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 Los programas de la 大象传媒 que cubren noticias o temas con contenido sexual deben evitar el sensacionalismo y tratar las im谩genes, sonidos y textos con especial cuidado, muy en particular cuando se trata de abuso sexual de menores, violencia sexual y sadismo. No se debe representar a las conductas sexuales extremas como hechos normales en la sociedad. Asimismo, la cobertura de este tipo de temas debe programarse con cuidado y anunciarse con claridad. Manejar con sensatez la informaci贸n con contenido sexual puede ayudar a no ofender los sentimientos de algunos sectores del p煤blico. La violencia sexual en Birmania - Tin Htar Swe, Jefa de Informaci贸n del Servicio Birmano de la 大象传媒 Comenzaba a anochecer mientras esperaba nerviosa en una improvisada choza en un campo cercano a la frontera de Tailandia y Birmania. Estaba all铆 para reunirme con una campesina de la etnia shan que hab铆a declarado que un grupo de soldados birmanos la violaron repetidamente durante m谩s de diez d铆as. Desde el golpe de Estado en Birmania, en 1988, el nuevo gobierno militar ha ampliado su ej茅rcito de 100.000 efectivos a 400.000. En ese tiempo, se ha informado de numerosas violaciones y otros actos de violencia sexual cometidas por soldados birmanos en el estado de Shan. En 2002, dos organizaciones no gubernamentales de Shan compilaron un documento en el que detallaban 173 casos de violaci贸n que afectaron a 625 mujeres, muchas de ellas menores de edad. En su informe "Licencia para violar", la fundaci贸n SWAN acusaba a las autoridades de Rang煤n de condonar oficialmente la violaci贸n como 鈥渁rma de guerra鈥 contra la poblaci贸n civil. El gobierno birmano, sin embargo, ha rechazado tal acusaci贸n. El testimonio Ya hab铆a pasado una hora cuando mi int茅rprete lleg贸 con la campesina. Escuch茅 unos pasos y pude ver una mujer delgada de unos 30 a帽os. Nos cont贸 c贸mo la secuestraron un grupo de soldados birmanos y c贸mo comenz贸 su tragedia cuando acamparon para pasar la noche. Todos los soldados la violaron, nos dijo. Al d铆a siguiente, la llevaron a un destacamento de unos 80 efectivos. Su sufrimiento continu贸 durante diez d铆as m谩s, hasta que la dejaron abandonada en un campo de cultivo. Mi objetivo era presentar de forma precisa e imparcial un relato para los oyentes del Servicio Birmano de la 大象传媒; sin embargo, al escucharla se hizo muy dif铆cil mantenerme distante y desapasionada. Sensibilidades culturales A la hora de transmitir el reportaje dejamos que contara su tr谩gica historia, pero tambi茅n tuvimos que tener en cuenta las sensibilidades culturales de nuestra audiencia birmana, que agrupa a oyentes de todas las edades. En Birmania, los hogares cuentan normalmente con un solo receptor de radio, y se acostumbra que la familia entera y algunos vecinos se re煤nan para escuchar nuestra transmisi贸n. Mi entrevistada describi贸 todo lo ocurrido, pero yo edit茅 los detalles m谩s fuertes. En Birmania, la violaci贸n conlleva un fuerte estigma para la v铆ctima; muchos tienden a acusar a la mujer, en vez de a una situaci贸n de desamparo legal. Fue casi imposible obtener una reacci贸n del gobierno de Rang煤n sobre esta y otras acusaciones de violaci贸n a manos de sus soldados. La 煤nica respuesta que logramos fue unas cuantas l铆neas escritas en un fax, en las que aseguraban que todas las acusaciones eran falsas. |
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