Parece que este a帽o el n煤mero de emigrados cubanos que visit贸 la isla alcanzar铆a la cifra r茅cord de 200.000. La eliminaci贸n de las restricciones impuestas por el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush desat贸 esta fiebre de nostalgia acumulada, de morri帽a tropical.
Bush quiso convertirlos a todos en "refugiados pol铆ticos", a golpe de decretos y prohibiciones de viajes. Su razonamiento ten铆a cierta l贸gica, en qu茅 cabeza cabe que los exiliados vayan de vacaciones al pa铆s que los persigue.
Lejos de la pol铆tica, las compa帽铆as ch谩rter hacen "su agosto" este diciembre, tanto que llegan a ofrecer el sobrepeso a mitad de precio y el primer perro que chequee viaja gratis. Habl茅 con una mujer que lleg贸 con una maleta llena de embutidos y con su can en un canasto.
La aduana cubana parece bastante flexible por estos d铆as. "Me dejaron pasar sin problemas toda la comida, incluso un tremendo salami que traje", me explica ella, mientras prepara el viaje a la finca de los viejos para comerse su puerquito en familia.
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Esta navidad trajo a los cubanos un cambio que transformar谩 sus vidas.
El gobierno acaba de descentralizar las finanzas, con lo que muchas de las empresas ineficientes podr铆an desaparecer si no son capaces de autofinanciarse.
Hasta ahora el pa铆s funcionaba con la pol铆tica del "gran saco", en el que todos met铆an sus utilidades y ped铆an luego de acuerdo a sus necesidades. El Estado, como gran administrador, repart铆a seg煤n una lista de prioridades, pol铆ticas, sociales e incluso econ贸micas.
Este mecanismo adolece de muchos inconvenientes pero el peor de todos es que apuntala a las empresas ineficientes con los dividendos que aportan los sectores verdaderamente rentables. A pesar de esto la llaman "econom铆a planificada".
El Parlamento aprob贸 por unanimidad (lo cual no sorprendi贸 a nadie) una reorganizaci贸n en la que los sectores que producen m谩s divisas -n铆quel, turismo, tabaco, biotecnolog铆a, etc- podr谩n reinvertir los beneficios en el desarrollo su actividad.
Aunque el excedente ser谩 entregado al Estado, el nuevo mecanismo les permitir谩 operar sin tantos sustos. Es que en ocasiones, despu茅s de meter cientos de millones en el "gran saco", no encuentran los miles que necesitan para pagar a sus proveedores.
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Emigrar es, en general, un proceso doloroso pero en el caso de los cubanos significa adem谩s emprender un viaje sin retorno. Como si hubieran cometido un delito muy grave, el Estado los despoja de todas sus pertenencias.
No importa que se trate de bienes legalmente adquiridos, todo ser谩 decomisado, desde la vivienda y el autom贸vil hasta los muebles. Si se niegan a entregarlo no reciben el "Permiso de Salida" que otorga la todopoderosa Direcci贸n de Migraci贸n.
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Llegamos al post n煤mero 100 y a煤n estamos vivos, lo cual es ya de por si un 茅xito teniendo en cuenta que nos hemos metido con casi todo el mundo. De todas formas nuestro objetivo nunca fue despertar simpat铆as sino hablar en profundidad de Cuba.
Unas semanas antes de que salieran las primeras 5 notas de prueba, le coment茅 a un funcionario de gobierno el proyecto. Como si le hubiera dicho que me dedicar铆a al tr谩fico de drogas, me respondi贸 desconsolado: "驴t煤 tambi茅n te vas a meter en eso?".
Para ellos los blogs son el arma m谩s moderna que utiliza "el enemigo" contra la Revoluci贸n. Nosotros, en cambio, lo vemos como un formato que nos permite abarcar informaciones de Cuba que consideramos valiosas aun cuando no sean "noticias".
Pero el nerviosismo tambi茅n se debe a que algunos desean "cortarme las alas". Desde hace a帽os las autoridades competentes me proh铆ben colaborar con ning煤n otro medio que no sea la 大象传媒, y son especialmente estrictos respecto a los canales de TV.
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Juan Carlos Gonz谩lez (alias P谩nfilo) es todo un personaje en Miami. Atrajo la atenci贸n cuando, en estado de ebriedad, grit贸 ante una c谩mara que en Cuba no hay comida. Ahora, en medio de otra borrachera, acaba de insultar a Fidel y Ra煤l Castro.
Esto parece haberlo convertido en un h茅roe del exilio. Los videos son comprados y emitidos por los peque帽os canales de la televisi贸n local, pero el resto de los medios se apresuran a reproducir sus palabras, alertando recatadamente sobre su "lenguaje ofensivo".
El fen贸meno resulta extremadamente curioso porque todos saben que es un alcoh贸lico, es decir una persona enferma y dependiente. Sin embargo, parece que resulta ideal para mantener vivo el "reality show" sobre la realidad cubana.
Esta semana fuimos a ver a P谩nfilo. Lo encontramos sobrio y nos sonri贸 amablemente, pero apenas vio las c谩maras nos ech贸 de su casa.
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