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大象传媒 World Service | Las reglas del juego | Transparencia
 
  滨苍迟谤辞诲耻肠肠颈贸苍
  Las entrevistas, Javier Lizarzaburu
  Los participantes, Ben Sutherland
  La privacidad, Beatriz G贸mez
  Cuando se niegan, Joseph Winter
  El juicio a Milosevic, Geraldine Coughlan
  Menores de edad, Lourdes Heredia
  Los estereotipos, Manuel Toledo
  Confidencialidad, Thomas Lyford-Pike
  Grabaciones subrepticias
 
La privacidad, Beatriz G贸mez

La 大象传媒 debe respetar el derecho a la privacidad de las personas, reconociendo 鈥搒in embargo- que cualquier intromisi贸n s贸lo puede justificarse en pro de un bien superior, como el bien com煤n.

El derecho a la privacidad se ve limitado por el inter茅s p煤blico cuando se puede ocultar informaci贸n que afecte el bien de la comunidad.

Asimismo, un individuo tiene menos derecho a la privacidad cuando su conducta es criminal o marcadamente antisocial.

El derecho a la privacidad es claramente mayor en el hogar que en lugares p煤blicos.

En ese marco, la 大象传媒 establece que el comportamiento de las personas, la correspondencia y conversaciones realizados en privado no deben darse a conocer, a menos que sean de claro inter茅s p煤blico.


El derecho a la privacidad 鈥 Beatriz G贸mez, Secci贸n Latinoamericana de la 大象传媒.

Cuando escuch茅 su voz, tuve la certeza de que era la de Fanny Alba. Llevaba horas tratando de comunicarme con ella.

Ese d铆a, el 12 de Junio de 2001, la noticia recorri贸 el mundo. Su esposo, Guillermo Sobero, hab铆a sido decapitado por los guerrilleros separatistas filipinos Abu Sayyaf, quienes lo hab铆an tomado de reh茅n el 27 de mayo.

El jefe de informaci贸n me encarg贸 la tarea de encontrar a la esposa de Sobero y de lograr su testimonio. Despu茅s de marcar una y otra vez, por fin la ten铆a en la l铆nea. "Se帽ora, por favor no me cuelgue", le supliqu茅.

El dolor

"Le ruego que nos disculpe. Sabemos que 茅ste es un momento de gran dolor para usted y su familia y cr茅ame que no queremos perturbarla. Pero le pido 鈥損or favor-, que comprenda que tenemos que informar, y que usted es la persona m谩s adecuada para hablar".

"S贸lo quisi茅ramos saber si usted ha recibido confirmaci贸n oficial sobre la muerte de su esposo鈥.

La se帽ora Alba no hab铆a recibido ninguna confirmaci贸n del FBI ni del departamento de Estado. S贸lo sab铆a que las autoridades filipinas ten铆an que hacer unas pruebas para confirmar si los restos hallados eran de su esposo.

"脡stos deben haber sido unos d铆as de mucha angustia para usted y sus hijos", pregunt茅. "S铆", respondi贸, "especialmente para m铆, porque mis ni帽os no saben nada en absoluto, y yo me encuentro en la situaci贸n de tener que prepararme para, cuando llegue el momento, ver c贸mo present谩rselos".

驴Qu茅 edad tienen sus ni帽os?, le pregunt茅. "Seis, tres y dos a帽os", coment贸.

Le pregunt茅 por qu茅 su esposo hab铆a viajado a las Filipinas, y c贸mo hab铆a sido secuestrado por guerrilleros de ese pa铆s.

El terreno de la intimidad

Pero para mi absoluta sorpresa, la se帽ora Alba comenz贸 a hacer una confesi贸n sobre las intimidades de su matrimonio, relacionadas con el viaje durante el cual su esposo perdi贸 la vida.

A esas alturas de la entrevista yo comprend铆 que sus desgarramientos personales no ten铆an que ver con el asunto meramente period铆stico.

Pero ella hab铆a decidido "hablar de una vez por todas para que la prensa deje de especular y de publicar intimidades de mi matrimonio".

Hab铆amos entrado a un terreno impensable para nosotros. Comprend铆 que hab铆a estado bajo presi贸n de medios sensacionalistas para que revelara su intimidad.

Respeto a la privacidad

Siempre he compartido ese principio esencial de la 大象传媒 del respeto a la privacidad de las personas. Sent铆 la injusticia de la situaci贸n en la que algunos medios de prensa hab铆an colocado a Fanny de Sobero, obligada a revelarle al mundo la intimidad de su matrimonio.

Trat茅 de imaginarme la dimensi贸n de su humillaci贸n. La escuch茅 unos minutos y me desped铆.

Cuando le coment茅 al jefe de informaci贸n lo que hab铆a ocurrido, 茅l, sin pensarlo dos veces, dijo: "Esa parte no se publica".

Me sent铆 orgullosa y a la vez privilegiada de trabajar en un medio de comunicaci贸n que respeta los terrenos de la intimidad. Edit茅 la primera parte de la entrevista y el resto nunca sali贸 al aire.
 
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