De lo sublime a lo ridÃculo
Linda palabra, sublime. Se dice tanto de las cosas como de las personas.
Sublime fue el golpe de Roger Federer entre las piernas, de espaldas, que le dio match point ante Novak Djokovic en semifinales del Abierto de Estados Unidos.
El suizo aprovechó para rematar el partido y reservar su lugar en la final, ante Juan MartÃn del Potro, vencedor en sets corridos de Rafael Nadal.
Si algún deportista de la actualidad se acerca a la condición de "sublime", es Roger Federer.
Este tipo de gente nunca cae en lo ridÃculo: tiene una especie de protección mágica, que desvÃa lo negativo, lo feo.
RidÃculo, o grotesco, fue el asalto verbal de Serena Williams contra la juez de lÃnea que le cantó (erróneamente) una falta que dio a Kim Clijsters match point en semifinales del mismo torneo.
La estadounidense recibió un punto de castigo y, como ya no quedaban más puntos por jugar, quedó eliminada del torneo. Clijsters ganó luego la final, ante Caroline Wozniacki: era su tercer torneo tras reanudar su vida profesional.
La visión de su hija de 18 meses, disfrutando junto a ella después de la final, es otra de las imágenes sublimes de la actualidad deportiva.
Para equilibrar, anotemos lo más grotesco en muchos años: la pelea entre Flavio Briatore y Nelson Piquet Jr., que tanto daño ha hecho a la F1. Retomaremos esto más adelante.
La trama del deporte, como la de cualquier otra actividad humana, siempre contiene estas dos hebras, la dorada de lo sublime y la púrpura de lo ridÃculo.
Encontramos esta combinación en casi todas las manifestaciones deportivas, si sabemos buscar.
El sábado, por ejemplo, en Manchester City 4-2 Arsenal, Emmanuel Adebayor, el delantero togolés del Man City, superó a cuanto adversario se le puso por delante, en una cabalgata casi perfecta que no terminó en gol por la torpeza de uno de sus compañeros. ¡Qué jugador! ¿Por qué la gente de Arsenal habrá querido deshacerse de él?
En el mismo partido, Adebayor pateó deliberadamente la cabeza de Van Persie y, tras marcar un gol, corrió al otro extremo, para festejar ante la tribuna del Arsenal, provocando un alboroto que pudo pasar a mayores.
¡Qué irresponsable! Asà se explica la urgencia de Wenger en desprenderse de él...
El domingo, en Monza, el piloto brasileño Rubens Barrichello, que durante años ha sido una figura de segunda fila, postergado primero por Michael Schumacher en Ferrari y hasta hace algunas semanas por Jenson Button en Brawn, dio un paso al frente y refrescó sus pretensiones al tÃtulo este año.
Durante todo este tiempo de frustraciones (y no pocas alegrÃas, por supuesto), Barrichello se ajustó al modelo de caballerosidad que exige la ética deportiva. No le gustaba sacrificarse a favor de Schumacher, pero asà eran los contratos, asà era la realidad de la convivencia en Ferrari.
(Nada sabemos sobre las cosas que Barrichello se vio obligado a hacer para favorecer al piloto No. 1 de su equipo, y nada nos autoriza a pensar que en el paquete haya habido algo ilegal o directamente criminal.)
Ahora sabemos que otro brasileño, Nelson Piquet Jr, estrelló en forma premeditada su coche en carrera, para favorecer al piloto número 1 de Renault, Fernando Alonso, que ganó el Grand Prix de Singapur 2008.
Esta es la versión del propio Piquet. La gente de Renault alega que se habló del tema, pero que fue el piloto quien mencionó esa "posibilidad".
Renault y Flavio Briatore, el jefe del equipo, han denunciado a los Piquet, padre e hijo, ante la justicia criminal en Francia, por intento de chantaje.
Más allá de la gravedad del caso (no se trata sólo de trampear, sino de poner en peligro las vidas de terceros), resulta evidente que Piquet ha quedado descalificado para el automovilismo deportivo profesional.
El acto de aceptar y poner en práctica una conspiración cómo la que él ha denunciado no puede ser justificado por ningún motivo. La "fragilidad emocional" que él invoca es totalmente inaceptable en este caso.
Pero la otra parte también muestra la hilacha grotesca.
Briatore muestra la hilacha cuando, para descalificar al joven Piquet, saca a relucir detalles Ãntimos de su vida personal y sus preferencias sexuales, algo que en un ámbito tan machista como el automovilismo tiene el objetivo obvio de restar credibilidad y respetabilidad al brasileño.
La vida personal y sexual de Briatore (un reconocido play boy) también es muy pintoresca, pero no viene al caso. Lo mismo que la de Piquet.
Cuando McLaren fue multado cien millones de dólares por el famoso "espionaje" en Ferrari, creÃmos que habÃa sido el momento más vergonzoso de la Fórmula 1.
Si las autoridades llegan a la conclusión de que las acusaciones de Nelson Piquet tienen fundamento, aquel escándalo pasará a un segundo plano.
Cabe recordar que Briatore tiene sus enemigos en el automovilismo, y que muchos lo veÃan como un posible reemplazante de Max Mosley, el titular de la FIA, desacreditado a su vez por una celada más que grotesca.
Mosley siempre dijo que habÃa sido traicionado por importantes personajes del automovilismo.
¿Estamos ante una pelea de gatos callejeros, Piquet y Briatore, o ante algo más oscuro y profundo, una intriga palaciega con protagonistas ocultos?
Hagan sus apuestas, señores. ¿Qué decidirá la FIA?
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Lalo, ¿hoy podrÃas incluir a Del Potro entre la lista de personajes con algo sublime? No sé demasiado de tenis, ¿pero será posible que Del Potro llegue al número uno?
Y para la lista de lo ridÃculo, lo mal que está la selección de ´Úú³Ù²ú´Ç±ô de Argentina, ya muy pocos tenemos esperanzas en que Maradona haga jugar bien a su equipo, pero para salir de lo trillado, ¿no le deberÃamos asignar por lo menos la misma responsabilidad a la conducción del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô argentino? ¿No deberÃa esperarse el cambio de Grondona juntamente con el de Maradona? Porque parece que algunos dirigentes son eternos y nunca se renuevan. Tal vez si a los dirigentes los eligiesen los jugadores o los socios de los clubes no habrÃa tantas "roscas" (o negocios) de los directivos del ´Úú³Ù²ú´Ç±ô argentino.
Por el bien de la golpeada credibilidad y el aporreado prestigio de la F1, ojalá salga a la luz toda la verdad del affaire Piquet-Briatore, y que hayan sanciones ejemplares para quien tenga que haberlas. Si no es asÃ, muchos huiremos decepcionados y posiblemente este hermoso espectáculo seguirá de capa caÃda.
Yo creo que Briatore y el responsable tecnico del equipo son culpables, como lo sugiere el lavado de manos de la empresa Renault, que los ha dejado colgados al aire libre, aunque tal vez con una compensacion, para evitarse luego juicios y etceteras. Estoy de acuerdo con el bloguero que este es el escandalo mas grave de la historia del automovilismo, mas que lo de McLaren/Ferrari, y que Nelsinho nada tiene ya que hacer en el automovilismo deportivo, aunque su padre es influyente y capaz de conseguirle algo bueno, tal vez en alguna de las categorias de Estados Unidos.