Español made in USA
Hace unos dos años, cuando un colega de la ý inscribió a uno de sus hijos en una escuela de Miami, recibió un instructivo con las normas del centro.
En la sección correspondiente a la obligatoriedad de usar el uniforme, la versión en inglés del documento advertía que "this policy will be strictly enforced". "Esta póliza será estrictamente enforzada", era la traducción de la versión en español.
En realidad, lo que quería decir la frase en inglés es que la norma de usar siempre el uniforme se haría cumplir a rajatabla.
Por suerte para las autoridades de la escuela, el documento nunca cayó en las manos de Antonio Llano.
Por lo que he podido averiguar hasta ahora, Antonio Llano fue un escritor y traductor que vivió en Nueva York entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.
De hecho, el título de este entrega no es mío, sino de Llano, quien encabezó así un artículo que escribió para el New York Times y que fue publicado el 4 de abril de 1916.
Se quejaba el intelectual en su trabajo del desdén con el que trataban los industriales estadounidenses de la época las traducciones al español de sus manuales, catálogos y anuncios publicitarios dirigidos a Latinoamérica. Y pone ejemplos.
"Este tema ha sido investigado por algunos de los escolares más destacados de Estados Unidos", decía una de las traducciones. La palabra que se había utilizado en inglés era "scholars", que quiere decir académicos, no estudiantes de primaria.
Otra traducción citada por Llano recomendaba que "los estudiantes de ingeniería mecánica visiten con frecuencia el supermercado". En realidad, el texto en inglés sugería que fueran al "shop", es decir, al taller.
"México está en el sur de los Estados Unidos", escribió otro traductor a partir de un original en inglés que decía -correctamente- que México está al sur de Estados Unidos.
La explicación de estos errores está en los "falsos amigos" y los falsos cognados" y otros vicios de los que tanto hablan los expertos en traducción.
Pero Llanos va más allá y dice que no se trata simplemente de equivocaciones razonables a la hora de traducir un texto, sino de que los industriales, en su afán de ahorrar, contrataban a personas poco instruidas para hacer este trabajo.
Su crítica no se limita al maltrato del idioma por el afán de lucro, sino que hunde todavía más el puñal y asegura que lo que había de fondo era simple altanería y desprecio de los estadounidenses hacia todo lo relacionado con América Latina.
"Los estadounidenses que piensan que este tipo de errores son aceptables en América Latina se equivocan de una forma lamentable. No son solo inaceptables sino que resultan ofensivos", escribe. Y no se detiene.
"Para algunos de estos señores, la unidad americana solo significa sacar más plata de los bolsillos de los latinoamericanos, pero maltratar de esta forma el idioma de sus clientes potenciales es una pésima forma de lograrlo".
Pero recordemos que Llano escribía esto en aquel lejano 1916, cuando Estados Unidos promovía la idea del panamericanismo. Si todos nos unimos, podemos hacer negocios entre nosotros y ser todos felices, era la teoría.
Como digo, era otros tiempos.
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Pues la cosa no ha variado mucho. Compras un producto que tiene origen gringo (aunque sea hecho en China) y la traduccion al español es terrible: antes contrataban personal no calificado, ahora usan traductores automaticos, así que el resultado es el mismo. Saludos
Hola me rei mucho utilizaste una palabra que muy pocas personas utilizan a raja tabla y me parecio correcto que hcieras eso una vez estaba yo leyendo el instrcutivo de mi MP3 y tenia errores parecidos y sabes donde estaba hecho el Manual en Malasia ellos que van a saber del español era una vil traduccion del ingles al español automatico que feo estaba el Manual en español tambien hay varios manuales de objetos electronicos normalmente y tienen unos errores pesimos me parece que si cometieramos el mismo error pero en ingles ya nos hubieran cortado la cabeza, de todas formas me gusta como los traducen por que te ries un poco aunqeu es una falta de respeto al idioma castellano.
la facilidad de utilizar un traductor automatico trae lasmismas confuciones hoy en dia. Cuando leo un manual leo las instruccione en español y las de ingles las trato de enetender a ver si quieren decir lo mismo, es un poco dificil, pero no complicado, la idea es "no lo que dice, sino lo que ueire decir"
En efecto ,los errores continuan,la prensa Hispana es considerada con desden:Basofia,esta situacion me ofende y me hace sentir mal,pero tengo que resignarme,en el fondo ellos no tienen ,ni tendran,en los proximos 100 anos,un sincero interes hacia el espanol,tendria que cambiar mucho mas el "skin color",notaras que solo se esfuerzan un poquito en los servicios donde se involucra una venta,lo demas es ignorado.
P.D:Dispensenme los acentos el teclado es Made in USA.
Beltran Rojas,Miami,USA
No cabe duda de que los traductores automáticos se emplean demasiado y que hay demasiadas personas que presumen de ser bilingues sin serlo. Sin embargo, a mi juicio, hoy en día parte de la culpa también la tienen muchos de los hispanos bilingues que viven en los EEUU.
A continuación, les pongo algunos ejemplos de palabras y frases que se utilizan en el Spanglish estadounidense que sacarían de quicio a los linguistas de la Real Academia Española.
1. Spanglish: la yarda - Castellano: el patio, el jardín
2. ¿me das un ride a mi casa? - ¿me llevas o me acercas a mi casa?
3. él está supuesto a ayudarme (¡qué espanto por dios!) - él debe o se supone que él tiene que ayudarme. En inglés decimos "He is supposed to". La versión espanglesa se trata de una flagrante traducción literal.
4. tengo un appointment con mi doctor - tengo una cita con el médico.
5. tengo un break para comer mi lunch a la una - tengo un descanso para almorzar o comer a la una.
6. dame una mano - échame una mano o ayúdame. a menos que quieras que me ampute la mano y que te la obsequie.
Soy estadounidense de nacimiento y este artículo me ha parecido ofensivo y bochornosamente tendencioso. Atribuye todo el problema a la prepotencia e ingenuidad de los estadounidenses cuando, a mi modo de ver, los latinos que viven en los EEUU también han contribuido sustancialmente al empobrecimiento del idioma y en muchos casos son precisamente estos individuos los que realizan las traducciones que, por su pésima calidad, ustedes aseverarían que son productos de la ignorancia y la avaricia estadounidenses.
Una última cosita si me permiten, he viajado mucho y ni les cuento la cantidad de lamentables traducciones al inglés que he visto y jamás se me habría occurido menospreciar a los ciudadanos de aquellos países.
Espero que mi opinión abra un poquito las vías del diálogo porque repito que, a mi juicio, este artículo no ha dejado espacio alguno para un intercambio de ideas.
¿Estaban errados o herrados?
Recuerdo que años atrás algunas empresas en el marco de la UE trataron de desterrar la ñ de los teclados de los ordenadores por ahorrar costes. En España se encendieron algo los ánimos y el Gobierno especuló con la probable solución. Dejaríamos de comprar los teclados que no tuvieran eñe y compraríamos los que la tuvieran. Y si nadie los fabricara, los haríamos nosotros, de tal manera que perderían sus ventas. Las empresas implicadas hicieron mutis por el foro y siguieron construyéndolos no por amor a la eñe, sino por dinero.
Con este asunto sólo hay que sensibilizar a quienes tienen el poder de vetar aquellos productos que no vienen, por ejemplo, bien informados. Si nos mostramos un poco más pragmáticos, podríamos ofendernos menos en nuestro orgullo lingüístico y atacar donde más les duele: el dinero.
Si a una empresa vendedora de coches se le ocurre, bien por altanería, bien por indiferencia, cometer el error de ofrecer vacas a 20 euros, a mi se me va a ocurrir que yo quiero mi vaca aunque ellos quisieran decir bacas.
Si estuvieron errados o herrados no es mi problema. Quiero mi vaca, sea lechera o no. ¡Vamos! Con lo caro que está todo, ya veré yo si por su carne o por su leche.
No cabe duda de que los traductores automáticos se emplean demasiado y que hay demasiadas personas que presumen de ser bilingues sin serlo. Sin embargo, a mi juicio, hoy en día parte de la culpa también la tienen muchos de los hispanos bilingues que viven en los EEUU.
A continuación, les pongo algunos ejemplos de palabras y frases que se utilizan en el Spanglish estadounidense que sacarían de quicio a los linguistas de la Real Academia Española.
1. Spanglish: la yarda - Castellano: el patio, el jardín
2. ¿me das un ride a mi casa? - ¿me llevas o me acercas a mi casa?
3. él está supuesto a ayudarme (¡qué espanto por dios!) - él debe o se supone que él tiene que ayudarme. En inglés decimos "He is supposed to". La versión espanglesa se trata de una flagrante traducción literal.
4. tengo un appointment con mi doctor - tengo una cita con el médico.
5. tengo un break para comer mi lunch a la una - tengo un descanso para almorzar o comer a la una.
6. dame una mano - échame una mano o ayúdame. a menos que quieras que me ampute la mano y que te la obsequie.
Soy estadounidense de nacimiento y este artículo me ha parecido ofensivo y bochornosamente tendencioso. Atribuye todo el problema a la prepotencia e ingenuidad de los estadounidenses cuando, a mi modo de ver, los latinos que viven en los EEUU también han contribuido sustancialmente al empobrecimiento del idioma y en muchos casos son precisamente estos individuos los que realizan las traducciones que, por su pésima calidad, ustedes aseverarían que son productos de la ignorancia y la avaricia estadounidenses.
Una última cosita si me permiten, he viajado mucho y ni les cuento la cantidad de lamentables traducciones al inglés que he visto y jamás se me habría occurido menospreciar a los ciudadanos de aquellos países.
Espero que mi opinión abra un poquito las vías del diálogo porque repito que, a mi juicio, este artículo no ha dejado espacio alguno para un intercambio de ideas.
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