la fuerza espiritual de cada uno, la solución a los problemas esta en el interior de cada persona, iluminemos la oscuridad con el brillo del amor y la paz, la sabiduría esta en la serenidad, en una vibración más elevada, unamos nuestras fuerzas espirituales para acabar con el caos y el sufrimiento, descubramos nuestra esencia, si ya hemos visto que nos han tenido engañados, haciéndonos sentir que somos seres débiles y gobernables por la oscuridad, enceguecidos en un sistema de orden impuesto por la fuerza, cambien su frecuencia vibratoria y descubran el camino verdadero de la vida que nos une con amor incondicional, lejos de lo material, dejemos de ser almas temporales, caminemos por el sendero de la vida eterna, quizás sentimos miedo porque pensamos en una vida de abstinencia, sacrificio y servicio, pero debes probar si quieres seguir siendo un zombie o ser un iluminado, la elección es de cada uno, la armonía con el planeta y la naturaleza inunda tu corazón con felicidad, afectos entre las especies y poderes sobrenaturales, secretos que nos han sido escondidos, nos han privado de sabiduría. Mi corazón late muy fuerte por ustedes hermanos de Birmania, que la energía de nuestros corazones os acompañe en tu sufrimiento, para así levantarnos luego a reencontrarnos con nosotros mismos, elevar nuestra conciencia, despierta tu mente que espera aún dormida a tu encuentro, un saludo de paz y amor incondicional a cada lector que llegue y se conecte
a este mensaje de esperanza, con mucho amor, no se desanimen. Luz de esperanza sientes en tu interior, despertemos el sentir.
BENDICIONES A TODOS
¿No ve?
Las protestas se fueron reduciendo hasta el mínimo, ya hay decenas de miles de personas en las cárceles y centros de detención, y se calculan unos 200 monjes asesinados por el Tatmadaw.
Los chinos calmaron las aguas porque el oleogasoducto desde el puerto de Sittwe es vital para el abastecimiento de su país, y bueno, tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Los gringos, como era de esperar, no pasaron de las palabras.
Y sigue lloviendo, sigue habiendo desaparecidos y en unas semanas mas nadie se va a acordar de Myanmar.
Lo único que no está claro es la situación en las regiones étnicas de la frontera. La retirada de miles de soldados de esas áreas va a debilitar los "acuerdos de paz" que firmó el gobierno con varias guerrillas étnicas en los '90 y es posible que la insurgencia se haga más fuerte.
A las finales, sin embargo, el Tatmadaw va a volver a ocupar esas tierras, a violar sus mujeres y quemar sus aldeas. Es cosa de tiempo.
Me parece muy interesante que los monjes dejen de tener la actitud pasiva que por años se les ha conocido. Es una señal de que están comprendiendo el mensaje mejor. Es en la vida diaria donde se demuestra el temple y no escondidos en los monasterios.