¿Es este mi último blog?
La ciencia me respalda: para el viernes 21 de diciembre no hay alerta alguna de desastre natural; no existe asteroide ni planeta que ose llevarse por delante a la Tierra, ni hay ninguna señal de un Apocalipsis como el que predice el libro de Juan en el Nuevo Testamento.
Y, sin embargo, hay todo un grupo de personas que creen que ese mismo 21 de diciembre el mundo se acabará.
Lo creen firmemente, basados en una interpretación de uno de los calendarios mayas, el que registra la historia.
Este calendario de cuenta larga empieza con la creación mitológica y se divide en distintos ciclos. Uno de ellos es el ú, que equivale a unos 394 años en el calendario solar. El 21 de diciembre se inicia el nuevo ú.
Es precisamente este cambio de ciclo lo que ha dado pie a innumerables teorías y especulaciones sobre el final de los tiempos.
Aunque científicamente insostenible, la convicción del apocalipsis es tan real que adquiere peso propio. Es innegable.
Gravita en la cultura: la idea del cataclismo está presente en internet, videojuegos, libros, programas de televisión por cable y películas de Hollywood como "2012", de Roland Emmerich.
En la red social Twitter, por ejemplo, el tema es trending topic.
Sabemos incluso de quienes han tomado decisiones importantes teniendo en mente el 21 de diciembre. Una colega colombiana, por ejemplo, nos cuenta que una empleada de su madre dejó el trabajo porque no quería estar atareada cuando llegara el fin.
A medida que se acerca la fecha fatídica, la bola de nieve se vuelve incontrolable. La ha recibido tantas consultas respecto del supuesto Armagedón que se ha visto obligada a publicar una batería de material, incluyendo respuestas de sus expertos, para rebatir las teorías terminales.
"Nuestro planeta se las ha arreglado bien durante 4.000 millones de años, y científicos fiables de todo el mundo no conocen amenaza alguna asociada con 2012", insiste la agencia espacial estadounidense.
No obstante, en muchos casos -decía antes- la convicción de la cercanía del fin del mundo es tan imperturbable frente a la evidencia de los expertos que adquiere sustancia propia.
Y por lo tanto, en ý Mundo creemos que debemos tener en cuenta la existencia de este fenómeno, tratar de comprenderlo, hablar de su costado comercial y de algunos grupos que sostienen las teorías apocalípticas, como los llamados Mayas Galácticos, y hasta permitirnos -por qué no- un juego interactivo: ¿qué haría usted el último día antes del fin del mundo?
Incluso el temido 21 de diciembre seguiremos informando sobre el tema.
Después de todo, estamos hablando de una manifestación puramente humana, que tiene bases profundas en dos obsesiones de nuestra especie: las fechas y el carácter cíclico de nuestro devenir.
Si no, tan sólo recuerden el ruido que hicieron los que pregonaban el caos informático o el acabose no hace mucho tiempo, en 2000, es decir a la vuelta del milenio.
Hace algunos años hablé de estos temas con , profesor de historia y director del Centro de Estudios Milenarios de la Universidad de Boston, en Estados Unidos.
Landes me dio una clave para entender la obstinación del ser humano con los finales: "Las expectativas apocalípticas son esencialmente psicológicas, porque el fin nunca ha llegado. Su verdadero impacto está determinado por las formas en que ejercitan nuestra imaginación".
Sea como fuere, mantendremos la calma esta semana, desde luego respetando las creencias ajenas. A no ser, claro, que la NASA se desdiga y nos haga pegar un susto de último momento.
ComentariosAñada su comentario
espero que la naturaleza este de acuerdo contigo ya qwe un volcan un maremoto un temblor yo hasta donde se no avisa solo qu hables con la naturaleza para afirmar lo qwe dices ya qwe si realmente llegara a ocurrir algo qwien telo reprocharia ya qwe hasta tu estarias fuera
El Señor Jesucristo dijo: ¨¨Escudriñad las Escrituras... y ellas son las que dan testimonio de mi Juan 5:39. El creador y sustentador de este universo es el Señor Jesucristo,El vino un día, entrego su vida por toda la humanidad.Juan 3:16. Leer Mar. 16:15-17;Lc. 24:47, Hech. 2:38;4:12.El próximo gran acontecimiento, es la venida de Cristo por su iglesia. Juan 14:1-3;Heb. 9: 27; 1 Tes. 4:14-18; 1Cor. 15:51-52. Si hoy viniera Jesucristo por su iglesia, a este mundo todavía le quedarían 1007 años de vida; Que son: 7 años del gobierno del anti-Cristo y 1000 años del Reinado de Jesucristo con sus santos sobre esta tierra. Apo,20:1-10;2 Ped. 3:8-10. Prepárate mi amigo, amiga pues solo hay dos caminos: Uno conduce al cielo y el otro al infierno, ¿Cual escogerás? Mat. 7:13-14;Mat. 25:46;Dan. 12: 2-3. Jesucristo es el único camino al cielo,El es el único Salvador,Juan 14: 6; Mat. 1:21; Hech. 4:11-12; Hech. 10: 43-48. Lee cuidadosamente Hechos 2: 38, usa estas únicas llaves, y seras salvo.Dios te bendiga y te de la paz que solo el sabe dar.En ningun otro la hallaras.La Biblia el punto de referencia.
Hasta donde el conocimiento humano llega, no hay evidencia de un fin del mundo o de la humanidad inmediato, y este conocimiento es bastante certero.
El problema es que hay un punto ciego que la ciencia no puede, ni pudo nunca explicar, y está relacionado con la siguiente pregunta: ¿de donde salió el universo?
La teoría del Big Bang habla de un núcleo concentrado que explotó y originó el universo, lo cual es contradictorio porque no explica de donde salió dicho núcleo y como en un núcleo pudo haber un universo concentrado, lo que dio origen a distintas especulaciones indemostrables que ni los mismos científicos se la creen.
En síntesis, hay un punto ciego que nadie puede explicar y que está mas allá del razonamiento humano, porque es inentendible.
Este punto ciego es lo que algunos llaman “el creador” y que realmente no se sabe lo que es.
¿Qué es lo que se puede generar a partir de ese punto ciego?
NADIE LO SABE.
¿El 21/12/2012 va a pasar algo relacionado con ese punto ciego?
Lo mas probable es que NO … pero al mismo tiempo nadie puede afirmar o negar que alguna vez suceda algo.
Como mencionas el evangelio de San Juan me siento obligado a contestar que como cristiano creo en Jesucristo, creo de igual forma que El volverá un día, como ladrón en la noche. Eso quiere decir que nadie sabe ni el día ni la hora en que nuestro Señor Jesus ha de regresar. El dar fechas precisas del final de los tiempos no es algo que un buen cristiano debe hacer, por supuesto la misma Biblia ha predicho esto, que vendrán muchas personas diciendo que ya se acerca el fin pero todavía no es.
Por supuesto que estoy hablando desde el punto de vista de la fe y que cuando de ello se trata no hay ciencia que pueda hacer cambiar la fe de nadie, tu crees lo que quieres o eliges creer. Pero, como dijo Josué, el gran general conquistador israelita: Mi casa y yo serviremos a Jehová.
A mi me parece que el cerebro humano es muy bueno con los patrones, es decir juntando en este caso ideas y números para determinar una especie de totalidad en ellos. Algo así como la secuencia aurea de Fibonacci, ¿Que en realidad está allí o queremos que este allí? De cualquier manera ninguna catástrofe clara se avecinaba en el horizonte y a menos que una explosión repentina de rayos gama o algún fenómeno de fluctuación cuántica sucediesen no hay nada allí.
Llama la atención la pertinaz tendencia a creer en profecías, sea de personajes bílbicos (la Biblia la respeto como cristiano practicante, pero mi madurez me hace ver que detrás de ella más que la mano de Dios está la mano del hombre con fines muy intereseados en favorecer a alguna parte), como de los llamados profetas clarividentes, “viajeros del tiempo”, y similares. De alguna manera creo en cosas esotéricas, pero de que el mundo se acabaría, jamás me pasó por la cabeza, o sea, sé que llegará un día en que la Humanidad no resista más la presión del dinero (ese es el verdadero mal y el detonante de los apocalipsis que nos esperan, que son de índole lejanamente castrófico-natural: ¡son sociales!). La Humanidad va camino de su declive y decadencia debido a factores que no tienen que ver ni con los mayas, ni con Nostredamus, ni con sus semejantes. Esos factores los impulsan la codicia y el desenfreno del poder con tal de hacerse valer por encima de todo, pero sin tener en cuenta que no hace más (el poder) que morderse su propia cola, hasta que un día se devore él mismo.
El fin del mundo sumiso y resignado con el poder de los mismos de siempre, comenzó ya hace algún tiempo, y vamos por esa senda irremediablemente, tal y como lo dicta la teoría de los sistemas caóticos, aunque esta vez, arropada por el efecto alud que la injusticia va creando en la conciencia de las gentes: eso si no lo va a poder detener nadie y estamos llegando al pundo de no regreso, cuando a partir de él se pondrá fin al injusto orden que hoy nos rige: ¡el dinero (con todos los males que acarrea) pasará a ser historia, pues su papel se ve menguado día a día hasta que llegará el momento de que ya no puesa arreglar nada!
Hace tres décadas INTERNET casi no existía y a veces las noticias de catástrofes tardaban semanas en abrirse camino: recuerdo un terremoto que en los años 70 mató a casi un millón de personas en China, y la noticia se supo al cabo de una semana: hoy INTERNET te lo muestra todo casi que en tiempo real y eso es lo que crea la impresión de que las catástrofes se multiplican: ¡son las mismas de siempre!, y las estadísticas no muestran ninguna variación espectacular en ellas. ¡Ese es el apocalipsis que nos tratan de hacer ver cercano! Siempre han habido catástrofes y máxime en un planeta como el nuestro, natural y geológicamente tan activo.
El mundo se acabará o por vía natural, como todo lo que se somete a las leyes de la entropía ( y aquí tengo en cuenta la material, la social, la genética y la de cualquier tipo), o lo terminaremos nosotros con la codicia, la intolerancia y la injusticia. Por lo pronto, seguimos viviendo, pero… ¿hasta cuándo?
Federico, ese punto ciego (que tu hablas), es ciencia en progreso, hay infinidad de puntos ciegos en el universo, en la naturaleza (el conocimiento es tan grande como el universo, o tal vez, los universos); por lo tanto SIEMPRE VA A TENER PUNTOS CIEGOS LA CIENCIA, y eso es lo emocionante de todas las ramas de la ciencia.