Internet es como una cajita que ten铆a mi abuela, un rinc贸n lleno de sorpresas. Algunas de las cosas que ah铆 se encontraban eran deslumbrantes, otras no ten铆an lustre y unas m谩s se olvidaron r谩pidamente.
Pero en la red de redes muchas de esas p谩ginas arriban con un gran estruendo medi谩tico. Los bloggers y periodistas de tecnolog铆a solemos darles gran relevancia, quiz谩 por el deseo de estar ante el nuevo Google, Apple o Facebook, o tal vez porque nos gustan las historias en las que David vence a Goliat. Nada mejor que narrar el cuento de un peque帽o proyecto que vence a las grandes firmas y se establece como el nuevo imperio tecnol贸gico.
El problema es que muchos de esos sitios se desvanecen en unos pocos meses o -los m谩s resistentes- en un pu帽ado de a帽os. 驴Qu茅 les parece si recordamos a algunos de los que en los 煤ltimos a帽os llegaron a la cima para despu茅s caer en la oscuridad?
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A Steve Jobs le gustaba dictarle la agenda al mercado, desarrollar productos que se volvieran tendencias y obligar a la competencia a tratar de alcanzarlos.
A Jobs no le gustaban las tabletas de siete pulgadas.
En 2010 le dijo a inversionistas que los dedos de las personas eran muy grandes como para oprimir con precisi贸n los 铆conos en una pantalla peque帽a -la del iPad es de diez pulgadas.
"No tiene sentido a menos que la tableta incluya una lija para que puedas lijar tus dedos y reducirlos a una cuarta parte de su tama帽o actual".
Y a帽adi贸: "Hemos hecho muchas pruebas con usuarios y realmente entendemos esto. Diez pulgadas es el tama帽o m铆nimo de pantalla para crear buenas apps para tabletas".
Entonces 驴por qu茅 este martes Apple present贸 el iPad mini de... siete pulgadas?
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All谩 a lo lejos, incluso por encima del lugar donde Felix Baumgartner se precipit贸 la semana pasada, la llamada basura espacial orbita nuestro planeta.
Decenas de millones de toneladas melanc贸licas que un d铆a fueron sat茅lites, naves espaciales o c谩psulas hoy han quedado abandonadas, fragmentadas, inservibles, destruidas.
La gran mayor铆a son menores a un cent铆metro, pero son millones y representan riesgos tanto para el equipo espacial activo, como para los humanos que contemplan las estrellas aqu铆 abajo.
Pero, 驴c贸mo se limpian millones de pedazos espaciales? Un grupo de cient铆ficos brit谩nicos se cuenta entre los 煤ltimos en ofrecer una respuesta.
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La empresa detr谩s de Windows est谩 cambiando su visi贸n y la forma en la que hace negocios. Con la pr贸xima llegada de su tableta Surface al mercado, la compa帽铆a se relacionar谩 a fondo con sus usuarios.
En una carta a accionistas de la empresa su director ejecutivo, Steve Ballmer, dijo: "Este es un cambio significativo que impactar谩 como manejamos la empresa, c贸mo desarrollamos nuevas experiencias y c贸mo llevamos al mercado productos tanto para usuarios como para empresas".
En la misiva Ballmer tambi茅n describi贸 a Microsoft como una compa帽铆a de "dispositivos y servicios" lo que marca un giro radical en una marca que hasta ahora se ha concentrado casi exclusivamente en software.
驴Por qu茅 Microsoft cambia de paradigma y cu谩les son sus posibilidades de 茅xito?
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El reinado de los tel茅fonos inteligentes est谩 cambiando la forma en la que se distribuye el contenido que se difunde en la web.
La informaci贸n a la que se puede acceder hoy en d铆a desde una computadora depende 煤nicamente de que el usuario cuente con un navegador que pueda leer la p谩gina. Si 茅sta tiene un formato que el programa no reconoce, basta con descargar otro navegador en forma gratuita.
Pero una nueva ola est谩 surgiendo en la red. Cada vez m谩s usuarios acceden a la informaci贸n a trav茅s de las apps que instalan en sus tel茅fonos inteligentes.
El problema es que no todas las apps est谩n disponibles en todos los tel茅fonos. Algunas son exclusivas para iPhone, otras s贸lo para Android, unas cuantas para BlackBerry.
Bienvenidos a la era de la fragmentaci贸n del contenido.
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| 13:27, Mi茅rcoles, 31 Octubre 2012
