El bien y el mal del referendo
Hay en Bolivia y hubo en Venezuela. En M茅xico -que debate el futuro y el pasado de la industria petrolera nacional- no hay una figura legal que lo dice que la ley no contempla tal cosa. El gobierno brit谩nico se niega a celebrar uno sobre la Uni贸n Europea.
Los tailandeses piensan hacer uno para reformar la constituci贸n y los birmanos hicieron uno para seguir en el poder cuando medio pa铆s todav铆a estaba bajo las aguas. En Estados Unidos hay uno al d铆a sobre cualquier cosa, o al menos eso parece. En Suiza son parte de la vida ciudadana.
Uno, curioso, busca y encuentra el bien y el mal de los plebiscitos.
La Real Academia define el referendo o el plebiscito como una consulta que los poderes p煤blicos someten al voto popular directo para que apruebe o rechace una determinada propuesta sobre soberan铆a, ciudadan铆a, poderes excepcionales o cualquier otra inquietud de la cosa p煤blica.
Visto desde otro 谩ngulo un referendo es un procedimiento jur铆dico por el que se someten al voto popular leyes o actos administrativos cuya ratificaci贸n se propone.
Originalmente era una ley que la plebe de Roma establec铆a separadamente de las clases superiores de la rep煤blica, a propuesta de su tribuno. Por alg煤n tiempo obligaba solamente a los plebeyos, y despu茅s fue obligatoria para todo el pueblo.
Pero siempre fue un complemento del principio de orden conforme al cual se constituye y se desenvuelve la voluntad de un Estado.
La relaci贸n entre las partes de un Estado necesita ser hasta cierto punto inmutable.
El contrato constitucional necesita la unanimidad para conformarse, y de la misma manera necesita la unanimidad para modificarse.
Y ah铆 aparecen los referendos.
Plebiscitos que s铆 y plebiscitos que no
Todos sabemos que el de Bolivia va a determinar si Evo Morales tiene raz贸n y sigue siendo presidente de un pa铆s que hasta ahora parece profundamente dividido. Pocos jefes de Estado se han sometido de manera tan abierta a la voluntad de la naci贸n.
El mismo ejercicio -en otras circunstancias- se hizo en Venezuela qui茅n sabe cu谩ntas veces, y qui茅n sabe cu谩ntas veces tuvo la misma vigilancia internacional y el mismo resultado dom茅stico. Pese a las cr铆ticas dentro y fuera, Hugo Ch谩vez ha ganado las elecciones que lo tienen en el poder.
En ambos casos parece haber un eco de la escuela pol铆tica que define la democracia como cualquier proceso en el que gana el candidato de uno. Pero en ambos casos se ignora que el destino de los pueblos es equivocarse. El cl谩sico dice que el pueblo manda aunque se equivoque, y si se equivoca vuelve a mandar.
En el caso de M茅xico, precisiones constitucionales excluyen el plebiscito como forma de consulta de la voluntad popular, que en la 煤ltima elecci贸n presidencial enfrent贸 a la mitad de los votantes del pa铆s con la otra mitad.
Uno asiste al espect谩culo de un pa铆s que parece debatir el futuro de la importante industria petrolera pero est谩 dividido por la pol铆tica clientelista de sus partidos y acorralado por la violencia y la impunidad de los narcotraficantes. Y no tiene el recurso de que los mexicanos decidan qu茅 quieren hacer.
Hay plebiscitos que s铆 y plebiscitos que no.
Todos y ninguno
Los brit谩nicos, confundidos por los vaivenes del gobierno de Gordon Brown, siguen sin saber qu茅 pensar de la relaci贸n del reino con Europa, y siguen esperando un refer茅ndo que tal vez no se producir谩 jam谩s.
Los tailandeses, en cambio, tendr谩n un plebiscito sobre la constituci贸n, que suspendi贸 una junta militar hace dos a帽os; la presi贸n internacional oblig贸 a los golpistas a enmendar y dej贸 un l铆o legal que ahora, al parecer, trata de arreglar el gobierno de Samak Sundaravej, quien fue un famoso cocinero antes de ser primer ministro y seguir谩 si茅ndolo cuando deje la pol铆tica.
La junta militar de Birmania celebr贸 un plebiscito semejante cuando los birmanos no estaban para celebraciones, en un ejercicio de recursos econ贸micos y humanos que pod铆an haberse destinado a la ayuda de miles, de decenas de miles, de cientos de miles. La propuesta oficial gan贸 con casi cien por ciento de los votos en los lugares donde se pudo votar.
En Estados Unidos, el refer茅ndo es un mecanismo legal al que todos tienen derecho y pronto acceso. Un ejemplo extremo es el de Gray Davis, quien gobern贸 California poco menos de mil quinientos d铆as y dej贸 el cargo a Arnold Schwarzenegger cuando un plebiscito lo oblig贸 a renunciar.
En Suiza es algo com煤n. Quienes viven en un lugar -caser铆o, pueblo, ciudad, cant贸n- deciden por mayor铆a qu茅 hacer en un caso o en otro y no se complican la vida. El colectivo es c贸modo y resuelve m谩s problemas de los que causa.
Son plebiscitos de todos y de ninguno.
Colof贸n con cita
Bastan estos apresurados ejemplos de procesos de consulta popular para que uno se de cuenta de la extrema compejidad del trabajo de hacer lo que los dem谩s quieren, y de la manifiesta inexactitud de las herramientas con las que se mide la opini贸n colectiva.
El plebiscito es la forma m谩s rudimentaria de la democracia, y quiz谩 por eso la m谩s 煤til. Pero no es necesariamente la mejor ni es infalible porque toda consulta popular est谩 hecha de palabras que pueden significar otra cosa o ninguna.
Y las consecuencias pueden ser serias.
El semicl谩sico cita el ejemplo del refer茅ndo en que la plebe eligi贸 a quien deb铆an crucificar. Pero esos son los riesgos del refer茅ndo.
ComentariosA帽ada su comentario
Es una herramienta democratica valida siempre y cuando no se haga uso y abuso de ella de manera recurrente y manipuladora. En el caso de Bolivia y Venezuela, han sido necesarias poque las circunstancias as铆 lo ameritaban.
El refer茅ndum es muestra de que una sociedad est谩n en democracia y cuando as铆 lo ameritan las condiciones socio pol铆ticas y econ贸micas. Una consulta popular se debe realizar en todo proceso democr谩tico, sabiendo que existe siempre una parte de la poblaci贸n que quiere lo contrario, pero existen las urnas para seguir con el manejo de lo que quiera la mayor铆a.
En el caso de Bolivia, existe una urgente necesidad, ya que el manejo econ贸mico del estado est谩 en un punto tan bajo que ya no puede manejar la inflaci贸n, y que deja m谩s pobres a los m谩s pobres. Esta mano invisible (la inflaci贸n) est谩 haciendo desastres en Bolivia.
Por lo tanto cuando una sociedad pide refer茅ndum es que no est谩 conforme con algo y ese algo puede estar haciendo da帽o al Pa铆s.
Muy interesante su opini贸n, sin embargo s贸lo para su informaci贸n, la frase con la que cierra su escrito es errada, la crucificci贸n de Jes煤s no fue tomada por un referend煤m o un plebiscito, se trata de un mecanismo de apelaci贸n de una desici贸n judicial, denominada provocatio ad populum y en el caso de jes煤s, el juicio se desarrolla conforme a las leyes judias-la sentencia en cambio romana y la apelaci贸n es sometida al pueblo, si le interesa mi opini贸n opino, que siempre se me consulte como parte integrante del pueblo, no importa que nos equivoquemos como colectivo, siempre hay que participar para incidir, la rep煤blica somos todos.
Como ciudadano com煤n y corriente, pienso que el refer茅ndum es la mejor forma de aprobar o desaprobar una pol铆tica socioecon贸mica en la que uno esta inmerso. El sexto poder hace uso y abuso de la informaci贸n manipulando este de acuerdo a intereses sectarios. Me siento conforme con esta opci贸n que lleva adelante el gobierno de Bolivia ya que otra salida seria las armas entre hermanos.
En el caso de M猫xico el hecho que no exista un ordenamiento que lo contemple espec铆ficamente, no significa que no se pueda usar al referendo para expresar la voluntad del pueblo. Y si consideramos la manga ancha que tienen los gobernantes en este pa铆s para manipular las leyes y la justicia, el referendo se convierte en una arma de defensa o control en contra de los desprop贸sitos gubernamentales. Lopez Portillo nunca declar贸 en su campa帽a pol铆tica para ser presidente que tuviera entre sus posibles planes nacionalizar la banca y luego al estar en el poder, ante su propia ineficiencia y por su 煤nica voluntad, la expropi贸. Salinas de Gortari en su campa帽a nunca dijo que pensara vender la banca junto con todo lo que estuviera en manos del gobierno y fuera vendible, Y al llegar al poder solo le falt贸 vender el Museo de Antropolog铆a ... sin que hasta este momento se sepa donde qued贸 todo el dinero producto de esa gran oferta. Calder贸n en su campa帽a nunca dijo que quisiera abrir a la inversi贸n extranjera casi todo el sector petrolero y dejar a Pemex solo due帽o de su chatarra y de su corrupto sindicato, pero ahora ...
Entonces, si las autoridades toman acciones trascendentes de gobierno, que nunca externaron que iban a tomar al momento de su campa帽a para ser elegidos, entonces es obligado y de justicia conocer el parecer popular, mediante el referendo, frente a esas medidas que nunca fueron parte de alg煤n plan de gobierno que se planteara a la gente com煤n, en su decisi贸n para elegir a sus gobernantes.
Por otra parte, en M茅xico no es la mitad de la poblaci贸n contra la otra mitad, como se se帽ala en este blog. Calderon y L贸pez Obrador obtuvieron alrededor del 35% de los votos cada uno. Queda un 30 % que opt贸 por otras alternativas. Si agregamos a los que se abstuvieron de votar, alrededor del 40%, entonces tenemos que la gran mayor铆a de los mexicanos en edad de votar no son parte de esa disputa. Esto le d谩 todav矛a mas valor a un necesario referendo de las acciones importantes que quiera hacer el actual gobierno mexicano.
Y aqui surge algo interesante, m谩s ahora con el reciente estudio que asegura que con solo el 50% de las actas del las casillas de la votaci贸n del 2006, se devela que por las inconsistencias encontradas en esa revisi贸n, que superan por el doble la diferencia de votos entre Calderon y Lopez Obrador, es imposible de saber realmente quien gan贸 en esa jornada electoral. Si las elecciones del 2006 hubieran sido canceladas, la necesidad de nuevas elecciones habr铆an aportado un presidente con mayor legitimidad gracias a unas elecciones mas vigiladas y limpias, supuestamente, pero tambi茅n hubieran servido de segunda vuelta, ya que los que antes no votaron por PAN o PRD, ahora podr矛an pensar en optar por alguno de ellos, considerando que la primera opci贸n que tomaron ahora no tendr铆a futuro, sobre todo los que habr铆an votado por el PRI en la primera oportunidad. Y los que se hab铆an abstenido ahora tendr铆an la oportunidad de actuar votando y evitarnos el caos al que nos ha llevado la debilidad del actual gobierno, la oposici贸n a ultranza del PRD y la descarada actitud oportunista del PRI
Pero se prefiri贸 dejar todo como estaba, "aiga sido como aiga sido ..."