A fines de enero, una joven obrera cubana fue detenida por robar en su centro de trabajo una mochila con productos alimenticios. Se pas贸 toda una noche en el calabozo, fue despedida de la empresa y tuvo que pagar una multa de $2000.
El fin de semana me acord茅 de ella al leer en el peri贸dico oficial, Granma, la respuesta del Ministerio de la Agricultura a las contra los dirigentes que obstaculizaron el reparto de las tierras ociosas.
Anuncian que , la mas "severa" fue la suspensi贸n del cargo por 6 meses, el resto fueron "amonestados", es decir que recibieron un simple rega帽o para que en el futuro se porten bien.
No pretendo discutir la aplicaci贸n de las leyes pero parece desproporcionado que una obrera por un peque帽o robo sea castigada con mucha m谩s dureza que quienes atentan contra la seguridad alimentaria de toda la naci贸n.
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Los acontecimientos de Egipto despertaron sorprendentes expectativas entre algunos exiliados. Desde Facebook convocan a los cubanos a alzarse y les marcan hasta la fecha exacta en que deben iniciar las protestas.
A m铆 me cuesta establecer una relaci贸n entre las pir谩mides y el malec贸n. Es que hablamos de naciones de diferentes costumbres, tradiciones y sistemas econ贸micos, con actores pol铆ticos totalmente distintos y gobiernos ideol贸gicamente opuestos.
Pero al fin y al cabo se trata de una pel铆cula que ya he visto m谩s de una vez desde que llegu茅 a la isla. La primera en los a帽os 90, cuando se aseguraba que con la disoluci贸n de la URSS, desaparecer铆a autom谩ticamente la Revoluci贸n Cubana.
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Es incre铆ble como un pa铆s tan peque帽o como Cuba -m谩s chiquito que Uruguay incluso- puede hacer tanto ruido en el mundo. Sea por la pol铆tica, la medicina, la cultura o simplemente por sus habanos, el nombre de la isla se nos aparece siempre.
Voy al cine en Madrid a ver un policiaco sobre el Vaticano y salen feligreses con una bandera cubana, subo a un taxi en M茅xico y el chofer va oyendo a Celia Cruz, viajo a Montevideo y veintea帽eras me preguntan por Silvio Rodriguez.
Los diplom谩ticos de la ONU discuten cada a帽o 2 mociones sobre la isla, una conden谩ndola por la violaci贸n de los derechos humanos y la otra condenando a EE.UU. por el embargo econ贸mico al que la tiene sometida desde hace medio siglo.
En el Tercer Mundo, desde Hait铆 hasta Pakist谩n, los gobiernos agradecen la ayuda m茅dica que llega desde la isla, mientras que los pa铆ses desarrollados parecen decididos a hacer de los disidentes cubanos los opositores mas premiados del universo.
Ahora est谩 en el bombo el caso de Wikileaks y varios de los cables secretos hacen referencia a Cuba. Sin embargo, no es la 煤nica vinculaci贸n. Anna Ardin, la sueca que acusa a Julian Assange de violaci贸n habr铆a trabajado con la disidencia cubana.
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Estuve en un nuevo debate de la revista Temas, esta vez sobre c贸mo se proyecta la imagen de Cuba en la prensa extranjera. Fue interesante pero, como ya saben, el director del evento nos tiene terminantemente prohibido que contemos lo ocurrido.
Es una l谩stima, habr谩 que esperar hasta que ellos lo transcriban, lo revisen, se lo entreguen a los miembros del panel para volverlo a revisar y finalmente lo publiquen. As铆 que pasar谩 alg煤n tiempo antes de que exista una versi贸n oficial del debate.
Cumplir茅 mi palabra de no contar lo que ocurri贸 -de lo contrario me impedir铆an entrar a los pr贸ximos debates- pero puedo hablar de lo que no pas贸 porque Temas nunca me prohibi贸 divulgar las cosas que no sucedieron.
Por ejemplo, los 3 panelistas de la prensa nacional no hablaron en ning煤n momento de paz ni de entendimiento. Al d铆a siguiente un joven colega cubano sintetiz贸 el debate en Facebook diciendo que fue un viaje al Mosc煤 de Stalin.
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