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  Las entrevistas, Javier Lizarzaburu
  Los participantes, Ben Sutherland
  La privacidad, Beatriz Gómez
  Cuando se niegan, Joseph Winter
  El juicio a Milosevic, Geraldine Coughlan
  Menores de edad, Lourdes Heredia
  Los estereotipos, Manuel Toledo
  Confidencialidad, Thomas Lyford-Pike
  Grabaciones subrepticias
 
Los participantes, Ben Sutherland

Todos los que participan en la cobertura periodística de la ´óÏó´«Ã½ tienen el derecho a saber qué esperamos de su contribución y en qué condiciones.

¿De qué se trata el programa o el artículo? ¿Es una entrevista, una discusión o un debate formal? ¿Qué gama de puntos de vista estarán representados? ¿Quiénes son los otros invitados? ¿Su contribución será grabada o en vivo? ¿Será editada?


Los participantes – Ben Sutherland, Servicio Mundial de la ´óÏó´«Ã½.

Desde todo punto de vista, como periodista o como invitado, es importante que los participantes de un programa sepan lo que uno quiere de ellos.

Ellos no quieren quedar mal y uno no quiere terminar con un programa en el que nadie tiene nada que decir, algo que resulta sumamente crítico en espacios que cuentan con la participación directa del público por teléfono.

El programa "Africa Live!" del Servicio Mundial de la ´óÏó´«Ã½ busca de sus entrevistados y participantes intervenciones que resulten educativas, informativas e, incluso, entretenidas; la perfecta culminación de los valores de la ´óÏó´«Ã½.

Mantenerlos informados

Siempre tenemos en cuenta que algunos de los peores momentos de la radiodifusión surgen cuando tomamos por sorpresa a nuestro entrevistado con algo que no tiene nada que ver con su participación en el programa.

Quizás no le explicamos bien lo que esperábamos o no comprendió de qué se trataba su intervención, pero el hecho es que en la radio no hay nada peor que largos silencios, constantes "esteeee….", "osea…", "es decir…", y otros salvavidas lingüísticos por el estilo.

Se trata de puro sentido común: uno nunca invitaría a un grupo de expertos en política del Medio Oriente para entrevistarlos sobre un partido de tenis.

Además, al pregrabar una entrevista, una declaración o un testimonio para luego editarlos, el periodista tiene en sus manos un gran poder: el material elegido finalmente puede hacer que el participante quede bien de cara al público o, simplemente, haga un papelón.

Un tratamiento justo

Con toda intervención editada, es importante ofrecer una representación precisa de lo que dijo el entrevistado; después de todo, uno no quiere que después del programa los invitados acusen a la ´óÏó´«Ã½ de hacerlos quedar mal ante millones de oyentes.

Este lujo, sin embargo, es algo de lo que no podemos disfrutar en las transmisiones en vivo de "Africa Live!".

Hay que recordar siempre que lo que se dice ante el micrófono es lo que sale al aire, una consideración que se hace cada vez más importante a medida que la ´óÏó´«Ã½ avanza en el uso de la interactividad gracias a la convergencia de medios en la internet.

En "Africa Live" siempre preguntamos primero de qué quiere hablar el participante antes de pasar su llamada telefónica al estudio. Nos aseguramos de que sepan de qué se trata el programa y de que entiendan nuestras restricciones al uso de expresiones ofensivas o de comentarios difamatorios.

A los ojos del público, y de la ley, la ´óÏó´«Ã½ es responsable en última instancia de todo lo que salga al aire o se publique en sus medios informativos, no el invitado.
 
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